Primeros tiempos

Se cree que los títeres han existido en Irlanda desde la Edad Media pero no existe documentación exacta. El primer títere conocido es el de Randal Stretch, que ocupó una barraca en la calle Dame de Dublín hacia 1720, pero para 1729 ya tenía su propio teatro fijo en Capel Street. Stretch murió en 1744, pero la compañía continuó veinte años más y un cartel indica que sus títeres existían aún en 1784. El repertorio incluía piezas de escritores locales, incluidos Charles Coffey y William Dunkin; y su personaje principal era Punch.

En diciembre de 1775 abrió el Teatro Patagonian de aficionados. Este teatro se caracterizó por la atención a los decorados, probablemente influenciado por el trabajo de Philippe de Loutherbourg. El Patagonian, con el pintor de decorados John Ellis y el escritor Kane O’Hara, estuvo activo alrededor de un año antes de trasladarse a Londres donde abandonó su estatus de aficionado.

En el siglo XIX, Abbey Street era el centro de entretenimiento popular en Dublín y muchos espectáculos de títeres tenían lugar en la zona y en las galerías vecinas. En 1868 Lambert d’Arc creó su muestra de figuras de cera en Dublín, a la que añadió un espectáculo de títeres. Su teatro de títeres ocupó una de las salas del Rotunda (Gate Theatre hoy en día) y su repertorio incluía los éxitos teatrales de la época, como The Colleen Bawn (1860) de Dion Boucicault, pantomimas y números de variedades (ver D’Arc’s Marionettes).

Muchos nombres irlandeses aparecen en el mundo del títere inglés de la época victoriana: Henry O’Brien, R.C. Donnelly, W.G. Cassidy, Harry Fanning. Esto indica los constantes viajes entre los dos países.

La mayoría de la documentación de los viajes de los teatros de marionetas del siglo XIX se refiere a las ciudades de Belfast, Cork y Dublín. Las compañías a menudo alternaban o combinaban espectáculos con actores y con títeres. De acuerdo con la tradición oral, los McCormmick fueron artistas itinerantes desde el siglo XVII y ramas de esta familia continuaron viajando con sus barracas hasta mediados de los 1960. La familia Cullen, relacionada con los McCormick, tienen hoy atracciones de feria pero descienden de un titiritero feriante que llegó a Irlanda en 1830 y viajó principalmente por áreas rurales.

Espectáculos de variedades

A principios del siglo XX el drama The Babes in the Wood (Los niños en el bosque) era uno de los últimos vestigios del vasto repertorio de títeres. Los titiriteros se complacían cada vez más con trucos y pantomimas cortas. En 1940 muchos cines abrían su  programa con cine-variedades y muchas veces se podían ver títeres en ellas.

Los McCormick actuaban a menudo de esta manera en el Dublin’s Queens Theatre. Con ellos, los black-faced Christy Minstrels (músicos blancos maquillados como negros), que aparecían en todos los programas de títeres de finales del siglo XIX, se adaptaron al nuevo formato, siendo reducidos a un banjista acompañado por un acordeonista y un bailarín. Un diálogo cómico y unos cuantos pasos de baile eran interrumpidos por la llegada de Basket Biddy, una mujer que llevaba una cesta a la espalda, de la que salía un bebé y bailaba unos momentos, antes de saltar dentro de ella otra vez. Después salían cuatro chicas, las cuatro Miss Adams (llamadas así por un baile de principios del siglo XIX), que actuaban en grupo y el show terminaba con tres números populares clásicos: el esqueleto que se descoyunta, el burro recalcitrante y el funambulista.

En 1950 una pareja inglesa, Herbert y Grace Chaney, abrieron un teatro en un sótano de Dublín donde presentaban números de variedades un poco más modernos, del estilo de los antiguos fantoccini.

El último de los artistas ‘tradicionales’ fue Harry McCormick, que actuó en el Butlin’s Holiday Camp (campamento de vacaciones Butlin) hasta 1970 y cuyos números incluían tanto a Gary Glitter y Elton John, como a otros más antiguos.

El títere moderno

El arte del títere moderno nació en Irlanda en 1942 cuando el arquitecto Nelson Paine, junto con un grupo de artistas, escritores y músicos, fundó el Dublin Marionette Group (Grupo de Títeres de Dublín). Representaron el Fausto de Marlowe con marionetas, pero desarrollaron una preferencia por los títeres de guante y de varillas. Su repertorio incluía la Farsa del Maestro Pierre Pathelin, Treasure Island (La isla del Tesoro), de Stevenson, y la Caja de juguetes, de Debussy, así como adaptaciones teatrales de baladas populares. La compañía se disolvió en 1950, pero en 1954 Nelson Paine creó la Puppet Opera Company (Compañía Ópera de Títeres) que viajó por toda Irlanda durante tres años representando Carmen, La Traviata, La Bohème e I Puritani con grabaciones de gramófono. Paine creía que los títeres de guante eran un medio más expresivo que otros títeres; además los suyos tenían extensiones de brazos para darles una silueta más realista y que pudiesen hacer gestos operísticos.

Desde 1970 Eugene Lambert inició una renovación del arte del títere para un público joven. Con la fundación del teatro Lambert Puppet, títeres en televisión y un arduo programa de viajes, la compañía llegó al más extenso público posible y sacó los títeres de su estatus de minoría.

El resurgimiento de 1980

Paradójicamente, la recesión y el desempleo de 1980 ayudó a los títeres. Para jóvenes con vocación, los títeres eran una manera de recibir un salario mínimo en el contexto de programas estatales para desempleados. Para las compañías existentes la posibilidad de sumar estos nuevos reclutas era una compensación a la ausencia de subsidios al sector en sí.

