Técnica de fabricación de títeres. Se realiza un modelo de la pieza que se va a fabricar mediante modelado de arcilla, mediante escultura sobre madera o sobre plástico, tela metálica u otros materiales ensamblados. Con el fin de preservar la matriz, se recubre previamente con una capa aislante que servirá de desmoldeante y sobre la cual se pega a continuación una o varias capas de un material en láminas.

El papiétage o empapelado

El papiétage es la técnica menos onerosa. Consiste en utilizar papel de periódico. Se aplica una primera capa con papel simplemente mojado con agua. Después, se cruzan sucesivamente varios grosores de tiras pegadas con cola para papel pintado (cola celulósica en dispersión en el agua o harina diluida en agua). Después del secado, las capas de papel endurecidas se convierten en una especie de cartón que se corta con la ayuda de una hoja cortante con el fin de extraer la matriz. Un papiétage en el interior y en el exterior del corte permite volver a cerrar la incisión. Así se obtiene una copia idéntica a la matriz. El interés de esta técnica reside en el hecho de que se pueden fabricar varias figuras a partir de la misma matriz, es fácil de realizar y las copias son sólidas. También se puede utilizar papel de seda para efectuar tiradas más delicadas. El único inconveniente es que el secado es un poco lento. En los talleres de la vieja Niza, las grandes cabezas utilizadas para el carnaval eran fabricadas con la técnica del papiétage y todavía se puede contemplar en la abadía cisterciense de Valloires en Picardie una escultura asombrosa de más de 2 metros de altura realizada en papiétage que representa un ángel y que data del siglo xviii.

Otras técnicas

También se puede proceder al recubrimiento sobre una matriz realizada en un material ligero (poliestireno expandido, por ejemplo) con piel de gamuza, que presenta la ventaja de poder estirarse para amoldarse correctamente los volúmenes de la matriz. Para pegar la piel, se utiliza una cola vinílica (o cola sin estireno, para no dañar el poliestireno). La piel se sostiene durante el secado con alfileres. Las ventajas de esta técnica residen en el color y la materia muy fina de la piel de gamuza, así como en la posibilidad de cubrir el títere con una peluca (mediante encolado) y de maquillarla. Se fabricará un único ejemplar, pues la matriz se queda en el interior de la figura. Ese trabajo debe hacerse con el mayor cuidado para no manchar la piel con la cola (excepto cuando se haga de forma intencionada por razones estéticas). Una variante consiste en utilizar gasa, tarlatana u otro tejido ligero que se pega sobre la matriz de poliestireno expandido con la ayuda de una cola vinílica o acrílica (o una cola plástica miscible en agua). Después de la polimerización, es posible pintar y pegar accesorios. Con todo, para fabricar un ejemplar único, pero esta vez sobre una matriz realizada ensamblando elementos naturales o manufacturados, el recubrimiento puede realizarse con una tela de algodón impregnada de cola de neopreno líquido. Esta cola de contacto se seca rápidamente y permite añadir accesorios. Se pueden emplear materiales que utilizan los médicos para reparar fracturas, como bandas de yeso (un poco pesadas y frágiles) o escayolas plásticas en forma de venda o láminas. La utilización de resinas plásticas líquidas que se polimerizan a temperatura ambiente, como el poliéster, también da excelentes resultados. Se utiliza fibra de vidrio que se impregna de resina y se coloca sobre la matriz. Siempre y cuando se utilicen ceras de desmoldar especiales entre la matriz y el recubrimiento de resina armada, se pueden realizar varias tiradas a partir del mismo modelo. La forma de proceder es exactamente igual que la de la técnica del papiétage. Los títeres realizados con esta técnica pueden pintarse y se les pueden pegar elementos, al mismo tiempo que resultan muy sólidos y ligeros. Se pueden serrar, perforar, agregarles elementos de resina, integrar mecanismos y quincallas. Un material industrial llamado «taloneta» (usado en zapatería) también puede servir para fabricar títeres. Se trata de una tela encolada de 1 metro por 1 metro o en rollo que se ablanda cuando se remoja en un disolvente. Se coloca sobre la matriz (aislada utilizando un barniz o una grasa de desmoldado), se respetan los huecos y se pega sobre sí misma. Según la importancia del volumen y la complejidad del modelo, se puede trabajar en láminas o en vendas como en la técnica del papiétage. Algunos tipos de taloneta pueden ser remodelados con aire caliente. Brizmur creó en los años 70 los títeres gigantes de 2 metros de altura que se transportaban sobre los hombros en Le Combat de Tancrède et de Clorinde (El Combate de Trancredi y Clorinda), obra adaptada por Jean-Marie Binoche, utilizando una taloneta de este tipo. Los títeres gigantes del Bread and Puppet Theater se fabrican con un material similar, el celastic. Por último, también existe en el mercado un material llamado «cartón-piedra» que se ablanda en agua y que se puede aplicar como recubrimiento sobre una matriz. Debido a sus ventajas (ligereza del material y facilidad de empleo), el recubrimiento es el método de elección para la realización de grandes cabezas de títeres gigantes.