Armenia es una de las naciones más antiguas del mundo, así como sus tradiciones teatrales. Los festivales folklóricos se han acompañado desde muy antiguo de rituales y juegos paganos. Ya en el siglo I a. C., se menciona la llegada de actores ambulantes, los gusan. Las vardzak, actrices-mimos, se exhibían con máscaras. Las más interesantes eran las que representaban a los lobos feroces y tenían dos caras reversibles.
Más tarde, la cultura armenia se vio muy influida por la supremacía turca e iraní de los siglos XVII y XVIII. Esto explica la gran dedicación al teatro de sombras y al personaje Karagöz, que se adaptó progresivamente a la cultura local y a los rasgos étnicos armenios. Bajo la forma de títere de guante tomó las calles con el nombre de Karapet.
En 1920, Armenia fue integrada en la Unión Soviética. Este cambio de régimen se notó tanto administrativamente como estéticamente en los teatros nacionales, que se crearon, ya a finales de los años 1920, en Armenia y en el resto de la federación. El más grande de estos teatros era el Teatro nacional armenio Hovhannes Toumanyan, fundado en 1935 en Erevan y dedicado al público joven. También podemos citar el Teatro nacional de Leninakan (hoy Gumri), fundado en el mismo año. Su repertorio estaba dirigido a un público infantil y se le daba más importancia a la pedagogía que a las innovaciones estéticas. Sin embargo, su fundación permitió una profesionalización en el ámbito del títere y la promoción del repertorio clásico con obras del patrimonio mundial y nacional.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el teatro Hovhannes Toumanyan organizó espectáculos patrióticos inspirados en el folklore nacional y algunas obras satíricas de propaganda (Hitler en el zoo, 1942).
Después de 1945 las compañías se vieron obligadas a seguir un desarrollo paralelo al teatro de Obraztsov (véase Rusia). Por tanto, hasta los años 1950 sólo se utilizaban títeres de guante y de varillas. Hubo que esperar hasta los años 1960 para que el teatro armenio se modernizase, influido por los festivales internacionales, y, sobre todo, por la reaparición de los títeres rumanos. En el teatro Hovhannes Toumanyan, los decorados e intrigas de Aramais Sargsian, poéticos y abstractos, sucedieron a las puestas en escena académicas con títeres naturalistas. También fue en esta época cuando se utilizaron nuevos materiales (nuevos en la URSS, al menos), como la esponja de caucho (Señor Tornado, 1966; Viejo Lucov, 1966; El aprendiz de brujo, 1969; El amor de las tres naranjas, 1972).
En 1975 se trasladó el teatro Hovhannes Toumanyan a un edificio más amplio con dos escenarios. Este hecho impulsó la experimentación: Mania Aslanian, por ejemplo, organizó un espectáculo inspirado en el mito griego de Galatea (Bella Galatea, 1976).
En los años 1980 se formaron varias compañías municipales con el apoyo de Yervand Manarian, director de cine, escritor de teatro y actor, que fue director artístico del teatro Hovhannes Toumanyan.
En 1987, se fundó el Teatro nacional de marionetas de hilos de Erevan. El punto de partida fue un taller de la Academia de teatro de San Petesburgo. Uno de los antiguos estudiantes, Mnatsagan Piloian, asumió la dirección y se encargó, con un estilo intimista, de espectáculos de marionetas de hilos para adultos como El Viejo Patio, 1995, Paradjanov (1996) y Tamasha del Cáucaso, 1999.
En el seno del teatro Hovhannes Toumanyan, existe un museo del títere fundado en 1977 por el actor y coleccionista Pavlos Boroian.
A principios del s. XXI había cuatro teatros nacionales en Armenia: dos en Erevan, uno en Gumri y otro en Vanadzor. Existe otra veintena de compañías privadas entre las que destacan el teatro Agulis, dirigido por Ervand Manaryan; el Teatro de títeres, dirigido por Armen Safaryan y que aloja el centro Unima local; y algunos teatros interesantes en Goris, Sevan y Charentsavan. Todos estos se fundaron tras la independencia de Armenia en 1991, y están dirigidos exclusivamente al público infantil. Tan sólo el teatro Hovhannes Toumanyan y el Teatro nacional de marionetas de hilos han adaptado su repertorio al público adulto.