Titiritero neerlandés. Los títeres de guante eran menospreciados cuando Guido Van Deth comenzó a utilizarlos. Tuvo que luchar contra este prejuicio incluso antes de comenzar a manipularlos, y además tuvo que vencer fuertes resistencias para imponer sus títeres, su repertorio y su concepto artístico.

Retrospectivamente es, junto a la Cia Van Boort, uno de los mayores titiriteros de su tiempo. En 1946, tras haber sido miembro de la Haagse School, consiguió fundar en La Haya su propio teatro de títeres, fijo y ambulante a la vez. También creó, con algunos colegas, otro teatro, el Theater van de Verenigde Poppenspelers (Teatro de Titiriteros asociados). Actuaban por todo el país, intercambiando sus experiencias artísticas. Su profesionalidad estimuló el arte del títere, pero las dificultades financieras acabaron con su empresa años más tarde.

Van Deth actuó primero para adultos, más tarde para niños. Como autor, escribía sus propios textos. Encargaba los títeres, de guante en su mayoría, realistas o no convencionales, a artistas plásticos o a su mujer. A su nombre se asoció el de Felicia Beck, quien fue su asistente en 1950, y más tarde su esposa. Su repertorio consiste en una cuarentena de piezas para público infantil y adulto. Alguno títulos: Suuske en zijn Ezeltje (Suuske y su pequeño asno), De Verdwenen Prinses (La Princesa perdida), Singo en de Sneeuwfant (Singo y el nievefante) y De Uizers (Los Uizers). De Uizers es la última pieza que Guido y Felicia Van Deth crearon juntos. Sus piezas reflejan sus conceptos humanistas y su fe en las capacidades humanas y en la amistad. Para Guido y Felicia Van Deth el arte del títere no es un fin en sí. Es un medio para hacer reflexionar a la sociedad.

Tras la muerte de Guido Van Deth, Felicia continuó sus actividades, al principio retomando una parte de sus piezas, y más tarde creando sus propios espectáculos. El teatro cerró sus puertas en el año 2000.

Junto a su teatro, en 1946, Guido Van Deth abrió un museo del Títere, el Museum voor het Poppenspel, en La Haya. Había reunido títeres de todo el mundo, informándose sobre su origen y restaurándolos si era necesario. La colección consta de un millar de piezas, entre ellas un grupo de wayang indonesio, sellos, pósteres, y una biblioteca de 1 200 títulos especializados. Él mismo había llevado a cabo investigaciones sobre todos los tipos de títeres conocidos. Tras su muerte, la colección se convirtió en un museo oficial (1971), luego en un departamento del Instituto neerlandés de teatro (1980). Su museo cerró en 1996.