También llamados Los Walton, es una de las familias de titiriteros ambulantes más famosas y su práctica se extiende durante casi dos siglos. En 1798, un Béranger perdió una pierna durante las guerras napoleónicas en Italia. Se convirtió en ‘el titiritero de la pierna de madera’ gracias a un escenario portátil de fantocci que llevó a Francia con él. Interpretaba obras patrióticas además de melodramas, en boga en la época; actuando en las ferias y hostales (Le Fermier d’Issoire – El Granjero de Issoire, Amour et valeur – Amor y valor, Le Meunier de Vierzon – El molinero de Vierzon).
A su muerte (1828), su yerno, el piadoso Chauzet, tomó la dirección del teatro y creó sus espectáculos a partir de historias cristianas principalmente (La création du monde – La creación del mundo, Le déluge – El diluvio). Esta orientación del repertorio entrañó una escisión familiar y Chauzet se encontró solo con su hija. Ésta última se casó con un hombre llamado Pajot, que se integró en la dinastía feriante. Pajot I se se dedicó a los grandes éxitos del drama popular (La Tour de Nesle – La gira de Nesle, La Grâce de Dieu – La Gracia de Dios, Don César de Bazan) e incluyó, en algunas escenas, a su hijo, de cuatro años entonces, para actuar al lado de los títeres (el niño en Le Jugement de Salomon – El juicio de Salomón, Beloni en Geneviève de Brabant). La dirección del grupo se transmitió de manera patriarcal durante dos generaciones: primero a Pajot I tras la muerte de Chauzet en 1864, después a su hijo treinta años más tarde. Pajot II amplió el repertorio a cuentos de hadas, así como a grandes espectáculos con ballets y apoteosis (La Belle et la Bête – La Bella y la Bestia, Peau d’âne – Piel de asno, Les Bibelots du diable – Baratijas del diablo, La Poudre de perlimpimpin – Polvo de perlimpimpin). Los Pajot conocieron entonces un decenio de éxito, con giras impresionantes por toda Francia (caravana de ocho vagones). El 4 de julio de 1905 en Angers, un ciclón destruyó íntegramente su equipo (teatro, material) antes de que los saqueadores se hiciesen cargo del resto (tren de caravanas). Arruinados, los Pajot redujeron la composición de su grupo a los títeres, se lanzaron al music-hall y tomaron el nombre de Los Walton. Se especializaron en la imitación (Cléo de Mérode, Dranem, Mistinguett, ballets como Loïe Fuller), realizaron nuevas adaptaciones (Cendrillon de Massenet, 1920), después hicieron giras internacionales (Europa en 1911 y 1912, América del Sur en 1920, Mediterráneo y Senegal en 1930 y 1931). Formaron a sus dos hijos en la manipulación, y una vez adultos, perpetuaron esta práctica por el mundo entero. En 1935, presentaron dos piezas del repertorio familiar en el teatro Montparnasse: Victor ou l’enfant de la forêt (Víctor o el niño del bosque, 1808), Les Deux Chasseurs et la Laitière (Los dos cazadores y la Lechera, 1792). En 1937, participaron en la sección teatral de la Exposición Universal con, entre otras, La Tour de Nesle (La gira de Nesle, creación de 1874) y La Cucaracha. En 1941, Louis Pajot (Pajot III), fue nombrado presidente de la Unión corporativa de titiriteros de Francia.
El último del linaje, murió en agosto de 1978, dejando a Marcel Ledun – su alumno – el secreto familiar de sus títeres de hilos.