Actor y titiritero belga. Comprometido en un principio con el Teatro Nacional de Bélgica, fundó en 1954 el Teatro para la Infancia y creó las series de títeres para televisión Plum-Plum y Bonhommet et Tilapin. José Géal se encontró con Los amigos del títere, defensores principalmente de Toone VI, quien, anciano y expropiado, se disponía a renunciar a sus títeres. Aceptó tomar su relevo y fue coronado Toone VII el 10 de diciembre de 1963. Tres años más tarde, consiguió instalarse en un teatro permanente con cafetería y museo en el barrio Ilot Sacré, corazón de la histórica Bruselas. Conforme a la tradición, José Géal no ejercía de manipulador. Por una especie de tragaluz recortado por encima del escenario, se le podía ver “en busto” hablando por todos sus personajes: su voz acompasaba los gestos de los seis titiriteros. Él mismo, personaje en grande, lucía, en perfecta simbiosis, la gorra a cuadros de Woltje. Ya no representaba las obras tradicionales por episodios, sino en una sola función. Como otras, adaptadas del «gran» teatro, que a menudo salían de la pluma de Arthur y Elisabeth Fauquez. El conjunto del repertorio, siempre para adultos, estaba sazonado con la misma salsa picante: parodia, enorme bufonería y la sabrosa lengua de Woltje, habla mixta bruselense, el «marollien». José Géal, asimismo, recurría a escenógrafos de renombre como Serge Creuz y Thierry Bosquet. En francés, pero también en neerlandés, inglés, alemán, italiano y español, Toone VII representaba entre otras: Les Quatre Fils Aymon (Los cuatro hijos de Aymón), Les Pardaillan (Los Pardaillan), Le Bossu (El jorobado), Lucrèce Borgia (Lucrecia Borgia), Tijl Uilenspiegel, Hamlet, Cyrano, L’École des Femmes (La escuela de las mujeres), Geneviève de Brabant (Genoveva de Barbante), Carmen, Fausto, Les Trois Mousquetaires (Los tres mosqueteros), Le Lion des Flandres (El león de Flandes), Don Juan, 1830: la Révolution belge (1830: la Revolución belga) y por supuesto las cinco obras «reconstruidas» por el privilegiado autor Michel de Ghelderode. El 10 de diciembre de 2003, la filiación directa se impuso sobre la dinastía popular. Nicolás, el hijo de Toone VII y de Andrée Longcheval (conservadora del museo) fue coronado Toone VIII.