El presente artículo destacará el uso de figuras en la cultura del valle de Katmandú, la cual mezcla imágenes e ideas hinduistas y budistas. Algunas figuras grandes y máscaras también han sido empleadas por nepalíes procedentes de la herencia tibetana budista, cuyas máscaras y cultura visual abarca la región montañosa del Himalaya.

Entre los newar, el uso de máscaras es más importante que los títeres y en los festivales más importantes se baila o se presentan máscaras de Narashima (Vishnu en forma de león), la diosa Kumari, y otros. Cuando se utilizan títeres, las imágenes corresponden a menudo a estas máscaras, que recuerdan a las pinturas de las divinidades newar: la iconografía visual consiste tanto en pinturas, bailes con máscaras, o títeres pequeños.

Los títeres (putali) más conocidos de Nepal son un tipo de marioneta usada por los newar del valle de Katmandú. Estos títeres se fabrican mayoritariamente a las afueras de la antigua ciudad de Bhaktapur, en el pueblo de Thimi, donde la talla en madera y la cerámica son aún artes populares. Los putali cuelgan de un control de listones de madera con gruesos hilos sujetos a través del tocado o la corona, la espalda, y las manos. Cada figura viste una larga falda de colores hecha con tela tradicional y, lo que es quizás más interesante, dos máscaras. Cuando el títere gira a un lado, el público ve un personaje; cuando el personaje se pone de espaldas al público, se revela el rostro de otro personaje, lo que hace posible que un titiritero presente varios personajes de forma fácil y rápida. Las cabezas de los títeres se hacen con papel maché o arcilla, y se pintan de manera que se asemejen a las máscaras utilizadas en muchos rituales de teatro que incluyen trajes icónicos y bailes. Esto se relaciona con la cultura popular de máscaras de los newar, descrita por Toffin. Las caras-máscaras de los títeres no son humanas o realistas, pero tienen la forma y están pintadas para representar a deidades familiares, como el dios elefante Ganesh, el feroz y tántrico dios Bhairab, la diosa Durga, y otros personajes del panteón hindú o budista. En sus manos extendidas, los títeres sujetan objetos emblemáticos asociados a la deidad representada por la máscara.

Los títeres se utilizan a veces para enseñar las historias que son representadas por bailarines enmascarados en distintos intermedios del Nepal newar o en el Baara Baarsa Naach, una actuación ritualizada que tiene lugar en pueblos newar una vez cada doce años. Mediante los títeres, los mayores representan para los niños las historias de sus creencias profundas  y mantienen viva su imagen durante los años en los que no se actúa. Sin embargo, la mayoría de los putali newar se venden a los turistas como obras artesanales tradicionales de esta zona. Los títeres de sombras son inusuales: Toffin, cuando se encontraba haciendo un reportaje sobre el festival anual Indra Jatra, descubrió una antigua tradición anual de títeres de sombras, pero únicamente en Lalitpur.

También se encuentran grandes figuras en diferentes contextos. Toffin afirma que los títeres de madera llamados jhyalinca o putali representaban una batalla simbólica durante el festival Indra Jatra. Se colocaba la figura de un guerrero fuera del palacio de Katmandú. Tras ocho días, se presentaba un baile y se realizaba un sacrificio animal. Luego, en una calle cercana al palacio, esta misma figura peleaba contra otras figuras de otros barrios de la ciudad en una lucha que se relacionaba con las narraciones del Mahabharata y que también simbolizaba, posiblemente, la derrota de los newar a manos de la dinastía que posteriormente asumió el mando del valle. Sin embargo, estas figuras no se utilizan desde hace tiempo. Durante el Gai Jatra o el festival de la vaca del pueblo de Harisiddhi, Toffin vio otro tipo de títere gigante característico de este pueblo y utilizado solo para el ocio, denominado doko pyakhan, con un manipulador oculto en un cuerpo gigante. Estas figuras son habitualmente parejas, es decir, hombre y mujer. Toffin también vio otra gran figura representada, Asmaculi, una figura legendaria asociada al texto religioso budista Prajanaparamitra, usada durante el festival de un monasterio.

Quizás, las grandes figuras más conocidas son las tradicionales tahamaca (véase Ritos), en las que la figura que representa al recién fallecido está hecha en una alta estructura de bambú con una foto del muerto pegada en la “cara”. Estas imágenes son llevadas en procesión por descendientes del muerto durante el Gai Jatra. Esta actividad es un modo tradicional de conmemorar y de despedir a los muertos, pero hoy en día, la procesión también contiene efigies (el Tío Sam) políticas y seculares o de la cultura popular, y la representación es a veces satírica.

A veces, aunque no muy frecuentemente, los grandes títeres se emplean en manifestaciones políticas callejeras de Katmandú. En mayo de 2010, los maoístas convocaron una huelga o bandh de varios días. Además de quemar montones de neumáticos en las esquinas de las calles, los jóvenes maoístas quemaron grandes efigies del “gobierno del títere”. Los títeres de estilo occidental también pueden ser utilizados por organizaciones humanitarias que llevan a cabo campañas de salud pública o de concienciación sobre el sida.

Bibliografía

  • Toffin, Gérard.  Societé et religion chez les Néwar du Népal [Sociedad y religión entre los newar de Nepal]. París: Éditions du Centre national de la recherche scientifique [esp. 523-524], 1984.
  • Toffin. La Fête-Spectacle: Théâtre et rite au Nepal [El espectáculo festivo: Teatro y rituales de Nepal].  París: Editions de la Maison des sciences de l’hommes, 2010.  [S]
  • Vergati, Anne. Gods and Masks of the Kathmandu Valley. [Dioses y máscaras del valle de Katmandú]. Nueva Delhi: D.K. Printworld, 2000.[S]
  • Widdess, Richard.  “Musical Structure, Performance and Meaning: The Case of a Stick Dance from Nepal.” [Estructura musical, representación y significado: El caso de la danza de bastones de Nepal]. Ethnomusicology Forum, Vol. 15, nº 2 (Nov. 2006), pp. 179-213. http://www.jstor.org/stable/20184558