El karaghiozis, teatro de sombras griego, fue introducido en Chipre a finales del siglo XIX aunque la isla estaba a la vez bajo administración británica y bajo soberanía otomana. Hay varios titiriteros de comienzos del siglo XX famosos. George Laoutaris (1901-1965), considerado como uno de los mejores titiriteros de su época, ejerció en la región de Nicosia. Christodoulos Pafios (1904-1985?) debutó en 1923 después de haber aprendido el karaghiozis de los titiriteros griegos Yerasimos y Athinodoros. Se desplazaba a lomos de un asno con sus figuras y sus bártulos de pueblo en pueblo mostrando sus espectáculos cuando los cafeteros se lo permitían a cambio de alojamiento y comida. Se fue haciendo un nombre y participó en los festivales de Atenas en los años 1930. Años más tarde, en 1978, participó en el festival de Cultura chipriota en Munich y después fue invitado a Reims en 1981. Otro célebre titiritero de esta generación fue Nikos Ioannou (nacido en 1904) que, después de haber aprendido este arte de Souliotis, también titiritero griego, comenzó a ejercer por su cuenta y realizó sus espectáculos durante cuarenta años. Athinodoros Georgiades (Omodhos, 1895-1958) aprendió en el ejército el teatro de sombras. Cuando volvió a la vida civil en 1920, formó su propio teatro y, con sus figuras de vistosos colores y cuidadosamente fabricadas, actuó profesionalmente hasta 1950. La siguiente generación fue representada especialmente por Yannis Kissonergis (nacido en 1914) y por Andreas Idhalias (nacido en 1917). El primero era aprendiz de carpintero cuando vio actuar a Nicos Ioannou y pronto comenzó a aprender con él. También trabajó con Athinodoros Georgiades, a su entender, el mejor titiritero de su época. Aunque todavía estaba en activo en 1980, Kissonergis actuó sobre todo entre 1948 y 1973. Añadió sus propias obras al repertorio tradicional de karaghiozis. En cuanto a Andreas Idhalias, aprendió de George Laoutaris (que era su cuñado) y forma parte de aquellos titiriteros que no solamente representan obras tradicionales, sino que inventan otras sobre temas de actualidad, adaptando su estilo a la edad del público. En la parte turca de la isla, el karagöz fue también representado por titiriteros como Jemal Arif (que actuaba en 1940 en el viejo barrio turco de Nicosia) o Kara Moustafa, procedente de Dhali, un pueblo cercano a la capital. Fuertemente amenazado de desaparición, todavía quedan algunos titiriteros que raramente representan el karaghiozis chipriota, como George Idhalias, hijo de Andreas (nacido en 1939), o, en menor medida, por Yiannis Pafios, nieto de Christodoulos. El Museo de arte folklórico de Chipre conserva varias figuras de Christodoulos Pafios y de Nikos Ioannou.

Los títeres chipriotas hoy en día

La tradición de fasoulis, género tradicional griego de títeres de guante, existía también en Chipre junto al karaghiozis pero, como en Grecia, no le suplantó nunca. El teatro de títeres conoció una cierta renovación en 1953, Fef Adler, primera ergoterapeuta de Chipre, llevó a Chipre cabezas de títeres de Hohnstein, esculpidas por Max Jacob, a quien había conocido y quien le había convencido del rol terapéutico del títere. Se los dio a su hija, Amaranth Sitas, que supo pronto manipularlos ante sus propios hijos. Desde 1959, la compañía que ella había formado con su marido y algunos amigos actuaba para la televisión. Después de la independencia y la proclamación de la república (1960) los títeres fueron introducidos en los jardines de infancia y guarderías. En 1965, dos profesores consiguieron que se instalara un pequeño teatro en el único parque de la isla, en Limassol, y una compañía formada por amigos y actores, a los cuales se unió Amaranth Sitas, llamada Kourkoulianós (nombre dado al “vendedor de arena” en Chipre), actuó hasta 1968. Un incendio lo destruyó en 1972 y los títeres sufrieron un periodo de eclipse. Sin embargo, en los años 1980, Androula Embedocleous comenzó a dar pequeños espectáculos en Nicosia. Amaranth Sitas, que en 1971 se había marchado a la República Sudafricana, donde co-fundó el centro local de la Unima (Union internationale de la marionnette), volvió a Chipre en 1986. Volvió a crear una compañía y, en 1989, se construyó un nuevo teatro en el parque de Limassol. Trató también de crear el centro Unima-Chipre, pero fracasó en su intento.

No obstante, el títere chipriota pervive hoy en día gracias a los esfuerzos de los profesores a los que Spyroula Skordi, profesora de artes plásticas, suministra personajes que ella fabrica en su taller. Por otro lado, formada en Grecia y en Gran Bretaña, Angelo Evangelou enseña manipulación de títeres a maestros de guardería e imparte cursos vespertinos. Ha obtenido cierto éxito con una emisión televisiva donde manipula títeres del tipo muppet. Sin apoyos oficiales, no obstante, el teatro de títeres tiene grandes dificultades para sobrevivir.

Bibliografía

  • Demetriou-Protopapa, Margarita. Karaghioziz, Shadow Theatre in Cyprus. Lefkosia: Cyprus Folk Art Museum, 2004.
  • Yiangulis, K.G. The Art of Karaghozis in Cyprus and Reminiscences of Christodoulos Pafios.