Titiritero de hilo y director alemán. Abandonó su profesión de dentista en 1922 para dedicarse al teatro de marionetas de hilo que había fundado dos años antes; después, fundó en 1925 el Stuttgarter Künstler-Marionetten-Theater. Se consideraba un «innovador conservador» y trataba al títere como a un pequeño ser casi viviente que debía ejercer una perfecta ilusión sobre el escenario. Así, dirigió comedias, cuentos, leyendas y obras regionales con un espíritu realista e histórico: esas puestas en escena eran, de hecho, concebidas como lecciones al servicio de «la historia y de la educación alemanas» y no debían en ningún caso ser consideradas como pura diversión. Las convicciones artísticas e ideológicas de Georg Deininger correspondían a las máximas de la política cultural nacional-socialista.