Teatro de títeres polaco establecido en Gdańsk desde 1947, pero creado en Wilno (hoy en día Vilna) por Olga y Ewa Totwen con el nombre Teatr Łątek durante la Segunda Guerra Mundial.

Nacionalizado en 1950, el Teatr Łątek fue dirigido por Ewa Totwen hasta 1952. Bajo la dirección del escenógrafo Ali Bunsch (1952-1961), y llamado Miniatura en 1957, tenía un programa basado sobre las tradiciones populares y sobre la historia nacional polaca. Bunsch se unió a un grupo de artistas entre los cuales se encontraban la directora y autora Natalia Gołębska y el actor-titiritero y director Michał Zarzecki, con los que hizo del Miniatura uno de los teatros de títeres polacos más destacado. En los años 1950, destacó por su uso de la szopka como espacio escénico de las obras: Flisak i Przydróżka (El Marinero y Przydróżka, 1957) de Hanna Januszewska, Pastorałka (Natividad, 1957) según Leon Schiller. La adaptación de Bo w Mazurze taka dusza (Porque los Mazoviens eran audaces, 1962) dirigido por Natalia Gołębska resumía bien las opciones estéticas de Miniatura, las cuales sirvieron de modelo, incluso fuera de Polonia, a los espectáculos folclóricos de títeres; engendraron también una línea de producciones musicales con muchos trajes y coreografías, plásticamente seductoras y animadas con una un arte consumado (marottes y títeres de varilla). Michał Zarzecki, director artístico de 1962 a 1977, fue particularmente atento (más, por lo menos, que las otras compañías) a las técnicas clásicas del títere y a la habilidad de su manipulación, lo que fue muy eficaz en Latający wiatrak (El molino volador, 1964) de Alina y Jerzy Afanasjew, en Ilja Muromiec (1967) de Vsevolod Kourdioumov y de Tajemnicałotego kluczyka (El misterio de la llave de oro, 1978) de Jekaterina Borisova. Varios integrantes salieron del grupo, como Natalia Gołębska, en 1971, y Zarzecki y la decoradora Gizela Bachtin-Karłowska, a finales de los años 1970, provocaron la inestabilidad del Miniatura (sucesión de directores, idas y vueltas de personalidades artísticas muy diferentes: Konrad Szachnowski, Piotr Tomaszuk, Tomasz Jaworski, entre otros) y molestaron su desarrollo artístico propio.