El Teatro Nacional Académico Central Obraztsov de Moscú fue fundado en 1931 en el seno de la Casa de Educación de los Niños de Moscú y destinado a convertirse en “un laboratorio experimental de títeres”. Sus miembros fundadores fueron, principalmente: Sergueï Obraztsov, Evgueni Speranski e Ivan Zaïtsev (1863-1936), titiritero popular. A partir de 1936, Boris Touzloukov fue el escenógrafo principal y Leonora Chpet, que inspiró la creación de la compañía, se convirtió en su consejera literaria. El equipo inicial contaba con doce miembros. La primera representación (Jim y el dólar, de Andreï Globa) tuvo lugar el 17 de abril de 1932.
Durante los nueve primeros años, los espectáculos estaban destinados sobre todo a los niños. La elección del repertorio tropezó con la campaña ideológica anti-cuentos de hadas, que presentaba estos cuentos como el refugio del misticismo extranjero de la nueva juventud soviética. Las primeras obras, Jim y el dólar o Los hermanos Montgolfier (1934) combinaban el relato de aventuras con efectos específicos de los títeres (animalización y animación inspiradas por el cine mudo). A merced del lucio, cuento popular ruso no formó parte del repertorio hasta 1936, cuando se convirtió en el mayor éxito de la compañía. En 1937, el teatro se pudo instalar en sus locales donde se estableció el museo del Títere dirigido por el actor y dramaturgo Andreï Fedotov (1900-1963). En 1940, Obraztsov llevó a escena su primer espectáculo de títeres de varillas para adultos: La lámpara mágica de Aladdin, de Nina Guernet, que inauguró el repertorio lírico.
La idea de un espectáculo paródico fue materializada en 1946 con El concierto insólito, escenografía de Valentin Andrievitch (1908-1985). Durante sus giras por cuarenta países, la compañía ejerció cierta influencia. Además, se crearon cursos para titiriteros rusos y extranjeros en el teatro. Sin embargo, lo que ganó en maestría, el teatro lo perdió en deseo de experimentación. El festival internacional de la Unima, en 1958, suscitó cierta renovación y La divina comedia (1961), mezclando luz negra, actores vivos, máscaras y títeres, demostró que la compañía había renovado su público con la investigación de nuevos medios de expresión.
En 1970, el teatro se mudó a los locales especialmente concebidos para él, en el centro de Moscú. Tres personas que ya trabajaban allí. Alina Chpechneva (1940-1984) dirigió a los escenógrafos y decoradores y aportó una estética inspirada en las películas de animación materializadas por movimientos de títeres de alta precisión ante refinadas decoraciones. En los años 70 y 80, se añadieron al repertorio nuevas parodias de historias conocidas (Don Juan, 1975). Junto a Obraztsov, Semione Samodour (1911-1992) y Vladimir Koussov (1923-1997) dirigían sus propios espectáculos.
En 1976, el teatro acogió la mayor parte de los espectáculos presentados en el festival organizado con la ocasión del XII Congreso de la Unima. Sin embargo, en esta época una nueva ola de jóvenes titiriteros comenzó a imponer su ley en la escena soviética. El Teatro Central perdió su preeminencia. La crisis no se manifestó hasta la muerte de Obraztsov (1992). Trece años más tarde, parecía claro que todos los intentos de reanimación habían fracasado y el Teatro Central era un vestigio museificado de la gran época soviética. Desde 2001, se organizó el Festival Internacional Sergueï-Obraztsov.
Bibliografía
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- Baird, Bil. The Art of the Puppet [El arte de los títeres]. New York: Macmillan, 1965, pp. 203-205.
- Goldovski, Boris. Kukly Entsiklopediya [Enciclopedia de los títeres]. Moscow: Vremya, 2004.
- Obraztsov, Sergei. Teatr kukol [Teatro de títeres]. Moscow, 1981. Documentación fotográfica.
- Smirnova, N.I. Teatr Sergeya Obraztsova [El teatro de Sergei Obraztsov]. Moscow: Nauka, 1981.