Algunos rituales y actuaciones de Kirguistán esconden rudimentos del arte del títere, principalmente el kuurtchak oyun, “juego de muñecas” y el tak teke.

El kuurtchak oyun es una especie de teatro doméstico representado por chicas jóvenes sobre un montón de cojines apilados en una esquina de una tienda de campaña. Las figuras eran muy simples, una cruz de madera con un trozo de tela que rodeaba la cabeza. Estas representaciones se realizaban en reuniones familiares, por ejemplo en bodas. En este caso, eran las jóvenes de los respectivos pueblos de los novios las que actuaban.

Las actuaciones de tak teke eran acompañadas por el komuz, una especie de laúd kirguís de tres cuerdas: sobre una pequeña tarima colocada delante del músico aparecía un títere que figuraba a una cabra salvaje animada por hilos unidos a la mano que tocaba las cuerdas del instrumento. Y el animal era finalmente reemplazado por todo un rebaño.

Entre los que lo han representado, el único conocido es Adymkalaï Baïbatyrov, pero éste, además, también introdujo los títeres de guante. La esquina de la tienda donde actuaba se separaba con un biombo por encima del que sus títeres de guante representaban escenas de la vida local. Su espectáculo más popular fue Pobre Ivan el Bravo. Baïbatyrov se incorporó a la orquesta del primer teatro fundado en la república autónoma de Kirguistán en 1930.

El primer teatro de títeres profesional se fundó en Frounze (hoy en día Biskek) en 1938 y la compañía extrajo su repertorio del de Sergueï Obraztsov. La primera obra original, Zarlyk y el gigante, fue una obra del dramaturgo kirguís O. Sarbaghichev. En 1945, un director y fundador de dos teatros de títeres de Moscú, Viktor Chvemberger (1892-1970), evacuado de la capital rusa tras el comienzo de la invasión alemana, se unió al equipo ya existente y ayudó en la evolución a la profesionalidad. En 1946, se formó una troupe para actuar en kirguís (lengua cercana al turco) y su espectáculo más conocido es aún Talas el cazador, inspirado en los poemas épicos.

El Teatro de títeres de la república, situado en Biskek, ha conservado su estatus tras la división de la Unión Soviética. Actúa en kirguís y en ruso para un público infantil y adulto.