Compañía polaca de títeres creada en 1945 por Janina Kilian-Stanisławska en una comunidad de polacos deportados por las autoridades rusas en 1939 a Samarkand (República Socialista Soviética de Uzbekistán). Durante sus cinco primeros años se llamó Teatr Lalek Niebieskie Migdały (literalmente: Teatro de Títeres Almendras Azules; figurativamente: Teatro de Títeres Castillos en el Aire).

Repatriada Janina en 1946, el teatro se convirtió en una institución independiente en el seno del Groteska de Cracovia, y se mudó a Varsovia en 1948 al mismo tiempo que la escuela con la que tenía vínculos. Janina Kilian-Stanisławska fue su directora artística hasta 1950; los escenógrafos-decoradores Zofia Stanisławska-Howurkowa (1946-1948) y Adam Kilian dirigieron el teatro. El mayor éxito de Janina Kilian-Stanisławska, Bajka o rybaku i rybce (El Pescador y el pez, 1950), según Alexandre Pouchkine, que mezclaba de manera extravagante una animación perfectamente dominada y las esculturales figuras de Zofia Stanisławska-Howurkowa. Fue en 1950 cuando el Teatr Lalek Niebieskie Migdały fue nacionalizado.

Después de Władysław Jarema, Jan Wilkowski aseguró la dirección artística (1951-1969). Instalado en 1955 en el Palacio de la Cultura y de las Ciencias de Varsovia, el Lalka dio, con las escenografías de Adam Kilian, espectáculos hoy legendarios: Guignol w tarapatach (Guiñol en un berenjenal, 1956) de Leon Moszczyński y Wilkowski, Zaczarowany fortepian (El Piano encantado, 1957) de Jan Wilkowski, pero sobre todo O Zwyrtale muzykancie czyli Jak się góral dostałdo nieba (Zwyrtala el músico o cómo el montañero fue al cielo, 1959) de Wilkowski, basado en la novela de Kazimierz Przerwa-Tetmajer. En los años 1950 y 1960, el Lalka conoció el éxito durante las giras que le llevaron hasta Rumania, Francia, Checoslovaquia, Austria, Alemania, Italia y Suecia, y fue reconocido como uno de los teatros de títeres europeos más interesantes. Sin embargo, su fama se debilitó una vez que se fue Wilkowski, hasta que Krzysztof Rau (1989-1992) y luego Joanna Rogacka (a partir de 1994) lo recuperaron. Desde los 1990, el Lalka aparece como un teatro para niños con un repertorio ambicioso que pone en valor las cualidades visuales y dramáticas de los espectáculos. Mantuvo relaciones estrechas con artistas eslovacos y checos, entre otros, Ondrej Spišak (Robinson Crusoe, según Daniel Defoe, 1994); Rudy Dżil i jego pies Jill el Pelirrojo y su perro, según John R. R. Tolkien, 1994; Wyprawa do wnętrza ziemi Viaje al centro de la Tierra según Jules Verne, 1997; Odyseja Odisea, según Homero, 1999; Buratino, según Alexis Tolstoï, 2004), y Marian Pecko (Opowieść wigilijna Cuento de Navidad, según Charles Dickens, 1994); y Marek Zákostelecký – Kino Palace (2008), del propio Zákostelecký.

Los espectáculos de directores y diseñadores polacos, como Ewa y Miko łaj Malesza– Jan Tajemnik (Jan el Misterioso, de Bolesław Leśmian, 1991); Zygmunt Smandzik, Orpheus (1995); Michał Walczak (Ostatni tatuś El último papá, 2007 de Walczak); o Lukasz Kos (Janosik. Naprawdę prawdziwa historia Janosik. La verdaderamente real historia, 2010 de Walczak), contribuyeron a definir la reputación del Lalka como un teatro de una gran calidad plástica.

Bibliografía

  • Berger, Barbara y otros, “ Teatry polskie w trzydziestoleciu, 1944-1974. Słownik ” [Tres décadas de teatro polaco, 1944-1974. Diccionario], Pamiętnik Teatralny, Varsovia, no 3-4, 1975.
  • Rogacka, Joanna (dir.), Teatr Lalka 1945-1995, Varsovia, Teatr Lalka, 1995.
  • Teatr Lalek, Łô, POLUNIMA, no 1, 1994 (número especial).