Titiritero peruano. Felipe Rivas Mendo descubrió el arte del títere a los cinco años cuando asistió con su madre a un representacion de títeres de Amadeo de la Torre. Alumno del colegio Melitón Carvajal, tuvo como profesor de teatro a Sergio Arrau. Tras haber obtenido el diploma de contable, terminó ejerciendo como profesor de teatro en las escuelas. Formado tmabién en la escuela dramática del Club de Teatro de Lima con Reynaldo D’Amore y más tarde en el Teatro Universitario de San Marcos con Guillermo Ugarte Chamorro, forjó una amistad con Vertiz Arroyo, lo cual le incitó a interesarse en la historia de los títeres. Su formación artística y sus lecturas fueron determinantes en su vocación.

De 1958 a 1961, Felipe Rivas Mendo estudió todos los aspectos de las artes escénicas (actuación, dirección, dramaturgia, escenografía), los cuales aplicó más tarde a los títeres. En 1961, presentó La farsa del pastel y la torta y La tinaja, debutando en el teatro Talia de Lima con su teatro de títeres Pinocho. En 1963, comenzó a recorrer América del Sur, América Central y el Caribe, y conoció a titiriteros de todos estos países con el fin de recabar información e intercambiar experiencias. A su regreso, después de tres investigaciones, creó el Instituto Peruano de Teatro de Títeres donde puso en práctica la experiencia adquirida en sus viajes. Dicho Instituto desempeñó un papel importante en la vida cultural peruana.

Felipe Rivas Mendo es el autor de Juguemos a los títeres (1965), Títeres en el aula (1965), Cuatro obras para el retablillo (1968), Los títeres un medio de comunicación en el Perú (1970). Responsable del programa teatral del Instituto Nacional de Cultura, también presenta espectáculos realizados con títeres (más de cien piezas) que heredó del titiritero José Solari Hermosilla.