Residencia de verano del príncipe Nicolás I Esterházi, el castillo Esterháza, situado en el sudeste del lago Neusiedl, en la Hungría actual, se convirtió rápidamente en el centro de una importante actividad artística: allí se representaron óperas, obras de teatro, conciertos e incluso espectáculos de marionetas de hilos. Nicolás I compró el teatro y los títeres a Joseph Karl von Pauersbach (1737-1802) en 1772 e hizo construir un edificio para alojarlos. El compositor Joseph Haydn (1732-1809) entró al servicio del príncipe en 1761 y dispuso de una orquestra privada y de un grupo de cantantes para poner la música en los espectáculos de títeres.

Philémon et Baucis fue el primer espectáculo representado en 1773 para dar la bienvenida al castillo a la emperatriz María Teresa. Hasta 1776, los espectáculos no fueron frecuentes (Der Hexenschabbas, El Sabat de las brujas, en 1773 y Alceste de Ordoñez, en 1775). Pauersbach, director del teatro de 1776 a 1778, contribuyó a enriquecer el repertorio: Didone abbandonata (Didon abandonada, 1776), Demofoonte (1776), Genovevens (tres primeras partes, 1776) y La Fée Urgèle (El hada Urgele, 1776) figuran entre las doce obras que escribió para títeres. No está claro que todas fueran óperas; algunas eran quizás, obras de teatro con interludios de Haydn. El incendio del castillo Estheráza en 1779 destruyó muchos libretos escritos por Haydn. El castillo perdió su papel cultural y artístico tras la muerte del príncipe Nicolás I en 1790. Su sucesor, Anton Esterházi, echó a los músicos y al personal de teatro. Los decorados, trajes y accesorios fueron llevados al castillo de Eisenstadt. La condesa Klutschesky compró en 1899 lo que quedaba del teatro, incluidos los famosos títeres. Algunas de aquellas óperas para títeres se representaron en otras cortes principescas y se espera que algún día puedan encontrarse las partituras. Los libretos se encuentran en la biblioteca de Viena, en los archivos de Eisenstadt y en Budapest.