Títere de manipulación ‘equiplana’. Este tipo de manipulación no presenta ningún artificio mecánico de cogida y el títere no es habitable. Este tipo de títere se toma directamente por la mano o por la cintura y se manipula a la vista, convirtiéndose así en un doble del titiritero, en una especie de pas de deux que posee una autonomía dramática propia independiente de la de éste. “Estos son los juegos de elaboración con el material a la vista, donde el titiritero acciona sobre el objeto cotidiano (Théâtre sur le Fil) o la estructura evolutiva de Garganthéâtre, que es a la vez teatrino y títere, es decir, un ‘objeto-espectáculo’ agarrado con el que se miden los actores” (Claude Monestier, “Un marginalisme nécessaire” (Una marginalidad necesaria) en Théâtre de Gennevilliers, Théâtre public. Le théâtre de marionnettes (Teatro público. El teatro de títeres). En África, numerosos fetiches son manipulados directamente. Los nsiba, títeres-trompas congoleños, eran manipulados por la cintura y los portadores soplaban dentro de ellas para hacerlas resonar. Esta ceremonia se desarrollaba durante las exequias de algún miembro importante de la comunidad bembe. Michael Meschke presentó en 1973, en el Marionettentheater de Estocolmo, Fulgor y muerte de Joaquín Murrieta, de Pablo Neruda, con comediantes que manipulaban directamente con la mano pequeños figurines sobre una mesa engalanada con un decorado. El escenógrafo Marcel Violette diseñó, entre 1970 y 1982, títeres para la compañía Houdart-Heuclin: en Le roi se meurt (El rey se muere), de Eugène Ionesco (1974), los personajes eran representados por grandes cordones de tela de yute manchada montados sobre gruesos muelles. Al principio del espectáculo, eran transportados en extensión por los comediantes. Medían más de 2 metros y, a medida que el poder y la sociedad se disgregaban y que el rey moría, se dividían en capas, se enroscaban sobre sí mismos hasta desaparecer en el suelo y, entonces, los comediantes, como tales, tomaban el relevo. Para el Teatro de la Manicle, de la Haya, dirigido por Georges Vérin, imaginó títeres en una adaptación de la novela de Howard Buten, Monsieur Butterfly (1999). Los cuatro personajes, que representaban minusválidos, realizados con objetos que estaban tirados en un bar (una bola de azúcar, una bayeta, una guitarra, una boa), eran ensamblados a la vista por los comediantes. En algunas escenas de construcción, de fiesta o de violencia, eran manipulados como objetos agarrados directamente. O, incluso, en Fissures (Fisuras), un espectáculo montado por el Nord-Ouest Théâtre – La Famille magnifique (La Familia magnífica), de René Pareja – Roland Fichet relataba la violación y el asesinato de una mujer. Fabricar una apariencia que resistiera a tal furor era todo un desafío, pero, simplemente, desgarrando una hoja de papel doblada en dos, el comediante que recitaba hacía nacer la forma de una mujer. De esta silueta insignificante y frágil extraía toda la fuerza dramática con su manipulación sin artificio. Víctima de todas las vejaciones, era herida, después desgarrada en pedazos y acababa ahogada. Franck Soehnle, de la compañía Figuren theater Tübingen, manipuló notablemente, a la vista, la danza frenética de una especie de esqueleto en Flamingo bar (Bar Flamingo). El títere estaba formado por una cabeza hueca (de mandíbula móvil) enganchada por los hombros a un travesaño al que estaban atados unos brazos articulados y unos largos andrajos a modo de vestido. Con una mano colocada con la palma hacia arriba, sujetaba la cabeza con su pulgar y una brida (fijada detrás del travesaño) posada sobre la muñeca. Los otros dedos estaban situados en el interior para mover la mandíbula. Su mano izquierda empuñaba directamente las manos del títere. La compañía “S’appelle reviens” presentó en États de femmes (Estados de mujeres, 2005) una investigación de manipulación directa de materiales para construir los personajes. Estos artistas modelan directamente títeres, empuñan tierra y arena y juegan con materiales como el látex y el azúcar para expresar sus emociones o sus pesadillas.