Teatro tradicional de títeres japonés. Introducido en la isla de Sado, en el mar de Japón, en la Prefectura  de Niigata, a principios del siglo XVII, el teatro  de títeres de Sado-ga-shima sería parecido al antiguo ningyō jōruri o bunraku, el de Chikamatsu y su predecesores, ya que utiliza títeres de un solo manipulador. Son títeres desprovistos de piernas, con el cuerpo vacío bajo la ropa y en un principio provistos de una cabeza y cuello tallados en un solo bloque, aunque más tarde, hacia 1870, fueron equipados con una cabeza separable para que así pudieran asentir con la cabeza. La varilla de la cabeza pasa entre los hombros sobre los que se pone el traje; las manos no están articuladas pero a veces tienen un hueco para llevar un arma. Con su mano derecha, el titiritero controla, por medio de una varilla, la mano derecha del títere, mientras que con la mano izquierda, manipula por un lado la varilla, más larga y curvada, de la mano izquierda del títere así como, cruzada en ángulo recto, la varilla del cuello y de la cabeza. Los artistas –recitadores, músicos de shamisen y titiriteros- trabajan tras un telón, apartados de la mirada del público. Durante mucho tiempo, este teatro fue fiel al sekkyô-bushi (un estilo de recital asociado a las obras sobre los milagros de Buda). Esta forma narrativa, anterior al  gidayû-bushi del bunraku actual, todavía se representaba en festivales anuales cada agosto en la isla de Sado, pero ha perdido mucha de su popularidad. Al principio de la era Meiji, en el siglo XIX, la mayoría de las compañías de la isla de Sado se convirtieron al bunya bushi. Este era un estilo de narración más dramática innovado en el área de Osaka por Okamoto Bunya (1633-1694) que estuvo de moda en el área de Osaka-Kyoto a finales del siglo XVII, pero a partir de entonces fue descuidado, aunque se conservó en la isla de Sado, donde primero fue representado solo como recitación, hasta que en el periodo Meiji se combinó con los títeres.

En la primera década del siglo XXI diez compañías ofrecían espectáculos regularmente en el estilo bunya ningyō, con representaciones diarias durante la temporada en el teatro Koei-za, en Sawata-machi. El tercero y último de los estilos de los títeres de Sado es el noroma ningyō, un género de títeres con los rostros pintados de colores oscuros, con características grotescas (noroma significa “imbécil”) que hasta principios del siglo XVIII se utilizaban en Edo (actual Tokyo) para los sainetes cómicos que se realizaban en el intermedio de los teatros de ningyô-jôruri. Toman su nombre del titiritero de Edo, Noromatsu Kanbee. Vinculados a antiguos rituales de fertilidad, los Sado-ga-shima cuentan las desventuras de Kinosuke, una especie de tonto del pueblo, que siempre termina, desnudo y con sus vergüenzas a la vista, haciendo reír al público. Estos espectáculos de títeres son una de las atracciones turísticas de la isla. Personajes característicos este género son: el sacerdote, el anciano, la mujer Ohana, y Kinosuke. Las actuaciones de este arte cómico suponen una atracción turística en la isla.

Bibliografía

  • Lancashire, Terence A. An Introduction to Japanese Folk Performing Arts. Osaka Ohtani University (Japan)/Farnham (UK): Ashgate Publishing, 2011.