Es una decoradora rumana. Graduada en la Academia de Bellas Artes de Iaşi, Maria Dimitrescu trabajó en el Teatro de títeres de Brașov (1949-1969), donde impuso imágenes muy pictóricas y de una gran fuerza (El aprendiz de brujo, dirección de Bujor Rapeanu, 1963; La tragedia del rey Ottokar de George Calinescu, 1965), y utilizando también nuevos materiales. Tras haberse jubilado, emigró a Alemania.