Teatro de títeres ruso fundado en 1918 en Petrogrado (nombre de San Petersburgo entre 1914 y 1924) con el nombre de Teatro Nacional de Títeres de Petrogrado, por un grupo de artistas dirigido por Lioubov Chaporina-Yakovleva.

Los primeros espectáculos (La historia del zar Saltan, de Aleksandr Pushkin y Vertep de Mijaíl Kuzmin) manifestaban la voluntad de crear un teatro de títeres de hilos poético, que recogía la experiencia del arte vanguardista europeo y de los intelectuales rusos pre-revolucionarios. Este deseo fue bastante inoportuno, en la medida en la que el joven Estado soviético se preocupaba sobre todo de hacer tabla rasa del pasado y dar rienda suelta a la nueva ideología. La compañía de Lioubov Chaporina-Yakovleva creó en particular : En el circo, La pequeña Caperucita Roja, A merced del lucio, El viaje de Gulliver a Lilliput, pero en 1930 se fusionó con el Teatro de Petrouchka de Eugeni Demmeni, fundado en 1924 y más en sintonía con los tiempos.

Demmeni, quien hasta la fecha sólo había utilizado los títeres de guante, fue elegido cabeza de la compañía. Este adepto del Petrouchka continuó en ese puesto hasta 1969 y durante casi cuarenta años, debió adaptarse a los títeres de hilos. Esto tuvo como efecto aumentar la tendencia a las parodias y a las caricaturas, pero también hacer sobrevivir los títeres de hilos: a mediados de 1980, la compañía de Leningrado era la única, en la Unión Soviética, en utilizarlos.

La compañía llevó a cabo una notable actividad cultural y pedagógica. Promovió a dramaturgos específicos del género (los, a partir de entonces, clásicos Evgueni Schwartz y Samouil Marchak escribieron sus primeras obras para Demmeni) y adaptó los grandes clásicos europeos (Cervantes, Shakespeare, Moliere, Swift y Maeterlinck); creó la primera enseñanza especial de títeres en la Unión Soviética. El Museo del Teatro Central, donde están expuestos los títeres de Tatiana Brouni, de Maria Artioukhova, de Ivan Pavlovitch y de Elisavieta Krouguilova, permite constatar su actividad artística.

Natalia Sizykh dirigió la escenografía de la compañía desde 1983. Tras la muerte de Evgueni Demmeni en 1969, los directores artísticos se han sucedido rápidamente, pero Nikita Okhotchinski, actor y conservador del museo, sigue siendo guardián de las tradiciones. No obstante, el peso aplastante de la grandeza pasada, parece haber inhibido a la compañía, que no ha producido nada excepcional desde 1970.