Titiritero español y empresario de una máquina real cuya actividad se documenta entre 1689 y 1735, y que alternó con la de actor y empresario de una compañía de actores. Como maquinista (empresario de máquina real)  representó en los corrales de comedias de las principales ciudades españolas. Su presencia habitual en los corrales de la corte de Madrid para representar su repertorio durante la Cuaresma (periodo en el cual estaba prohibido que actuaran los actores) es muestra del prestigio y del éxito de sus comedias realizadas con títeres. Las alrededor de treinta actuaciones cuaresmales (los viernes no había función) presentaban a los madrileños entre cuatro (año 1709) y nueve (1710) comedias diferentes. La de San Antonio Abad fue la de mayor éxito: siempre era la primera en ser representada y, normalmente, la de mayor número de funciones (once en 1709). Entre su repertorio, siempre de comedias de santos, destacan piezas importantes como El esclavo del demonio o Santa María Egipciaca. La estructura de las representaciones era semejante a la de las compañías de actores: comenzaba con una loa (con música en el caso de los títeres de Londoño) y seguía con las tres jornadas de la comedia, entre las cuales los títeres ejecutaban danzas (de “matachines” y “de hacho”). No está documentado en el caso de Londoño que el espectáculo terminara con una fiesta taurina, como era habitual en este tipo de representaciones, pero sí la presencia de músicos (violines, clarín, caja) acompañando la actuación de los títeres. Las últimas noticias de Londoño son de sus representaciones en Madrid durante la Cuaresma de 1735: a partir del año siguiente sería Juan de Plasencia el nuevo maquinista que continuaría su labor. Puede ser que con sus mismos títeres; al menos con parte de su repertorio: en 1737 comenzaban las funciones de la máquina con la representación de la comedia de  San Antonio Abad.

Bibliografía

  • Varey, J.E. Historia de los títeres en España. Madrid: Revista de Occidente, 1957 [S]