Compañía fundada en 1976 en Alsacia, por Luc Amoros (Oran, 1956) y Michèle Augustin (Estrasburgo, 1956). La compañía Amoros et Augustin elabora a lo largo de sus espectáculos un lenguaje único apoyándose sobre la imagen viva y la música en directo. Tras los primeros espectáculos clásicos (Püberg en 1981, Püberg et la Mégamort en 1984, Le Tragique destin d’un héros de verre (El trágico destino de un héroe de vidrio) en 1987), sus «montreurs d’ombres» han integrado las artes plásticas, la danza, y después el video con manipulación de la luz; siendo la pantalla el punto focal de sus espectáculos, donde se fundan imágenes de todo tipo. Venidas de culturas lejanas y arcaicas, las incorporan a referencias contemporáneas. Las leyendas mandinga les han inspirado Sunjata (1989); la música lapona, Le Chant de l’ours (El canto del oso) (1993); el cine de aventuras, Señor Z (1991) y La Bounty (1996); Tristan et Iseult (Tristán e Isolda), Le Chant d’Essylt (El canto de Essylt) (1998), según Michel Cazenave. A partir de 1999, la compañía inició una serie de ciclos, que incluye todas las fases de la exploración del mundo de las imágenes y su fabricación a la vista. El de «Imágenes fugaces» incluye Monsieur Grant (1999); L’Œil nu (2002), una pequeña forma dirigida especialmente a los niños, 360° à l’ombre (2002), fresco monumental para la calle en torno al cual el espectador puede circular; y 361 ° Celsius (2002), espectáculo gráfico y coreográfico sobre la escritura. El ciclo de «Papeles arrugados» ha reunido formas ligeras sobre el tema de las sombras: La Nuit où tu m’aimeras (2003), Avant la chute (2004), dirigido por Michèle Agustin, y Dernières nouvelles de mon ombre (2004), antes del próximo ciclo llamado «Sombras eléctricas». Las creaciones de Amoros et Augustin, verdaderos rituales poéticos, exploran la magia de las imágenes virtuales de ayer y de hoy, y se preguntan por su aparición en el lugar exacto de «el encuentro de miradas del sombrista y el espectador». Situada en Alsacia, la compañía participa en la acción artística en el medio escolar y en el proyecto de rehabilitación de la Halle de Meisenthal que debe acoger un lugar de encuentro para estudiantes y artistas, «residencia cotidiana de invención e investigación».