Teatro de sombras de Karnataka, en el Sudoeste de la India. Togalu significa “cuero” y gombeyata “figurilla, muñeco, danza y representación”. Existen dos tipos diferentes de togalu gombeyata dependiendo del tamaño de las figurillas. El teatro chikka utiliza los títeres más pequeños (entre 20 y 30 centímetros de altura) y el dodda opta por los más grandes (entre 30 y 120 centímetros de alto). Existen diversas variantes regionales dentro de estos dos tipos de teatro, en lo que respecta a las técnicas de manipulación, la música, y a la morfología de las figuras que reproducen, los adornos esculpidos o pintados de los templos locales (con una antigüedad de, al menos, siglo). Por ejemplo, la posición de los ojos en un rostro visto de frente, así como las composiciones de seres humanos, animales, pájaros y árboles se basa en los frescos del templo Lepakshi.
Los manipuladores forman parte de los Killikyeta, una tribu que emigró de Maharastra hace al menos dos siglos y se asentó en diferentes regiones del sur de India, especialmente en Karnataka, Andhra Pradesh y Tamil Nadu. Aún hablan el Aare (Aré) Marathi, un dialecto procedente del Marathi antiguo desconocido por los habitantes de los estados meridionales.
Durante las representaciones de togalu gombeyata, los titiriteros hablan en Kannada, una de las lenguas de Karnataka, pero incluyen ciertos cantos o exclamaciones en Aare Marathi. Poseen el estatus de artistas-educadores ambulantes. El repertorio se basa en fragmentos del Mahabharata, el Ramayana y los Puranas, así como en cuentos populares. La fuente principal de inspiración en lengua Kannada se encuentra en los episodios del Ramayana.
Las representaciones del togalu gombeyata se desarrollan en un espacio reservado, a las afueras del pueblo, pero también en el patio de ciertos templos. Las sombras coloreadas y translúcidas de figurillas se ven detrás de una pantalla, una tela de algodón blanco rectangular, sujeta entre dos postes. La iluminación – antiguamente se utilizaba una lámpara de aceite, más tarde la lámpara de queroseno y hoy en día, la de neón – se coloca entre el titiritero y las figuras de cuero. Los manipuladores de figurillas se desplazan con sus propios teatros de títeres portátiles, que pueden montarse y desmontarse. Están fabricados con doce postes de bambú, una cuerda larga y una pieza de tela blanca que puede colocarse en tres o cuatro extremos. Normalmente hay dos titiriteros que se instalan dentro de esta especie de cabina desde la cual manejan las figuras de sombras para que los espectadores no les vean. Los músicos, un cantante, un intérprete de maddalam (tambor horizontal que se toca por ambos extremos), un intérprete de tala (címbalo), un intérprete de armonio, se sientan o permanecen de pie a un lado. Todos llevan gejje, tobilleras con campanillas metálicas alrededor de las piernas.
La representación comienza con la aparición de Ganapati (Ganesh), el dios con cabeza de elefante, sentado bajo un árbol acompañado de su gallo, un pavo real y unos loros, sobre los cuales se encuentra la diosa del conocimiento, la música y la ciencia, Sharada (Saraswati), al igual que los payasos Killikyeta y su esposa Bagarakka. Tras las invocaciones a Ganapati y Sharada, el episodio elegido comienza.
La figura de sombras se fija y se sujeta mediante una vara de bambú que la atraviesa en vertical. Otra vara de bambú mucho más fina se emplea para manipular su único miembro móvil, normalmente un brazo, pero a veces puede ser la cabeza o la pierna. Los titiriteros manipulan las figuras grandes, que tienen una talla similar a la suya (1,80 metros de alto) por detrás de la pantalla. Antiguamente las figuras se fabricaban con piel de gamo pero actualmente se utiliza la piel de la cabra. Las representaciones se realizan durante las festividades religiosas y profanas de las regiones de Mysore, Mandya, Bellary y otros pueblos de Karnataka.
Ciertos rituales consagrados a la fabricación de figuras hacen énfasis en el corte y la perforación del cuero y en el proceso de tintado a base de ingredientes vegetales y minerales, sustituidos hoy en día por preparaciones químicas. Las figurillas no son pintadas, sino teñidas.
Actualmente, muy pocos titiriteros representan el togalu gombeyata. Su pobreza y sobre todo la falta de interés de las poblaciones locales les conduce hacia el final de una expresión teatral de un refinamiento excepcional.
En la actualidad, existen compañías y familias tradicionales que representan togalu gombeyata, algunos de cuyos componentes son maestros titiriteros reconocidos a nivel local e incluso nacional por su contribución al arte de los títeres.
(Véase India y Premios de la Academia Sangeet Natak al Arte de los títeres.)