Titiritera, autora y profesora italiana. Maria Signorelli fue la mayor de las tres hijas de la letona Olga Resnevitch, escritora y una de las primeras mujeres médico en Europa, y de Angelo Signorelli, uno de los primeros radiólogos italianos. Desde muy joven, Maria fue atraída por la riqueza cultural de su círculo familiar: su padre y sobre todo su madre (una apasionada de teatro, autora de una biografía de Eleonora Duse), organizaron reuniones durante varios años en su casa en Roma. Tras haber cursado estudios clásicos y artísticos, se acercó al escenario y al taller de trajes del Teatro Reale, dirigido en aquella época por el pintor ruso Nicola Benois. Su pasión por el dibujo, los colores y el teatro la llevaron a fabricar sus primeros títeres con diversos materiales y objetos encontrados. Éstos se expusieron primero en 1929 en la galería romana Casa D’Arte, del director Anton Giulio Bragaglia. Tras otra exposición, presentada por Giorgio de Chirico en la galería Zak de París, Maria Signorelli se fue a Berlin para una larga estancia que dio lugar a una nueva exposición, en la galería Gurlitt. Cuando volvió a Italia, trabajó con Bragaglia en muchos espectáculos teatrales que se dieron en Roma en el Teatro degli Independenti y, más tarde, en el Teatro delle Arti. En 1934, imaginó con Carlo Rende el Pluriscenio M, escenario concebido para permitir la presentación simultánea de siete decorados distintos. Aquella invención fue admirada por Bragaglia y recibió los elogios del creador del futurismo, Filippo Tommaso Marinetti.

En 1937, la cantante suiza Maria Amstad le sugirió sus primeros espectáculos de títeres, La Boîte à joujoux (La caja de juguetes) y Bastien et Bastienne (Bastián y Bastiana), que se dieron en Roma. En 1939, se casó con el educador Luigi Volpicelli.

Aunque fue muy activa como escenógrafa y diseñadora de vestuario durante este periodo, no fue hasta después de la guerra, en 1947, cuando Maria Signorelli fundó su propia compañía, la Opera dei Burattini. Sus producciones se elaboraron a un ritmo muy elevado y atrajeron la colaboración de artistas de moda, como Lina Wertmüller, Gabriele Ferzetti y Scilla Brini (actores), Enrico Prampolini, Ruggero Savinio y Toti Scialoja (pintores y escenógrafos), Ennio Porrini, Vieri Tosatti y Roman Vlad (compositores), Margherita Wallmann y Giuseppe De Martino (directores). Poco a poco se fue constituyendo un repertorio, tanto para los adultos atraídos por las escenificaciones maravillosamente poéticas, como para los niños a los que los títeres revelaban un mundo fabuloso e instructivo. Grandes textos literarios inspiraron sus principales espectáculos: Il re cervo (El Rey ciervo) de Carlo Gozzi y The Nightingale and the Rose (El Ruiseñor y la Rosa) de Oscar Wilde en 1952; La Historia del pececito rojo, de Alexandr Pushkin, en 1953; The Tempest (La Tormenta) de William Shakespeare en 1955; Faust de Guido Bonneschk, en 1963-1964; Inferno (El Infierno), de Dante, en 1982; Furori e poesia della Rivoluzione francese. Tragedia per marionette (Furor y poesía de la Revolución francesa. Tragedia para marionetas) de Guido Ceronetti, en 1983; y Antigona, de Bertolt Bretch, en 1984. Sus ballets para títeres –El Retablo de Maese Pedro (1951), de Manuel de Falla, La Boîte à joujoux (La caja de juguetes, 1954), de Claude Debussy, Cenicienta (1972), de Serguéi Prokófiev– le permitieron desarrollar su talento y su creatividad de animadora o de fabricante de títeres, a veces muy simples, a veces muy sofisticados.

Mientras trabajó para el escenario, se dedicó a transmitir la tradición y, en 1972, ocupó un puesto, creado para ella, de enseñanza de títeres en la Universidad de Bolonia. Además, creó programas de radio y de televisión, dio conferencias, escribió artículos para revistas eruditas y publicaciones pedagógicas. Es la autora de Storia e tecnica del teatro delle ombre (Historia y técnica del teatro de sombras, 1981), Il gioco el burattinaio (El juego del titiritero, 1975) y Srumenti musicali fatti in casa (Instrumentos de música hecho en casa, 1977), entre otras obras.

Su afición de coleccionista es el origen de muchas exposiciones sobre el teatro de títeres a través las generaciones, en Italia y en el extranjero (dirigió la edición de Una vita di teatro tra marionette e burattini, catálogo de exposición, 1983). Además, sus propias creaciones se expusieron por todo el mundo.

Fue miembro del Consejo mundial de la Unima y fundó Unima-Italia (1980). Fue su presidenta honorifica durante muchos años.

Bibliografía

  • Cecchini, Franco y Loretta Mozzoni. Il teatro delle meraviglie. Marionette e burattini dalla collezione Maria Signorelli. Catálogo de exposición.Jesi: Sfera Edizioni, 2003.
  • Giuffré, Maurizio. Maria Signorelli : teatro, marionette e burattini. Catálogo de exposición. Sestri Levante: Joshua Libri, 2000.
  • McCormick, John; Alfonso Cipolla y Alessandro Napoli. The Italian Puppet Theater – A History. Jefferson (NC): McFarland & Co., 2010.
  • Volpicelli, Giuseppina, ed. Piccoli personaggi, grandi incanti. Catálogo de exposición. Treviso, 2002.
  • Volpicelli, Giuseppina y Patrizia Veroli, eds. Il teatro delle meraviglie. La collezione di marionette e burattini di Maria Signorelli. I fondali per marionette del Palazzo Mereghi di Jesi. Catálogo de exposición. Jesi, 2003.