Alto funcionario de la corte de Múnich, escritor, guionista, ilustrador y músico alemán. El conde Franz von Pocci se hizo famoso como escritor e ilustrador de relatos para niños. Si bien tuvo poco éxito en el teatro de actores, sus piezas para títeres han pasado a la posteridad. Los seis volúmenes publicados entre 1859 y 1877 con el título Lustiges Komödienbüchlein (Libritos divertidos de comedias) comprenden cincuenta y tres comedias de Kasper, historias de caballeros, cuentos, prólogos y entremeses escritos para el Münchner Marionettentheater (Teatro de títeres de Múnich) de Josef Leonhard Schmid. Se trata de creaciones personales o de obras inspiradas en Charles Perrault, los hermanos Grimm y autores de la época.

El dúo Schmid-Pocci constituye una primicia en la historia del títere alemán: un “hombre de campo” trabajando con un poeta. Gracias a Pocci, pero también a otros autores, Schmid dispuso de un repertorio independiente del repertorio del teatro de actores. Un gran número de obras del que fue apodado el “conde de Kasperl” se convirtió en clásicos del repertorio de títeres alemán. Aunque escritas para niños y jóvenes, esas obras estaban lejos de ser inocentes comedias y a menudo comentaban la actualidad de un modo satírico y grotesco.

De hecho, Franz von Pocci dotó de nuevas cualidades al viejo Kasper de las ferias: su Kasperl Larifari ya no es un bromista cualquiera, sino un personaje local y socialmente arraigado. Juzga los conflictos de los personajes nobles o burgueses de la trama en función de los valores de la gente humilde. Él mismo se mete en situaciones que subrayan lo absurdo de la trama y se convierte en una especie de antihéroe.

Algunos directores contemporáneos alemanes, como Frieder Simon, reivindicaron la influencia de Pocci y de su personaje cómico.