Personaje mítico, de la literatura, de la ópera, del teatro de títeres y del teatro de sombras chinos. El Rey Mono existía en relatos populares antes de que Wu Chengen escribiera en 1550 la noval Viaje al oeste, pero esta obra clásica de la literatura china sirve de referencia al viaje mítico que emprende un pequeño grupo en busca de sutras budistas hacia el Oeste (en este caso, India). Dos monstruos arrepentidos (‘Pigsy’, Zhu Baijie y ‘Sandy’, Sha Wujing), y el Rey Mono son los compañeros que acompañan al maestro Xuan Zang (monje budista, Tripitaka) en sus peligrosas andanzas en esta gran epopeya.

También llamado Sun Wukong (Consciente del vacío), el Mono busca la inmortalidad mediante las enseñanzas de un maestro taoísta (Subodhi). Pero el arrogante Mono asume entonces el nombre “Gran sabio igual al Cielo”, al volverse aparentemente invencible gracias a sus múltiples poderes sobrenaturales y su bastón mágico, que podía adoptar el tamaño que deseara. Combate contra el Emperador de Jade, siembra el caos en el cielo y come los melocotones de la inmortalidad, hasta que cae derrotado por el mismo Buda, que lo encarceló durante 500 años en la Montaña de los cinco elementos. Finalmente, Sun Wukong es liberado por la compasiva bodhisattva Guanyin, pero a cambio debe escoltar al monje Tripitaka en su misión. Fanfarrón, torpe, pero también leal, intrépido y astuto, el Rey Mono, armado con su bastón mágico, triunfa sobre los demonios y vence todos los obstáculos en su camino. Gracioso, astuto, burlón, también encarna la rebelión contra el orden establecido y un modelo de independencia y de valentía, lo que le valió ser alabado por Mao Zedong como ejemplo de las virtudes del pueblo chino.

Comparable a Hanuman del Ramayana, el Rey de los monos porta una máscara con cara de mono y aparece en el papel de “rostro pintado” (jing) en Jingju (Ópera de Pekín/Beijing). También es un personaje frecuente en los teatros de sombras, de varillas, de guante o de hilo. Los numerosos episodios del relato proporcionan inagotables tramas para las versiones tradicionales o modernizadas de la historia. Hoy en día, lo encontramos en el cine, en la publicidad, en tebeos y en otros “productos derivados”, dulces o juguetes de todo tipo. El Mono es un reflejo de las tendencias contradictorias del ser humano, dominado por pasiones y anhelos a la vez que se esfuerza por alcanzar la iluminación y el perfeccionamiento de sí mismo.
(Véase China.)