Títere de manipulación equiplana. Como su propio nombre sugiere, este títere alberga a su titiritero, que a menudo está equipado con un arnés, con un casco y/o con un talabarte sobre los que reposa la figura. Para realzar el personaje, la cabeza a veces se dirige y manipula con el extremo de una varilla. Asimismo, forma parte del grupo de títeres gigantes. Los cabezudos del carnaval de Niza son caricaturas grotescas que representan profesiones (la vendedora de flores nizarda, el policía), personalidades de la política o del espectáculo, animales de dibujos animados o de personajes de cómic. Se fabrican durante todo el año en los talleres de la histórica ciudad siguiendo la técnica del papel encolado. En estos mismos talleres se construyen las carrozas del desfile carnavalesco. En Taiwán se instalan en los templos títeres habitables que representan a los dioses y que se exhiben en las procesiones. En la Cantate pour la dame grise n° 2 (Cantata por la dama gris nº 2, 1970) el Bread and Puppet Theater utilizó títeres habitables con grandes máscaras de celastic y vestidos con amplias telas pintadas. En 1972, dos artistas suizos, Andres Bossard y Bernie Schürch, ambos provenientes de la escuela de teatro Jacques-Lecoq de París, y la ítaloamericana Floriana Frassetto presentaron en el Festival de Aviñón un espectáculo completamente mudo, llamado Mummenschanz, que tuvo una acogida entusiasta. La compañía de los Mummenschanz acababa de nacer. Estos extraordinarios mimos confirieron una dimensión surrealista a sus máscaras. «Caminaban sobre los dientes y rechinaban los pies» comentaba Die Welt en 1974. Ellos «habitan» formas abstractas, tubos de ventilación, pizzas, bolsas de plástico transparente infladas, esculturas de espuma, enormes manos o un pulpo gigante… dando muestras de una imaginación desbordante que obtiene inspiración del mundo que les rodea. En Sudamérica, los Tukuna utilizan trajes funerarios originarios de la Amazonia (en el Alto Río Negro, en Bolivia). Están hechos de fibras golpeadas de buruti (palmera), adornados con dibujos geométricos trazados con el negro del humo y con el rojo de la arcilla. Estos títeres habitables representan diferentes animales, en función de la danza y los cánticos que les acompañen. La compañía de teatro española Putxinellis Claca, fundada en 1968 por Teresa Calafell y Joan Baixas, presentó en 1978 el espectáculo Mori el merma con títeres gigantes pintados por Miró a partir de diseños inspirados en la temática de Ubú. En África, los Pende de Zaire utilizan un títere habitable ceremonial llamado Gikuku o «abuelo», que consta de un torso, de ramas entrelazadas recubiertas de una tela de rafia y coronado con una pequeña cabeza de madera esculpida. Un amplio vestido de rafia esconde al manipulador y a los hombres enmascarados que salen por debajo gritando «¡engendra abuelo!». El Barong de Indonesia es un dragón formado por una máscara de madera esculpida, adornado con cuero recortado dorado y con fibras vegetales blancas y con una mandíbula articulada. El cuerpo está hecho de fibras blancas y la cola es un báculo de cuero calado, dorado y decorado con millares de pequeños espejos redondos. Dos titiriteros, uno para la cabeza y otro para la cola, mueven el títere. Los dragones tradicionales chinos están constituidos por una cabeza con mandíbula articulada hecha con la técnica del papel encolado sobre una armadura de bambú y por un cuerpo compuesto por anillos de tela o de papel de colores vivos. Ambas partes, sujetas con una carcasa de bambú, bailan al son de los platillos y de los tambores para celebrar el Año Nuevo. En el interior, un titiritero-acróbata anima la cabeza bailando, saltando y escalando, mientras un segundo titiritero manipula la cola.

Bibliografía

  • Armengaud, Christian, « Mori el Marma » en Revue Unima-France, n° 61, septiembre 1978.
  • Bührer, Michel, Mummenschanz, Lausana, Favre, 1984.