Guionista, dramaturgo, director, decorador y artista plástico georgiano. Rezo Gabriadze, diplomado por la universidad del Estado de Tiflis (periodismo) y diplomado en estudios superiores (guion y dirección) por la universidad de Moscú (dirección y guion), fundó en 1981 el Théâtre de marionnettes de Tiflis. Al principio empleaba marionetas para los románticos y poéticos Alfred et Violette (Alfred y Violette) de La Traviata de Giuseppe Verdi (1981) y Le Diamant du maréchal de Fantier, ou Poème du Vieux-Tiflis (El diamante del mariscal de Fantier, o Poema del viejo Tiflis, 1982). Para La Fille de l’emperateur de Trébizonde (La Hija del emperador de Trebisonda, 1983) agregó diferentes técnicas de manipulación mezcladas con elementos de teatro de actor y continuó sus experimentos hasta abandonar las marionetas por completo con Le Chant de la Volga (El Canto del Volga, 1996).

Muy pronto, Rezo Gabriadze construyó un universo personal donde los personajes mitológicos de la cultura urbana popular de Georgia intervienen en sucesos reales del mundo y donde los animales (sobre todo aves) son el alter ego lírico del autor. Más importante, sin embargo, es su empleo de las técnicas cinematográficas como principio organizador: primeros planos, panorámicos, banda sonora pregrabada donde los actores de cine prestan su voz a los personajes.

Rezo Gabriadze es también creador de metáforas teatrales. Así, en Le Chant de la Volga, un cubo de agua que gira sobre sí mismo y desprende vapor, lleno de pequeños cuadrados (ventanas) debajo del borde, representa un tren de refugiados. Este último espectáculo junto a L’Automne de notre printemps (El otoño de nuestra primavera, 1985, premio nacional en la Unión Soviética) se convertirían en verdaderas epopeyas, en las que inocentes personajes (animalitos) se ven atrapados, defendiéndose, en los sucesos trágicos de la Historia donde la humanidad misma está a prueba.

En 1994-1995, Rezo Gabriadze fue el director artístico del Théâtre Obraztsov (con la impresión de “llevar el timón del Titanic”), donde no pudo concretar ningún proyecto. Preparó una exposición de figurines en miniatura de porcelana y trabajó en el Chant de la Volga, epopeya que resultó ser demasiado reducida para el escenario del Théâtre Obraztsov y que presentó más tarde en San Petersburgo.

Gracias a Rezo Gabriadze se rehabilitaron las marionetas, desacreditadas por Serguéi Obraztsov y que ya no se empleaban, en Rusia, más que en cuestiones satíricas o parodias.

En 2002, Rezo Gabriadze levantó de sus ruinas el teatro de títeres de Tiflis donde retomó Le Chant de la Volga con el título de La Bataille de Stalingrad: un requiem (La Batalla de Stalingrado: un requiem) y L’Automne de notre printemps.

Junto a numerosas exposiciones personales de esculturas en miniatura y de pintura, Rezo Gabriadze creó en Europa espectáculos donde actuaron el bailarín y coreógrafo Mijaíl Barychnikov (Noël interdit, ou le docteur et son malade, 2004) y la comediante Natasha Parry (Quelle tristesse, la fin de l’allée, 1993). Sus espectáculos han sido presentados en festivales de teatro generalista (Edimburgo, Aviñón y Nueva York). También es autor de monumentos públicos (la Nez de Gogol, por ejemplo).
(Véase Georgia.)