Títere de manipulación en elevación. El marote era originariamente una manga con cascabeles, coronada con una cabeza grotesca o maliciosa, agitada por el bufón real para enfatizar sus historias o para perturbar el discurso de su soberano. En su versión más básica, se manipula con una única varilla clavada en la cabeza del títere. La vestimenta se mueve libremente por inercia y por la fuerza centrífuga alrededor del bastón, cuando se le aplica un movimiento, ya sea rotativo o alternativo, de izquierda a derecha o de arriba hacia abajo. Se trata de un títere que parece moverse por sí solo a poco que se sepa manipular.

Algunas variantes permiten completar sus posibilidades de juego: se le pueden añadir varillas unidas a las manos y, como en el wayang golek de Indonesia, se convierte en un títere de varillas. Si algunos elementos como la mandíbula, el pico, los brazos e incluso el falo son articulados y animados con la ayuda de hilos o de varillas colocadas en el interior de la ropa, es probable que se trate de un marote africano. Así, se descubrieron títeres bambara de Malí en 1931 con un pico articulado animado por un hilo o con un brazo articulado animado por una vara de bambú interna. Un títere nagó de Benín, llamado Agbo Legba (literalmente semental parecido al toro), posee un enorme falo, manipulado gracias a un hilo que atraviesa su taparrabos.

En la tribu de los Lobi de Burkina Faso existe un marote «por inercia» que representa un personaje masculino cilíndrico de 40 centímetros de altura, vestido con una especie de poncho. Este títere está esculpido en una madera dura y densa y en dos partes: el cuerpo, que incluye también la mandíbula inferior, y la parte superior de la cabeza. La articulación se hace al nivel de la boca. La parte superior de la cabeza se mantiene y se articula gracias a la cabellera de tela. Al dar un impulso al cuerpo del marote, por inercia, la parte superior de la cabeza bascula ligeramente de delante hacia atrás, permitiendo abrir y cerrar la boca.

El marote también puede presentar una doble manipulación, de varillas y de guante. En lugar de colocar el índice en la cabeza, se coloca en esta una vara que se sujeta con el dedo corazón, el anular y el meñique, mientras que el pulgar y el índice se introducen en el brazo del guante. La ventaja de este títere mixto reside en el hecho de que se vuelve prensil. En el caso del marote de mano prensil, la cabeza está ensartada en la varilla principal. El títere viste un traje rectangular (de unos 80 centímetros de ancho y 60 centímetros de alto) parecido a un saco abierto por debajo y cerrado por arriba y por ambos lados. Los dos ángulos superiores están abiertos y tienen cosidos unos guantes o unas manoplas. En medio, un orificio permite meter la varilla central en el interior, colocar la cabeza y fijar la ropa. Sobre esta base se pueden añadir todos los accesorios que se deseen para personalizar el títere: cuello, puños, botones, bolsillos, encajes, etc. La manipulación se efectúa con una mano en la varilla central y pasando el otro brazo por el interior de la vestimenta para «calzarse» la manopla o el guante (en función del tamaño del títere, un guante con el pulgar y dos o tres dedos basta para asir los objetos y respetar las proporciones a la escala del personaje). En este tipo de figura, el otro brazo del títere queda colgando. Para evitar este inconveniente, se pueden asignar dos titiriteros para un mismo títere. Así, uno anima la cabeza por medio de un bastón e induce todo el movimiento del personaje al mismo tiempo que el otro «se calza» las dos manos, lo que proporciona una hermosa amplitud cuando abre los brazos. También se puede optar por controlar más el personaje (como en la manipulación del bunraku). En este caso, el titiritero principal sujeta la varilla central, se calza una mano y dirige todo el comportamiento del títere. El ayudante manipula la otra mano y se preocupa de seguir el movimiento correctamente. Si se añaden mecanismos como palancas, hilos o varillas y muelles a la parte inferior de la varilla central de manipulación, el marote se transforma en títere de teclado. Los marotes de André Tahon (cuya estrella es Papotin, un marote de mano prensil), con un vestuario impecable, eran de una calidad y una elegancia plástica destacables. Es difícil decir si es la elocuencia y el ingenio de André Tahon, la gracia de sus gags, la manipulación precisa y el gesto exacto o los conjuntos bailados por ballets coordinados hasta en el más mínimo detalle, la actuación centrada en una multitud de títeres encima del escenario (Sourissimo), «ese maravilloso lenguaje de la ilusión óptica con bagatelas, trozos de trapo y manos, manos dentro, detrás, debajo, encima…» como él mismo lo describe, lo que hace de sus actuaciones «un refinamiento de formas y de colores en un encaje de malicia».

Bibliografía

  • Chevalier, Marc. Mémoire d’un cabaret: L’Écluse. Paris: La Découverte, 1987.
  • Darkowska-Nidzgorska, Olenka. Théâtre populaire de marionnettes en Afrique. Paris, 1976.
  • Philpott, Alexis Robert. Dictionary of Puppetry. Boston: Plays Inc., 1969.
  • Tahon, André. Les Marottes. Paris: La Découverte, 1987.