Teatro fundado en Zúrich con motivo de la Exposición del Schweizerischer Werkbund (SWB, Unión suiza de artesanos, artistas y arquitectos) organizada del 1 al 31 de agosto de 1918. El Marionettentheater pasó a manos de Alfred Altherr, director de la Kunstgewerbeschule de Zúrich y presidente del SWB. Después de la exposición, donde nueve grupos presentaron sus obras sobre el escenario del teatro construido para la ocasión, se convirtió en parte integrante de la formación de los estudiantes, que participaban de forma activa en la realización de sus espectáculos. Gracias a su interés marcado por la experimentación y la abstracción, inspiradas por los principios reformistas de Edward Gordon Craig y Adolphe Appia, y gracias a la colaboración de profesores y artistas de prestigio internacional, el Marionettentheater se convirtió rápidamente en una auténtica institución artística. Entre las nueve obras de 1918, encontramos Le Roi cerf (El rey ciervo), tragicomedia de Gozzi adaptada por René Morax y dirigida por Werner Wolff, que se destacó especialmente por las marionetas de hilos abstractas de Sophie Taeuber-Arp basadas en la unión de diversas formas estereométricas. La ausencia de vestuario remarcaba la voluntad del artista de desmarcarse del realismo antropomorfo. Inspirándose en la pintura y la escultura cubistas, Otto Morach creó, aún en 1918, marionetas de hilos para el ballet de Claude Debussy La Boîte à joujoux (La caja de juguetes). Los títeres creados en los años siguientes, como por ejemplo los de Paul Bodmer para el Singspiel de Mozart Bastien et Bastienne (Bastián y Bastiana), producidos en 1923, se alejan de la abstracción y retoman una apariencia humana. Entre los espectáculos más apreciados del Marionettentheater figuran Betly de Donizetti (1925, montado por Ernst Gubler), Livietta e tracollo de Pergolèse (1925, títeres y dirección de Ernst Georg Rüegg) y la ópera de Manuel de Falla Meister Pedros Puppenspiel (El retablo de maese Pedro), basada en Don Quijote de Cervantes (1930, realización de Otto Morach). También se montaron varias obras de Franz von Pocci en las que nos encontramos los personajes preferidos por el público: Hansjoggel, figura cómica que se expresa en dialecto zuriqués. Con todo, el Schweizerisches Marionettentheater produjo una treintena de espectáculos, algunos de los cuales se representaron más de cien veces. La recesión de los años treinta supuso una dura prueba para el teatro y sus graves problemas financieros obligaron a su cierre en 1935. Los títeres del Schweizerisches Marionettentheater, todos realizados por Carl Fischer a partir de proyectos de artistas de renombre, han estado expuestos en varias ocasiones en el Museo Bellerive de Zúrich, donde se conservan en la actualidad, y en otros museos suizos.
Bibliografía
- Kotte, Andreas, Simone Gojan, Joël Aguet y Pierre Lepori, eds. Theaterlexikon der Schweiz/Dictionnaire du théâtre en Suisse/Dizionario teatrale svizzero/Lexicon da teater svizzer. Berne: Chronos, 2005. (En alemán, francés, italiano y romanche)