Primer teatro de títeres permanente de Suiza, fundado en Saint-Gall en 1903 (marionetas de hilos). Funcionó durante cuarenta años dirigiéndose sobre todo al público joven. Su fundador, el concejal  Hermann Scherrer (1853-1948) se inspiró en el Münchner Marionetten-Theater (Teatro de Títeres de Munich) y en un primer momento reservaba sus espectáculos a invitados, pero en muy poco tiempo las representaciones pasaron a ser públicas. A partir de 1912, tenían lugar todos los fines de semana en una sala con ciento veinte plazas. Siguiendo el ejemplo muniqués, Scherrer optó por las figuras de un tamaño de alrededor de 25 centímetros y por el estilo realista del teatro popular con, como personaje cómico, Kasperl Larifari, un razonador de trajes coloristas que hablaba en dialecto bávaro. Los textos procedían básicamente del Lustiges Komödienbüchlein (Librillo de comedias divertidas) de Franz von Pocci. Este repertorio gustaba no sólo a los niños, sino también a un público adulto, como demuestra el ejemplo de un mercader de telas suizo que en sus desplazamientos a Baviera asistía regularmente a las representaciones del Pequeño Teatro. Scherrer dirigió e hizo representar a distintos grupos de artistas amateur no menos de dieciséis obras de Pocci, entre las que se encuentran Das Glück ist blind, Zauberspiel mit Gesang (La felicidad es ciega, obra mágica con canciones, 1907), Kasperl als Prinz, moralische Komödie (Kasperl príncipe, comedia moralista, 1909), Die Zaubergeige, Märchendrama mit Gesang und Tanz (El violín mágico, cuento dramático con canciones y bailes, 1911), Das Eulenschloss,  Märchendrama (El castillo de lechuzas, cuento dramático, 1912). Más tarde dirigió otros géneros de obras como Doktor Faust (Doctor Fausto, 1916) o Frau Wahrheit will niemand herbergen (La Señora Verdad no quiere alojar a nadie, 1923) de Hans Sachs. Los títeres estaban esculpidos en madera e iban vestidos según los gustos de Scherrer; algunos son auténticas obras de arte, especialmente los creados por Hedwig Scherrer, una sobrina del fundador que firmó también el decorado del proscenio. Los doscientos cincuenta títeres fueron vendidos en 1991 a un particular. El conjunto de títeres utilizados para la última obra representada, Heidi de Johanna Spyri, se conservan en el Museo Histórico de Saint-Gall.