Directora, investigadora y titiritera rumana. En 1939, Dorina Tănăsescu se unió a Lucia Calomeri, artista dramática y recitadora, para la creación del primer grupo de titiriteros de hilos. Su experiencia será el núcleo del teatro Tăndărică en 1949. Estudió en la Academia de Bellas artes de Bucarest, se dedica a las marionetas de hilos y pone toda su sensibilidad, su inventiva técnica y su imaginación al servicio de los numerosos personajes (más de cien) que interpreta con pasión y maestria. Temperamento abierto, creativa, participa en las investigaciones dirigidas por Margareta Niculescu, directora, que buscaba una interpretación gestual estilizada, más allá de la simple gesticulación, impregnada de sentido dramático y lacónico. En 1954, la investigación fue puesta a prueba con la creación del espectáculo El Cuento del cerdo, según Ion Creangă. Luego, siguieron El pequeño caballo jorobado, dirección Nicolae Massim, títeres Ioana Constantinescu, Humor con hilos (1954), Los Millones de Arlequines (1967), El Principito (1960), El Libro de Apolodor (1963) y muchas más.

Por sus realizaciones, fue galardonada  con el premio de Estado y con el Premio de excelencia concedido por la Unión de los artistas del teatro y de la música.

Dorina Tănăsescu desarrolló una rica actividad pedagógica con los titiriteros rumanos y en Egipto y Siria, donde dirige muchos espectáculos. En 1990, al crear el departamento Títeres en la universidad de las artes del teatro y del cine en Bucarest, fue invitada a enseñar allí. Era miembro honorífico de la Unima.