Compañía de teatro de marionetas italiana, fundada en 1947 en Roma por Maria Signorelli. Tras 1974, tomó el nombre de Nuova Opera dei Burattini, con la dirección artística de Giuseppina Volpicelli, la hija de Maria, después, en 2000, el de Teatro Verde – Nuova Opera dei Buratinni.

La Opera dei Buratinni debe su existencia a la voluntad y al sueño de Maria Signorelli de “ver todas las cosas cobrar vida y hablar”. Sus títeres, siempre diferentes y creados expresamente para cada espectáculo (hoy en día hay más de 2.000 tras 167 espectáculos), son diferentes de los títeres tradicionales. Construidos principalmente con tela, colores, hilos y papel maché,  traducen la esencia del personaje que “encarnan”.

Los espectáculos de la Opera dei Buratinni se caracterizan por la elección de los temas y por la búsqueda de la perfección formal (dirección, escenografía, música y realización). En cuanto al repertorio para niños y adultos, se alejan bastante del teatro de marionetas tradicional. Está formado por cuentos y canciones infantiles, leyendas y mitos, pero también por textos clásicos italianos y extranjeros,  por operetas y ballets. A esto se añaden cincuenta ballets basados en célebres partituras, o en músicas compuestas especialmente por Alfredo Casella, Lidia Ivanova, Ennio Porrino y Roman Vlad entre otros.

En 1974, Giuseppina Volpicelli tomó la dirección de la Opera, con la colaboración de los actores, entre los que se hallaba su hermana Maria Letizia, no sólo con el fin de continuar el recorrido teatral de su madre, convenciendo a su séquito de autores, realizadores, músicos, ya famosos o no, sino también de abrir el escenario a novedades, italianas y extranjeras, concebidas para ese tipo de teatro. Sin embargo, Maria Signorelli continuó construyendo todos los títeres y los objetos escénicos. Biancaneve chi la beve (literalemente ¿Es Blancanieves la que bebió?, de Barbara Alberti, 1974), el primer espectáculo, reflejaba los temas feministas de la época; Blancanieves besaba al príncipe, con el que después rechazaba casarse. Espectáculos como L’arca di Cioè (El arca de esdecir, 1974) e Il cerchio magico (El círculo mágico, 1975), realizadas por Silvano Agosti con la múscia de Arturo Annecchino e Irio De Paula, fueron realizadas con la participación del público que salía del teatro y marchaba por las calles con los títeres. Durante los años siguientes, tuvo alrededor de dos novedades por temporada, entre las que encontramos Pantomime futuriste (1977) de Francesco Cangiullo, con títeres y bailarines (dirigida y coreografiada por Albert Testa); Alice (1978) de Lewis Carrol (dirección del pintor Dario Serra), con títeres hechos de tela y esculturas blancas realzadas con trazos de color; Luisa col vestito di carta (Luisa vestida de papel, 1979), de Alberto Arbasino, con títeres de papel animados con manos desnudas ; Signori la Marionetta! (Damas y caballeros, ¡el títere!, 1980), de Edward Gordon Craig, que fue presentada en Nueva York al año siguiente; Una favola per Klee (Un cuento para Klee, 1980), de Pinin Carpi, comedia musical en la que los escenarios del gran pintor se descompusieron y convirtieron en títeres; L’uovo misterioso (El huevo misterioso, 1990) dirigido por Roberto Marafante, la historia del títere hasta nuestros días.

En 2005,  la Opera tenía en su haber cincuenta producciones, entre otras Allegro con brio, espectáculo de music-hall representado por todo el mundo en el contexto de decenas de festivales. En 1986, la compañía se instaló en el Teatro Verde de Roma (cincuenta mil espectadores por año y una cartelera con veintitrés o veinticuatro novedades italianas y extranjeras).

Bibliografía

  • McCormick, John, with Alfonso Cipolla and Alessandro Napoli. The Italian Puppet Theater – A History. Jefferson (NC): McFarland & Co., 2010.
  • Signorelli, Maria. “Preistoria dell’ opera dei burattini”. Strenna dei Romanisti. Roma, 1977, pp. 387-392.