Personaje del teatro de títeres italiano. Gianduja es un avatar de Gerolamo. La conexión del primero con el segundo revela las condiciones en las que trabajaban los titiriteros, obligados por el poder a modificar sus textos, a emigrar e incluso a verse encarcelados.

Gianduja es el producto de la transformación, por razones políticas, del personaje de Gironi-Gerolamo (Gironi es un diminutivo piamontés de Gerolamo, ‘Jerónimo’). Las alusiones, acentuadas por la concordancia de los nombres, al dogo de Génova, Girolamo Durazzo, y más tarde a Napoleón y a su hermano Jerónimo Bonaparte, obligaron al turinés Giovan Battista Sales y a Gioacchino Bellone, de Racconigi, a abandonar, primero Génova y, más tarde, Turín, acusados de insolencia y ofensa en sus espectáculos a través del personaje de Gironi-Gerolamo.

Fue así como apreció, en Caglianetto d’Asti (Piamonte), Gianduja, cuyo nombre deriva de Gioan d’la douja (Juan del cántaro) o bien de Jean Andouille (Juan el Tonto). Conservó prácticamente el mismo vestuario que Gironi: chaqueta marrón con ribetes rojos, chaleco amarillo, leotardos verdes, medias amarillas, tricornio y el pelo recogido en una coleta. Su carácter es aun más jovial y desenvuelto, pero en el fondo honesto, con la generosidad típica del hombre del pueblo piamontés. Gianduja tiene una esposa, Giacometta, y muchos Giandujotti (sus hijos). El nombre de los hijos de Gianduja se ha convertido en el de los famosos chocolates turineses.

Creado en 1808, este títere de guante, convertido en marioneta en 1843, conoció el éxito al regresar a Turín. La comedia que marcó sus comienzos fue Gli anelli magici ovverosia le 99 disgrazie di Gianduia (Los Anillos Mágicos, o los 99 males de Gianduia). El repertorio, junto a los temas de actualidad tratados mediante la sátira y la comedia que le gustaba a los Sales-Bellone y a su público, se inspiraba en textos de Carlo Goldoni, de Carlo Gozzi, de Camillo Federici; de este último, el arqueólogo erudito Louis Aubin Millin evocaba Il medico notturno o la Metamorfosi di un buon sovrano (El Médico nocturno o la Metamorfosis de un buen soberano).

Durante su larga vida de marioneta Gianduja interpretó, en el teatro que recibió su nombre, textos patrióticos ligados a sucesos que marcaron el Risorgimento (1860-1861). Gozó de numerosos espectáculos llenos de fantasía y ricos en invenciones escenográficas, aunque los Bellone-Sales conservaron hasta el final las cabezas de los títeres hechas de madera, talladas en Génova por los hermanos Pittaluga al principio de su aventura teatral.

En 1868, el Teatro Gianduja cerró sus puertas, pero la “máscara” siguió viviendo en las manos otro gran titiritero, Luigi Lupi, y en las de sus descendientes.