Titiritero francés. El joven ingeniero de electrónica, Alain Duverne, asistió con veintisiete años a una representación de los Autruches (Avestruces) de Philippe Genty. Fascinado por la modernidad de aquellos números dirigidos a un amplio público, y llevado por las ganas de “tocarlo todo”, consiguió formar parte de la compañía. Fue Philippe Genty quien lo inició en el arte de los títeres durante diez años. Alain Duverne creó su propio espectáculo: Les Œufs du hasard (Los huevos del azar). Lo presentó en el teatro de la Ville de París, en 1981. Ese mismo año, fundó la sociedad Images et Mouvements (Imágenes y movimientos), y con esta sociedad fabricó títeres para emisiones televisivas que llegaron a ser muy famosas. Después de sus obras destinadas a los jóvenes como Les Gouttes d’eau (Las gotas de agua) y La Compagnie des dragons (La compañía de los dragones), hizo una adaptación de Frustrés (Frustrados) de Claire Brétécher y varios spots publicitarios. Las caricaturas de políticos, economistas, deportistas y personajes del entorno cultural o social que hizo y su aparición diaria en Les Guignols de l’info (Los guiñoles de Canal +), hicieron de él un célebre titiritero. Cada día, todo el equipo de la sociedad Images et Mouvements proveía los protagonistas de los sketches escritos por Lionel Dutemple, Bruno Gaccio, Ahmed Hamidi y Julien Hervé. Estos títeres eran diseñados y esculpidos por Alain Duverne, personalmente. La asombrosa longevidad de este programa satírico en el que los títeres de látex del estilo de los muppets fueron inspirados en las innovaciones del estadounidense Jim Henson, permitieron a Alain Duverne, a partir de 1990, la posibilidad de formarse entre técnicos y manipuladores especializados en la animación de la pequeña pantalla.

Sus hijos, Clara y Romain, han tomado el relevo de su padre creando un espectáculo de teatro de calle muy exitoso, llamado Délit de façade (Delito en apariencia), y cuyos títeres han sido fabricados por su padre.