Radicado en Tolosa, País Vasco, España, se trata de un centro que con clara vocación internacional se estructura alrededor de cuatro espacios integrados: Teatro, Museo, Centro de Documentación y Talleres para Formación. Su inauguración en noviembre de 2009 ha sido la culminación de un largo proceso que tiene sus inicios en la celebración del I Festival Internacional de Titeres de Tolosa, TITIRIJAI, en el año 1983. Desde el año 1987, Miguel Arreche (Tolosa, 1945-2013) e Idoya Otegui (Tolosa, 1960), estaban convencidos de ir mucho más allá del Festival y presentaron un primer proyecto. Ese dilatado periodo de tiempo ha resultado enriquecedor para ir perfilando sus características propias. No dispone de una compañía titular con lo que puede acometer de forma muy libre proyectos de coproducción con compañías nacionales o internacionales que pretendan crear montajes con una dramaturgia innovadora. O de simple apoyo a través de la utilización de sus infraestructuras para el proceso creativo y de montaje. El Teatro, situado en la planta baja, dotado con los mejores medios técnicos, tiene una capacidad para 250 espectadores y dispone de una sala para ensayos y creación. En la segunda planta se ubica el Museo con salas para la exposición permanente y para las exposiciones temporales. El concepto museístico resulta arriesgado y atractivo y mucho ha tenido que ver el arquitecto catalán Dani Freixes, especializado en museos y construcciones efímeras. Juega con la magia, los espejos, los mapas para dar una visión de un gran almacén donde viven los títeres de diferentes países, de diferentes técnicas, y sus animadores, los viejos y no tan viejos maestros. Su labor de difusión se completa con una línea editorial ya iniciada con los Festivales Titirijai. En la tercera planta se ubican las salas destinadas a Centro de Documentación e Investigación, cuyos fondos (fotos, documentos, videos, etc.) han sido digitalizados en su totalidad y se pueden consultar en la red o en el propio centro. Los talleres destinados a formación se centran, por orden de relevancia, en los profesionales, los enseñantes y los niños. Cuenta también con una residencia para artistas o investigadores. Por su concepción de “centro integral”, por los importantes apoyos recibidos y por su voluntad de ponerse al servicio de cualquier idea que fomente la creación, la investigación o la preservación del patrimonio está llamado a situarse en primera línea del panorama internacional de la marioneta.