Títeres de hilo de Odisha, al Este de India. Se trata de hermosos títeres manejados por tres hilos unidos a un triángulo de bambú que, como su nombre indica, (kundhei, títere y gopalila, historia de Radha y Krishna), interpretan tradicionalmente la vida de Krishna. Sin embargo, cada vez son más raros y son sustituidos por muñecos provenientes de otras partes de la India, mientras que los titiriteros que los utilizaban, los ahir gopal, la casta de los guardianes de vacas, son suplantados por manipuladores que vienen de estados vecinos.

Según la leyenda, los vaqueros habrían venido hace mucho tiempo de Vrindaban, lugar de nacimiento de Krishna, y habrían comenzado a relatar los acontecimientos de la vida terrenal de Dios. Los titiriteros fabrican sus propios muñecos grandes, que miden más de 60 centímetros de altura, tallados en madera; después les pintan la cara y las extremidades cubiertas con lechada de cal. En el sur de Odisha, las piernas de los muñecos se apoyan en el suelo; en el norte, los títeres no tienen piernas. Basta con un manipulador y su asistente para animar los títeres, a veces hasta cuatro o cinco. Alguien que toca el pakhawaj (tambor de dos parches) y, a veces alguien que toca el armonio, apoyan el relato contado y cantado por el titiritero oculto detrás de un lienzo oscuro.

Un espectáculo puede durar entre treinta y cuarenta minutos y el titiritero actúa varias veces a lo largo de la velada. Una vez que los espectadores se hayan marchado, él y su familia desvisten a los muñecos y los acuestan con cuidado en una caja de metal.