La Corea llamada Hanguk (en coreano: 한국 ; en hanja : 韓國) en Corea del Sur, y Chosŏn (en coreano: 조선; en hanja : 朝鮮) en Corea del Norte, es un territorio de Asia oriental dividido desde 1945 en dos estados soberanos: Corea del Norte (oficialmente República Democrárica Popular de Corea Chosŏn’gŭl: 조선민주주의인민공화국; Hancha/Hanja : 朝鮮民主主義人民共和國; RR: Chosŏn Minjujuŭi Inmin Konghwaguk; o DPRK) y Corea del Sur (oficialmente República de corea Hangui: 대한민국; en hanja : 大韓民; Daehan Minguk, literalmente “La república de los grandes Hans”; ou ROK). Situada sobre la península coreana, Corea está limitada por China al noroeste y por Rusia al nordeste. Al Este, la separa de Japón el estrecho de Corea.
El artículo se refiere al conjunto de la península antes de la división, y a la República de Corea (Corea del Sur) a partir de la división. A partir de mediados del siglo XX, nos referimos con el nombre de Corea a la República de Corea, conocida como “Corea del Sur”.

Historia y Tradición

La fecha de aparición de los títeres en Corea está todavía en discusión, pero parece que fue a finales del siglo XV, antes de la introducción del budismo. La mención más antigua al títere de madera (cuya tradición se ha perdido) se encuentra en las crónicas chinas que conciernen al reino de Goguryeo (Koguryo), el más vasto de los reinos que se repartían la península de Corea; en cambio, no se citan en Baekche (Paiksche) y en Shilla (Silla), aunque los tres reinos compartían la misma cultura, y tanto su música como su baile dejaron numerosas huellas en el arte del títere japonés.

Después de que Shilla hubiera tomado el poder sobre toda la península en el año 668, la tradición del arte del títere se perpetuó, y la dinastía siguiente, la de Goryeo (Koryo, 918-1392), la integró junto a las otras artes bajo el dominio del Estado. Se supone que en aquella época los titiriteros eran nómadas que, originarios del noroeste de la India, recorrían China, Corea y Japón. Las estrechas relaciones que Goryeo debió mantener con el amenazante Imperio Mongol, dueño de China a mediados del siglo XIII, sugieren que las influencias euroasiáticas se dejaron notar en el arte del títere coreano.
La dinastía Joseon (Choson) (1392-1910) instituyó el sandae-dogam (oficina de espectáculos) que administraba las fiestas periódicas y las representaciones populares.
Su ejecución fue confiada al Namsadang, entidad de profesionales ambulantes, que incluían obras para títeres en su repertorio. Existían otros géneros de juegos de títeres, pero la anexión del país por Japón (1910-1945) borró sus rastros. Uno de los nombres coreano de las marionetas es ggokdu (o ggokdu-gaksi; antes kkoktu, kkoktu-gaksi) sirve también para designar el espectáculo del namsadang y a la protagonista femenina de estas obras (ver Kkoktu-gaksi Norum).
Bak Cheomji Noreum (Pak-Chomji norum)
La genealogía del arte del títere coreano es semejante a la de China y Japón. Emplea títeres de hilo, guante y varilla. Esta última quedó como testigo principal de una tradición en decadencia. El kkoktu-gaksi norum (kkoktugaksi norum, ggokdu gaksi noreum), también llamado Bak Cheomji noreum (literalmente “la obra del señor Pak”), emplea dieciséis títeres de materiales diversos, y cada titiritero es a la vez cantante, narrador y manipulador. Además de los titiriteros, se sitúan alrededor del escenario músicos sentados y vestidos de negro.
Se cree que el guión de la obra surgió aproximadamente en el siglo XVII, período de auge de la literatura popular, y que su género responde a la clasificación de la oficina de espectáculos. A pesar de que el texto se haya transmitido oralmente, las variantes introducidas han sido conservadas por las diversas compañías de namsadang. Sin embargo, los contenidos siempre son los mismos, como en las piezas bailadas con máscaras: huellas de elementos de la cultura chamánica; sátira sobre los monjes que vuelven a la vida secular; conflictos ocasionados por el triángulo entre marido, mujer y concubina; denuncia de la opresión ejercida por los poderosos (ridiculizados) combinada con la exaltación de valores morales válidos para todas las clases sociales; y por último, ritos para apaciguar el alma de los muertos, buscar su bendición e incitar a la conversión al budismo. Todos los espectáculos muestran una imagen sorprendente de la vida de la gente y el estado de la sociedad en aquella época.
La obra está dividida entre siete y diez actos, que tratan de los temas arriba mencionados, sin considerar la continuidad entre ellos. Sin embargo, la presencia del protagonista, Bak Cheomji – que desempeña también el papel de narrador y aparece en los intermedios – asegura la continuidad e integra los actos en una totalidad dramática. Se actúa como si la obra fuera una biografía de Pak-Chomji. Esta forma, destinada a ordenar el desarrollo de la acción, es inhabitual al compararla con otras formas dramáticas tradicionales de Corea, como el teatro bailado de máscaras.