El teatro Omnibus, de Jean Regan y Bernard Dowd, fue fundado cerca de Ennis en 1981 y alternaba producciones a pequeña escala presentadas en espacios no-teatrales con otras a grandísima escala. Johnny Patterson’s Circus (El circo de Johnny Patterson, 1989) contaba la historia de un célebre cantante de folk del siglo XIX. Se representó en una carpa de circo con títeres de cuatro metros de alto y necesitó 50 manipuladores. El teatro Omnibus colaboró con algunos de los más destacados dramaturgos irlandeses contemporáneos, principalmente con Michael Harding, en The Burying of Brian Bory (El entierro de Brian Boru, 1990). Sin embargo, gran parte de su trabajo era con niños en talleres, que a veces incluían producciones presentadas en la escuela. Con el resurgimiento económico de los años 90, cesaron las subvenciones y Regan y Dowd finalizaron sus actividades en 1999.

Macnas, de Galway, creada en 1986, consiguió un mayor grado de éxito y reconocimiento. Inspirada en el trabajo de Welfare State y Els Comediants, Macnas se especializó en títeres gigantes y exhibiciones callejeras para ocasiones festivas. También se involucró en representaciones artísticas y en la creación de eventos a gran escala. Una de sus producciones más impresionantes fue la reinterpretación de la epopeya irlandesa The Táin (1990) con títeres gigantes y la participación del grupo musical U2.

En los años 1980, la ciudad de Galway se convirtió en un importante centro teatral con un buen grupo de titiriteros. Padraig Bracken solía presentar espectáculos en la lengua irlandesa. John Wilson, con su compañía Spring Onion (Cebolla de Primavera) alternaba entre Irlanda e Italia y Tommy Baker (Your Man’s Puppets – Los títeres de tu hombre), que continúa siendo uno de los grandes titiriteros de Irlanda, se estableció en la zona. Otras compañías del Este de Irlanda son Chris Wallis’s Dog (El perro de Chris Wallis) y String en Ennis y Cilian Rogers con sus figuras callejeras gigantes en Sligo.

Televisión

En el siglo XXI el arte del títere irlandés se distingue frecuentemente por la importancia que se le da a la palabra hablada (improvisada). En los 1950, Punch, con acento irlandés, se dirigía directamente a la audiencia, generalmente sin un guión fijo. En 1980 la idea de títere como presentador o dialogando con el presentador se popularizó en televisión y la pequeña pantalla se convirtió en un recurso de la tradición de improvisación oral. Las primeras estrellas fueron Zig y Zag, que hablaban con el presentador y hacían comentarios satíricos mordaces sobre la sociedad y la política. Los titiriteros continuaron en el anonimato mientras el programa, inicialmente destinado a los niños, atraía espectadores de todas las edades. Una década más tarde, Zig and Zag obtuvieron un contrato en la televisión británica. Su sucesor fue un horroroso e igualmente imparable pavo llamado Dustin, cuya popularidad se extendió más allá del programa para el que fue creado, grabó CDs con sus ruidosas canciones e incluso se las apañó para ser seleccionado como representante de Irlanda en el concurso de canto de Eurovisión. Otro programa inmensamente popular (generalmente de horario nocturno) ha sido Rodge and Podge, dos ancianos con conversaciones improvisadas igualmente desenfrenadas.

La década de 1990

La tradición de Punch and Judy continúa, pero los intérpretes ahora tienen contratos y no tienen que pasar la gorra. Entre los mejores Punchmen (hombres de Punch) de finales del siglo XX se incluyen Harry Cullen, Neville Wiltshire y William Haslett (también clérigo). Julie Rose McCormick viajó a lo largo de toda Irlanda con el espectáculo de Punch and Judy, así como con un repertorio de versiones para títeres de guante de conocidos cuentos de hadas y tradicionales.

Otra importante compañía fue fundada en los 90 es Pucà, de Niamh Lawlor, que a menudo hace representaciones en irlandés. Una de las piezas del repertorio de la compañía durante mucho tiempo fue Mary Mary, una obra íntima sobre la vida diaria de una anciana. Su mejor producción hasta la fecha ha sido una evocadora versión de Coraline.

Otra compañía reciente de creciente importancia es Branar, una compañía de idioma irlandés en la que se pone mucho énfasis en la utilización de música especialmente compuesta y en directo.

Varios miembros de la familia Lambert continúan la tradición con sus propias compañías. Conor da un nuevo sabor a Punch and Judy. Miriam ha creado un repertorio más experimental de obras en solitario y ahora cuenta con una reputación internacional. Paula, cuya carrera despegó con un títere de televisión enormemente popular, Bosco, viaja con un alegre repertorio de cuentos de hadas para títeres de guante. Noel y su esposa Eva Lundin han extendido su área de giras a Medio Oriente, donde interpretan espectáculos coloristas con elementos contemporáneos muy potentes.

El Teatro Lambert Puppet sigue ahora con Liam Lambert. Se ha asociado con el International Puppet Festival (Festival Internacional de Títeres), Irlanda, desde su creación en 1991.

Bibliografía

  • McCormick, John. The Victorian Marionette Theatre. Iowa City (IA): Iowa Univ. Press, Studies in Theatre History and Culture, 2004.
  • Phillips, John. “D’Arc’s in Dublin”. Theatre Notebook. Vol. XLVIII, No. 1. London, 1994.
  • Speaight, George. The History of the English Puppet Theatre. London: George Harrap, 1955; Illinois: Robert Hale/South Illinois University Press, 1990.