Barriga Verde, nombre artístico de José Silvent Martínez, era un titiritero de nítida alma gallega que, sin embargo, tenía raíces fuera de Galicia: nació en Santa Marta de los Barros (Badajoz), en 1890, de padre francés y madre española. En 1919, después de varios años de convivencia, se casó con Emerenciana Fernández, vecina de Lérez (Pontevedra), donde vivió los años más fecundos de su existencia. Murió en 1970.

Aunque relacionado desde niño con la farándula (su padre se dedicaba al espectáculo ambulante), Silvent aprendió la técnica de los títeres en Portugal donde estuvo, entre 1905 y 1909, en contacto con fantocheiros y robertos, cuya huella es patente en su guiñol, tanto en el empleo de ciertas expresiones, como en los argumentos y personajes, de los cuales el héroe, el principal, también se llamaba Barriga Verde. Simple y vulgar, osado y burlón, este títere de guante fue admirado en villas y ciudades de Galicia y se puede considerar uno de los miembros más jóvenes de la larga familia de muñecos que surgieron en Europa a partir del siglo XVII (Pulcinella, Punch, Kasperl, Cristobita, Dom Roberto…) definidos por ciertos rasgos peculiares tomados de la commedia dell´arte italiana.

Su espectáculo, realizado en lengua gallega, empezó ofreciéndose en la vía pública y más tarde en barracas (primero de lona, después de madera) que Silvent llegó a dotar de luz eléctrica y altavoces. En la fachada se podían leer insinuantes rótulos: “Teatro Melodías de España. Espectáculo culto y moral. El auténtico Barriga Verde”.

Delante de ella, en medio de redobles de tambor y chasquidos de platillos, Barriga Verde, vestido de payaso, animaba al público a asistir al espectáculo: Pasen, señores, pasen/a función está a empezar/hai quen se queda fóra?/pois si que estamos listos!

Silvent, humilde y trabajador, poseía un gran talento manipulando los muñecos. Dio vida a personajes, como  Manuel, O Portugués, O Demo y Barriga Verde, en episodios como O Barbeiro, Xogo do pau, O enterro y Touro polo Rabo que hacían las delicias de pequeños y mayores. Las sesiones de guiñol iban acompañadas de varietés en verano y, en invierno, ofrecían cine con guiñol y baile, pero lo que más atraía al público era la agilidad y simpatía de los muñecos, sobre todo Barriga Verde que cerraba cada sesión: Señores! Morreu o demo, acabouse a peseta. Esta empresa de tipo familiar, emulada por otros Silvent afincados también en Galicia, en la que colaboraron hijos y nietos, cuando Barriga Verde deja el teatro en 1964, no tuvo continuidad.

Bibliografía

  • Muerto el demonio, se acabó la peseta [DVD-libro], Asociación cultural Morreu o demo, 2013