Actor, director y autor checo. Karel Brožek fue uno de los primeros en graduarse en la Academia de las Artes del Títere, en 1959. Durante sus estudios, trabajo en el teatro Sémafor de Praga, y después, cuando salió de la universidad, trabajó como actor en el teatro negro de Hana Lamková, en el Statní divadelní studio (Estudio Teatral del Estado). Entre 1964 y 1971, trabajó con el grupo de teatro negro Laterna Magica, de Praga, para el que escribió y dirigió muchos números. Con esta compañía realizó varias giras por el extranjero, sobre todo en Canadá (Exposición universal de Montreal, 1957) y en Japón (Osaka, 1970). También es conocido por su dirección de La muerte de Tintagiles de Materlinck (1969), una interpretación original de esta obra, relocalizada en la compleja situación de Checoslovaquia tras los acontecimientos de 1968. Como director, Karel Brožek también trabajó con el teatro Alfa de Plzeň entre 1971 y 1975, y recibió el premio Skupa por los espectáculos Pohádky matičky Rusi (Cuentos de hadas de la madre patria Rusia, 1974), Jan Žižka u hradu Rábí (Jan Žižka asediando el castillo de Rábí, 1974) y Ze starých letopisů (Crónicas antiguas, 1976). Entre 1975 y 1979, trabajó para el Teatro Central de Praga (Ústřední loutkové divadlo, actualmente Divadlo Minor) donde dirigió Rizitos de oro en 1977. En los próximos años, colaboró con varios teatros tradicionales como el Divadlo Jaroslava Průchy (Teatro de Jaroslav Průcha) y el Klicperovo divadlo (Teatro Klicper) de Hradec Králové, donde dirigió muchos espectáculos. Desde 1990, es director artístico y director escénico del teatro Lampion, de Kladno. Česká mše vánoční (Misa de navidad checa, 1992), Fausto, de Marlowe (1996), Stvoření slunce (La creación del sol, 1973 y 2001), la comedia musical Malováno na skle (Pintura sobre vidrio, 2003), además de Macbeth, de Shakespeare (2005), se encuentran entre las obras más destacables de este periodo. Su trabajo se caracteriza por su voluntad de sintetizar el acontecimiento teatral a través del movimiento, el canto, la expresión metafórica y los títeres. Su concepción precoz de una simbiosis entre estos últimos y los actores a partir de la década de 1960 tuvo una influencia determinante en la evolución del teatro de títeres checo. En 1991, su Don Juan, de Mozart, fue presentado en la obra Říše loutek (Reino de los títeres) y fue repetido muchísimas veces (casi 3500), y por lo tanto, fue un verdadero fenómeno cultural. Karel Brožek también ha trabajo en Eslovaquia (durante muchos años con el repertorio del teatro de títeres en Žilina y en Banská Bystrica), Croacia, Dinamarca, Suecia, Bélgica y Polonia.