Titiritero Bamana de Mali. Procedente de una familia de escultores y maestros titiriteros, Yaya Coulibaly se inició en su juventud en las artes que ocupaban un lugar elevado en los ritos de iniciación. Estudió dibujo e historia del arte en el Institut National des Arts (Instituto Nacional de las Artes) en Bamako, donde más tarde ejerció de profesor y dirigió talleres. También trabajó en el Museo Nacional de Mali en la sección de etnografía. En 1986 asumió el cargo de director de la Troupe Nationale de Marionnettes du Mali (Compañía Nacional de Títeres de Mali). Coulibaly añadió escenas contemporáneas al repertorio clásico de cuentos y leyendas folklóricas y creó sátiras sociales y utilizó títeres de estilo moderno. Por discrepancias con la administración, dimitió de su puesto y en 1998 creó su propia compañía, la Compagnie Sogolon (La Voz de los Ancestros).

Yaya Coulibaly se considera un artista completo con una formación artística de doble vertiente: tradicional y moderna. La inspiración le viene de sueños, fetiches y animales, que tienen un papel preponderante en su obra. Utiliza títeres de varilla, de hilo y títeres corporales. Coulibaly vive en Bamako, donde esculpe sus estatuillas con su hermano y vende su trabajo. También restaura piezas antiguas y enseña a sus hijos el arte de la manipulación. En los 80 trabajó para el escritor, dramaturgo y artista camerunés residente en la actualidad en Costa de Marfil Werewere Liking y asistió a un taller del Institut International de la Marionnette en Charleville-Mézières, Francia, en 1988. Desde 1990 ha salido de gira con frecuencia, primero mostrando su obra en festivales rurales y después en festivales europeos y africanos. En 1999 participó en una gira por África, Europa y Estados Unidos y realizó espectáculos durante los 3º Encuentros de Bamako, la Bienal Africana de Fotografía. El teatro de títeres de Yaya Coulibaly lleva consigo un mensaje de solidaridad, paz y tolerancia.