Teatro de sombras de Kerala, al Suroeste de la India. En el estado de Kerala, existe el tolpava koothy (tol: cuero, pava: figuras, koothu: danza o actuación), desde hace más de quinientos años. Las representaciones religiosas en lengua tamil se desarrollan en las ciudades a lo largo de Cochin, Palghat y Trichur. La lengua tamil marca este período en el que Kerala y Tamil Nadu formaban un sólo reino, aunque el tamil se ha convertido en la lengua clásica mientras que el malayalam ha quedado como lengua cotidiana. Así, los textos de Râmâyana, adaptados por el poeta Kamban, hace medio milenio, son recitados en tamil por los actores, que por lo tanto dan explicaciones y comentarios en malayalam. El Râmâyana es el único repertorio de esta forma teatral.
Las representaciones, ligadas a los rituales de los templos, continúan sin interrupción durante períodos de siete a veintiuna noches y se dan en honor de una única espectadora: la diosa Kali. Los aldeanos creen que la divinidad está ocupada luchando contra el demonio Darika y que no tiene tiempo para asistir a los festivales de los templos; y tienen particular interés en atender, con tranquilidad, a la representación sagrada y en contemplar la derrota del rey demonio Râvana.
Tallados en cuero de búfalo o gamo, las figuras, una treintena en total por actuación, son transparentes y coloreadas. Tienen pocas articulaciones y miden desde 18 centímetros las más pequeñas, hasta 35 centímetros de altura las más grandes. Sujetas por espinas de palmera o de acacia en una pantalla de tela blanca, a veces plana, a veces corrida sobre tres lados de un rectángulo, parecen activas aunque estén inmóviles. A determinadas horas, los episodios de la epopeya, representadas por las figuras manipuladas, se concentran en un escenario permanente en el recinto del templo: el koothu medon o koothu mandapam, un podio, metido en un nicho de madera de seis metros de largo. A lo largo de la pantalla que excede las dimensiones del koothu mandapam, veintiuna lámparas colgadas, a dos metros unas de otras, iluminan la escena…
Tras el ataque de Râma a Râvana y la presunta muerte del rey demonio, la representación se interrumpe por uno o dos días, el tiempo que el suelo de madera y la tela de la pantalla se lavan y desacralizan.