Operación que consiste en quitar de un bloque de material en bruto (madera, corcho, espuma, etc.) la parte inútil para crear así una forma estructurada. Los títeres, especialmente sus cabezas, suelen ser esculpidos. Se extrae un volumen simplificado de la envoltura y se dibuja sobre todas las caras lo que debe ser representado. El desbaste es la operación que consiste en quitar el grueso de las partes sobrantes de los volúmenes. A continuación se esculpen las formas mediante tallado, torneado, raspado, quemado, mordeduras químicas u otras técnicas. Se pueden dejar las marcas de la herramienta destacando las cualidades de la “materia” o bien lijar, cepillar, pulir, bañar, aplicar un recubrimiento, una pintura o una pátina, pegar una peluca, colocar las articulaciones de los miembros, etc. A menudo es necesario vaciar las cabezas para aligerarlas y para colocarles los mecanismos de los ojos o de la boca.

Los materiales y las herramientas

Se pueden esculpir los materiales más variados. Para la madera, se prefiere la de tilo, pero también se puede optar por la balsa (blanda, pero frágil) o las maderas exóticas, como el alcanforero. No deben ser demasiado duras ni deben agrietarse y deben presentar una textura fina. El corcho aglomerado, que se encuentra en tacos o en volúmenes simples, en forma de conos, cilindros o esferas, también sirve. Las espumas rígidas deben ser preferentemente densas y sólidas: las espumas de poliuretano o poliestireno expandido pueden presentarse en enormes tacos o en volúmenes prefabricados de diferentes formas (en conos, en cilindros, en toros o en pirámides), mientras que la espuma de poliéter es una espuma ligera que se puede esculpir a condición de saturarla de agua y de congelarla, pues, cuando se endurece, se trabaja fácilmente. Sin embargo, este material tiende a ser reemplazado por espumas a base de látex. El yeso, pesado y frágil, se utiliza para crear modelos para el moldeado. El hormigón expandido (Siporex), que se esculpe fácilmente, es bastante ligero, pero presenta una superficie granulosa que hay que bañar para obtener un aspecto liso.
Para sujetar la pieza durante el proceso de la escultura, se utilizan un banco, un tornillo fijado sobre una mesa, un torno, prensas, un barrilete sobre un banco, abrazaderas, pinzas de presión o correas. El utillaje usado para cortar el material está formado por martillos, mazas, formones, buriles, gubias, azuelas (sobre todo el África), sierras, fresas, cúteres, escofinas, limas. La utilización de calor o de reacciones químicas puede a veces resultar útil (poliestireno expandido). Se añaden las herramientas eléctricas portátiles o fijas, las sierras de cinta o de cadena, las sierras de vaivén o circulares, las taladradoras, las rebajadoras, los cepillos y los tornos. El acabado puede requerir realizar un pulido con papel esmerilado para metal, papel de lija para madera y la utilización de pulidoras eléctricas. Finalmente, se efectúan las operaciones habituales de preparación de fondos antes de pintar.

Artistas que se quedaron en la sombra

Prácticamente todos los títeres tradicionales antiguos son de madera esculpida, ya sea en Europa, en África, en Oceanía, en Asia o en América. Es raro que se conozca el nombre de escultores de títeres de antaño, a excepción de algunos cuyas obras marcaron una época, como Léonard Van Brackel llamado «Seis Pulgares», que vivía en Lille, en la calle Mazagran, y que se había especializado en el siglo xix en la escultura de cabezas de títeres de madera de tilo para el teatro de Budt. Si se echa un vistazo a los a tringle del norte de Francia, todavía se puede reconocer su huella. Charles Ferry, escultor, y Edmond Fruit, sastre, fueron hábiles fabricantes de la segunda mitad del siglo xix y siguen siendo famosos por sus expresivos títeres, entre los cuales se encuentra [Polichinela]. Charles Ferry fue el proveedor, entre otros, del famoso [Thomas Holden], así como de Hovaroff, un modesto titiritero del Théâtre des Pantagonia en el Carré Marigny. Entre los escultores notables podemos citar al zuriqués Carl Fischer, que realizó los títeres para Le Roi Hirsh (El Rey Hirsh) según los diseños de [Sophie Taeuber-Arp] en 1918, así como los títeres para Bastien et Bastienne (Bastián y Bastiana) para el Teatro de títeres de Zúrich (1923) y su personaje tradicional zuriqués, Hansjoggel, que remplazó en aquella época al famoso [Kasperl] Larifari. El checo Karel Nosek esculpió en 1920 [Spejbl] y en 1926, [Hurvinek], los famosísimos títeres de [Joseph Skupa]. Rien Baatmans y Maaik Bautmans-Hobbel fabricaron títeres de madera torneada para el teatro Merlijn de Harlem para el espectáculo Spiegel le petit chat (Spiegel el gatito) y Vitek esculpió cincuenta títeres a tringle de madera para el Till Eulenspiegel del teatro [Drak]. En cuanto a Theo Eggink, eligió dejar la marca de sus formones sobre la madera para dar carácter a su títere, el gnomo Cuprus, en Le Violon enchanté (El violín encantado), interpretado en el teatro Honald Schwarz. Además de [Jacques Chesnais], [Albrecht Roser] y [Bil Baird], creadores de personajes de proporciones admirables (Shango, dios del trueno vudú), podemos citar también a [Tony Sarg], [Harro Siege]l o incluso a Patrick Grey, que esculpió la mayoría de los títeres del Teatro de títeres de Nantes de Monique Créteur y que creó formas animadas para la compañía [Houdart-Heuclin] (Les Voix de la matière (Las voces de la materia, 2005).