Títeres mecánicos de Japón. La palabra karakuri se puede traducir como autómata o mecanismo escondido, “truco” (como en la magia) para producir asombro. La palabra ningyô, que significa títere, también abarca una variedad de autómatas cuyo origen está ligado al desarrollo de la relojería y los mecanismos de los siglos XVI y XVII en Japón. Inspirados por el teatro Nō, se confeccionaron con gran cuidado rostros y representaciones. Las elaboradas figuras evocan respuestas emotivas y temor con sutiles y elegantes movimientos. Existen tres categorías.

Los títeres más elaborados técnicamente son los pequeños zashiki karakuri, que se creaban para uso privado (zashiki: presentación en salones). Ancestros de los robots, estas creaciones autóctonas funcionaban con mecanismos de relojería. Los más famosos son el servidor de té en miniatura (chahakobi ningyō), que data del siglo XVIII y especialmente el increíble pequeño arquero (yumi-iri doji), creado en la primera parte del siglo XIX por el ingeniero e inventor Hisashige Tanaka (1799-1881), que es reconocido como el fundador de la actual Toshiba Corporation.

Los dashi karakuri son títeres mecánicos en una especie de carruaje flotante, a menudo en forma de barco, que se emplean en festivales y ceremonias rituales. Los dashi karakuri son muy populares desde principios del siglo XVIII hasta la actualidad, particularmente en el Festival de la Provincia Aichi de Inuyama, que tiene lugar el primer fin de semana de abril, el Festival Ōtsu de la Prefectura de Shiga (octubre), el Festival Tushima de la Prefectura de Aichi (octubre),  los Festivales Takayama de Gifu (14/15 de abril y 9/10 de octubre) y el Festival Gion de Kyoto (mediados de julio). Los títeres son manipulados por varios titiriteros escondidos en el carro, por medio de hilos que activan varios engranajes.

Los butai karakuri (autómatas escénicos) están relacionados directamente con el teatro de títeres. Introducidos por el maestro de los mecanismos de relojería Takeda Ōmi el 25 de mayo de 1662, fueron mostrados en Dotonburi, el distrito teatral de Osaka, en un teatro especialmente construido para ellos. Algunas figuras utilizaban mecanismos de relojería dentados, ruedas del engranaje de madera, otros utilizaban arena, agua o sistemas de poleas y palancas. El hermano pequeño de Takeda Ōmi, Kiyotaka (Takeda Ōmi II) le sucedió hacia 1674. La compañía tuvo su auge entre 1740 y 1750, con Takeda Ōmi II, cuando se instaló en Edo (Tokio), pero para entonces otros teatros ofrecían espectáculos similares. En 1772 el último teatro cerró sus puertas. Estas figuras mecánicas sobre rieles desaparecieron en su mayoría, pero el antiguo estilo karakuri puede verse todavía en Yame (Prefectura de Fukushima) cada septiembre en el Hanchiman Shrine, donde se perpetúa una tradición de 250 años, que Jacques Pimpaneau (1978) describe como “Círculos de títeres en la parte delantera del escenario. Los manipuladores están a nivel del suelo, bajo el escenario y tiran de los hilos para hacer moverse a los títeres en los rieles sobre sus cabezas. Otros dos títeres están al fondo del escenario en un plano alzado y también se mueven sobre rieles. Los titiriteros se encuentran en el ala derecha e izquierda y manipulan desde cierta distancia utilizando largas varas de madera, que empujan o atraen, moviéndose entre los rieles y están enganchadas a los hilos de los títeres. Cada títere está hecho con un mecanismo con resortes que hacen que cada parte de él  vuelva de nuevo a su posición original, cuando ya no hay tensión en el hilo”. Esta combinación de movimientos laterales y verticales, da la impresión de una grácil danza; la escena la acompaña un narrador (gidayu, cantante-músico) y una orquesta. Esta manipulación técnica fue desarrollada de manera muy parecida en el siglo XIX por Hisashige Tanaka, que actuó con sus propios títeres en el mismo tipo de escenario.

Las recientes actuaciones robóticas del dramaturgo moderno Hirata Orisa, en colaboración con el Departamento de Mecánica Adaptada de la Universidad de Osaka, podrían simplemente retomar, con maquinaria más elaborada, una tradición japonesa de casi cuatrocientos años.

Bibliografía

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