No existe a primera vista teatro de títeres de Somalia. No obstante, podemos entrever el arte del títere en algunos juguetes de niños y algunos objetos rituales utilizados por los adultos.

Figuras de tierra

Los niños somalíes crean pequeñas figuras animales: cabras, vacas, dromedarios, leones, guepardos, hienas… Para estas figuras de barro seco, los niños imaginan historias en las que son pastores de manadas. Imaginan que les llevan a través la sabana en busca de pasto y agua y que les defiende de los animales salvajes. A veces, cargan sus minúsculos dromedarios de pequeñas ramas mantenidas por cuerdas y les pasean en procesión, como si fueran una caravana.

Muñecas de niños

Muñecas, llamadas alan, son en general preparadas a partir de una grande hoja de xaskul (tipo de agave) sin sus espinas, se golpea la extremidad con un bastón o una piedra para hacer explotar la corteza dura y sacar las fibras interiores. Los niños crean de este modo personajes (un papá, una mamá y sus descendientes), con los que imitan escenas de la vida cotidiana (alama alamey).

Muñecas de matrimonio

Las muñecas de matrimonio, llamadas gaaf, son destinadas a la fiesta del gambo saar, que, en el norte y centro de Somalia y en la parte septentrional del Ogaden, concluye las ceremonias de matrimonio. Esta celebración reúne a muchachos y muchachas para una especie de juego erótico educativo que ocurre al anochecer. Los invitados se sientan según una jerarquía rigurosa, y forman un circulo amplio presidido por la pareja de los recién casados. En el centro, se instala una muñeca. Aquella, alta de 60 a 80 centímetros, dotada de ropa de gala (vestido, faldas, chale de hombros, fular de cabeza, etc.) y de joyas, es ciudada por una chica de la familia de la novia, a menudo una prima cercana. Esta persona tiene una varilla larga y flexible. El juego consiste en desnudar la muñeca, lo que puede parecer fácil. Pero este ceremonial debe hacerse de forma precisa porque prefigura el orden que el novio tendrá que seguir para desnudar a la novia durante la noche de boda, de aquí su carácter educativo. Solo los jóvenes no casados pueden asistir al juego. El desnudamiento tiene que hacerse en el sentido inverso exacto del revestimiento, que solo la guardiana de la muñeca conoce ya que asistió a ello. Este entretenimiento puede durar entre unas horas a varias noches, hasta que la gaaf esté totalmente desnuda. Nos podemos entonces dar cuenta que su estructura es una cesta de hierbas trenzadas, compuesto de dos partes encajadas una con la otra. La parte baja, de forma redonda, es un recipiente. La parte alta, más alargada, es una tapa de forma cónica coronada de un segundo cono invertido y más pequeño. Las dos partes están unidas por unas cuerditas sabiamente atadas y que tienen que deshacer. Esta combinación recuerda una silueta femenina, con una cabeza triangular, una tripa abombada y piernas cortas. En el “recipiente tripa” de esta “mujer cesta” se esconde un bol que la madre de la novia llenó de carne confitada, especialmente preparada para la ocasión. Los participantes que consiguieron abrirlo se repartirán la carne. Lo llenará luego de regalos para la madre de la novia y lo devolverán a su guardiana que se lo hará llegar. El simbolismo de esta muñeca es muy marcado. Además de representar la novia como una princesa, la gaaf representa el estatus de la mujer como procreadora (tripa abombada de la cesta). Finalmente, los chicos de la familia del novio, que comen la carne, recuerdan que los futuros hijos (sobre todo los niños) pertenecerán al linaje del padre.

Títeres contemporáneos

Una vez terminada la larga lucha civil y cuando fue reabierto el teatro nacional en 2012, tras de un paréntesis de dos décadas, se esperaba que pudieran comenzar los intercambios culturales locales e internacionales. Sin embargo, tuvo lugar un atentado suicida a los pocos meses y, aunque se inició la reconstrucción, de la situación seguía siendo difícil. Algunos grupos internacionales han visitado los campos de refugiados con sus espectáculos, de clowny y trabajo de títeres, pero normalmente los títeres no se practican en el país.

Bibliografía

  • McMahon, Kathryn. “The Hargeisa Provincial Museum [El Museo Provincial de Hargeisa]” In African Arts. Vol. 21, No. 3 (Mayo de 1988). http://www.jstor.org/stable/3336446. Consultado el 5 de julio de 2013.