Familia italiana de titiriteros. Entre las muchas familias de titiriteros de Italia central, es la que ha conservado durante más tiempo la vitalidad de la tradición teatral relacionada con los títeres. El linaje se remonta a Luigi Rimini (1775-1839) y se prolonga hasta Ugo y Francesco Campogalliani. Durante dos siglos y medio, se transmitieron la profesión y el arte del titiritero a todos los miembros de la familia, incluyendo las ramas colaterales.

Luigi Rimini, que le debe a uno de sus protectores el patronímico de Campogalliani, se dedicó al teatro de títeres después de convertirse del judaísmo al cristianismo, insertando por primera vez entre los personajes de sus farsas  la “máscara” de Sandrone, campesino inculto de los alrededores de Módena. También ejerció como cirujano y dentista ambulante, como era la tradición en las piazza italianas, donde los titiriteros se presentaban a menudo junto a los cerretani, es decir, los ciarlatani (charlatanes).

En 1830, una de sus hijas se casó con Giulio Preti, que también pertenecía a una famosa familia de titiriteros y que inventó la “máscara” de Pulonia, esposa de Sandrone.

Ugo Campogalliani (1862-1951), un nieto de Luigi, amplió los horizontes de los viajes que realizó como titiritero, y cruzando los límites de la Romagna, evolucionó en toda Italia, donde recibió grandes éxitos. En 1914 estuvo en Roma, en el palacio Odescalchi, sede del Teatro dei Piccoli de Vittorio Podrecca, que acababa de ser inaugurado; se quedó allí dos meses, atrayendo una gran audiencia y críticas favorables. Eleonora Duse, la famosa actriz, se encontraba entre los espectadores. No sin gran emoción, Ugo Campogalliani se presentó dos veces en la corte delante del rey, la reina Helena y los jóvenes príncipes de Saboya.

A lo largo de su larga carrera como titiritero y actor, Francesco Campogalliani (1870-1931), también nieto de Luigi, enriqueció y ennobleció la tradición al dirigirse a un público burgués para el que prefería actuar en teatros en lugar de en lugares públicos. Se dedicó a darle al teatro del títere la dignidad del trabajo duro y cuidadoso, concediéndole poco a la improvisación. Gran conocedor de los dialectos regionales de los que hacía gala en sus espectáculos, escribió y puso en escena comedias en el dialecto de Módena.

Bibliografía

  • Bergonzini, Renato; Cesare Maletti, y Beppe Zagaglia. Burattini e burattinai. Modena: Mundici e Zanetti, 1980.
  • Castellino, Francesca e Italo Ferrari. Baracca e burattini. Turino, 1936.
  • Jori, Andrea. Francesco Campogalliani burattinaio, poeta, commediografo. Mantua, 1979.
  • McCormick, John; Alfonso Cipolla y Alessandro Napoli. The Italian Puppet Theater – A History. Jefferson (NC): McFarland & Co., 2010. (Ver capítulo sobre títeres y Commedia dell’Arte.)
  • Yorick (Piero Coccoluto Ferrigni). La storia dei burattini. Firenze: Bemporad, 1884.