La marioneta moderna

El renacimiento de la marioneta coreana comenzó en 1961 cuando Choi Chang-bong, vicedirector de la KBS (Korean Broadcasting System) hizo un programa televisado de títeres para niños. La Sra. Hae-gyeong (Kim Hae-kyung) creó entonces una compañía, el Teatro de marionetas de Séul y, con Ahn Jeong-ui (Ahn Jung-ui), produjo los espectáculos destinados a ser difundidos. Este último tomó en 1980 la dirección de la compañía, que aún dirigía en 2005. Otro titiritero televisivo, Jo Yong-su (Cho Yong-su), fundó su propia compañía, Hyeondae, más conocida como Teatro de Títeres Hyundai, que presentó espectáculos durante varios años. Hay que anotar que en estos años las marionetas no eran llamadas ggokdu-gaksi, sino inhyeong (inhyung, muñecos, en coreano). En cuanto al término inhyung-geuk (obras para títeres), derivado de japonés ningyô-geki, vino en los años 1960 a designar los espectáculos de títeres televisados para niños; sus guiones se inspiran tanto en cuentos coreanos como extranjeros.
Dos términos genéricos designan el arte teatral del títere: ggokdu-geuk (ggokdu significa “títere” y geuk “obra” o “drama”), que designa a los espectáculos modernos y cuyo empleo tiende a generalizarse, y ggokdu-gaksi noreum, que se aplica sólo al género tradicional. Sin embargo, fueron ignorados por el público hasta 1964. En aquel año, Nam Un-Ryong y su esposa, Bak Gye-sun (Park Kae-soon), refundaron el Namsadang que había sido dispersado durante la colonización japonesa, convocando a sus antiguos compañeros artistas y echando mano de su propia familia. El reconocimiento oficial de este arte no provocó la adhesión del público y no hizo salir la marioneta coreana de la oscuridad, ni de las pantallas televisivas. No obstante, en 1972, Heoh Gyu (Huh Kyu), ex director del Teatro Nacional de Corea, que presentó El Sol y la Luna y Gong Ho-seok (Kong Ho-suk), fundaron la compañía Ggot-dongnae (Kkot-Dongnae). Luego, en 1975, Minye presentó La historia de Heoh Saeng (Huh-saeng).
En los años 1970 vio la luz en Corea un renovado interés de los investigadores para el folklore y las artes tradicionales. El títere sólo gozó de su beneficio en la medida en que tradicionalmente fue considerado como parte del teatro bailado de máscaras. Sin embargo, todo lo que era el objeto de investigaciones universitarias veía aumentar su prestigio. Al mismo tiempo, el crecimiento continuo de la economía coreana favoreció a las artes en general, particularmente las teatrales, que atraían gradualmente a los estudiantes universitarios y el público.

El reconocimiento nacional e internacional

La Sra. Yi Gyeong-hee (Lee Kyung-hee) fundó la Unima Corea en septiembre de 1979. Una prueba de que el títere había accedido al nivel de arte, es que diversas personalidades del mundo de la cultura, escritores, críticos, profesores de universidad y profesionales del teatro se convirtieron en miembros fundadores de la Unima Corea. Lee Kyung-hee fundó también su propia compañía, Eolit Gwangdae (Orit-kwangdae), y una revista dedicada al arte de los títeres, Ggokdu-geuk (Kkoktu-geuk).
Una serie de representaciones realizadas por las nuevas compañías y el apoyo de la Unima Corea atrajeron a numerosos artistas hacia la práctica del títere: en 1982, Gang Seung-gyun (Kang Sung-kyun) y su compañía Yeong (también Young, Yung o Yong, sombra, en coreano) realizaron Los tres cerditos, primer espectáculo de teatro de sombras en Corea; la compañía Árbol y Papel, fundada en 1983 por estudiantes universitarios, representó la obra La Chica que corre, de Yi Gyeong-hee (Lee Kyung-hee) (dirección de Kim Hotae); Kim Ok-rang, directora del Centro del Arte Dongsung y directora de la revista Kkoktu-geuk, en la que sucedió a Yi Gyeong-hee (Lee Kyung-hee), fundó su propia compañía para representar una ambiciosa obra, Seonunnyeo wa Namuggkkun (o Sunnyo wa namukkun, El hada y el leñador), en 1985.
Desde su fundación, la Unima Corea acogió festivales de títeres en 1988 y 1991, en Seúl, y organizó varios talleres con profesores extranjeros. Otros festivales fueron creados en los años 1990, particularmente el Festival universitario de títeres y el Festival de marionetas de Sureste asiático y del Pacífico. Corea participa en diversos festivales que se celebran en diferentes lugares del mundo, adquiriendo así una audiencia internacional.
En 1989, en Chuncheon (Chunchon), capital de la provincia de Gangwong-do (Kangwon-do), se organizó un festival de títeres gracias al impulso de Gang Jun-hyeok (Kang Joon-hyuk (director artístico), Gang Seung-gyun (Kangu Sung-kyun, director de la compañía Yeong) y Ahn Jeong-ui (director del Teatro de títeres de Seúl). El festival se celebra cada año en agosto y se ha convertido en un centro importante de actividad. La Fundación del festival de Chuncheon administra un museo, un teatro y un instituto del títere.
Corea cuenta con más de treinta compañías teatrales, incluyendo las aficionadas, con casi un centenar de titiriteros activos y surgen talleres en todo el país, especialmente destinados a actividades educativas.
(Ver Cho Yong-suk, Hong Dongji, Lee Du-hyun, Sim U-seong, Yim Jong-mi.)

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