Las primeras menciones a los espectáculos de títeres tradicionales en Noruega datan de finales del siglo XVIII. Las figuras se movían a través de los hilos unidos a los dedos de los artistas de langeleik (un instrumento similar a la cítara, que se apoya sobre una mesa, como el dulcémele o la espineta de los Vosgos). Estas representaciones tenían lugar en los valles rurales hasta finales del siglo XIX. (Ver también Georgia y Kirguistán.)
Desde el siglo XVIII hasta aproximadamente 1900, encontramos numerosas descripciones de la julegeita o “cabra de Navidad”, que era la figura principal de las procesiones populares en la época de Navidad en las comunidades campesinas. Un titiritero escondido bajo pieles de cabra animaba una grotesca cabeza de cabra en el extremo de una vara.
En la misma época, las compañías ambulantes procedentes de Europa o de la propia Noruega actuaban con frecuencia en las plazas de mercado. Los titiriteros más famosos eran: el italiano Joseph Bernabo, que durante la primera mitad del siglo XIX recorrió el país con su compañía Jolly Polchenel; más tarde, el noruego Havor A. Fredriksen, que se inspiró en las tensiones entre Dinamarca y Prusia para interpretar una pieza denominada The Jolly Mr Jachel and the Prussian Hverver (El amable M. Jachel y el prusiano Hverver). Sin embargo, los espectáculos de feria nunca fueron muy populares en Noruega.
Salones y bibliotecas
Durante el siglo XIX, los múltiples contactos que los noruegos mantenían con el exterior gracias a su floreciente comercio marítimo favorecieron la introducción del arte del títere en las residencias burguesas. De niños, autores como Henrik Ibsen y Gabriel Scott (1874-1958) tenían sus propios teatros de títeres. Otra autora noruega, Sigrid Undset (1882-1949) fabricaba, siendo muy joven, pequeños teatros en cajas de cerillas donde recreaba sus obras para sus dos hermanas pequeñas. En 1927, ya adulta, con el respaldo del círculo de artistas que frecuentaba en Lillehammer, llevó a escena dos espectáculos para niños y escribió Østenfor sol og vestenfor måne (Al este del Sol, al oeste de la Luna) y De tre kongsdøtrene i berget det blå (Las tres princesas de la montaña azul), basados en cuentos noruegos y escenificados como producciones de teatro de papel. Alf Lundeby y Einar Fagstad pintaron el proscenio, la decoración y las figuras, mientras que el músico Reidar Brøgger compuso la música. De esta forma, el teatro se convirtió en un foco de atracción en los círculos artísticos y llevó sus espectáculos a Lillehammer y su región.
En la Navidad de 1937, la bibliotecaria Johanne Mowinckel Wetlesen abrió un teatro de títeres en la biblioteca de Grünerløkka, a las afueras de Oslo. Aunque la biblioteca estaba situada en un barrio de clase obrera, el público procedía tanto del centro de la ciudad como de las zonas cercanas y en ocasiones contaba con la presencia de hasta cuatrocientos niños que acudían a los espectáculos, en los que los pequeños títeres de guante no medían más de 25 centímetros. La biblioteca de Grünerløkka se convirtió en un centro pionero de información y de educación popular. Esto explica el importante papel que desempeñaron las bibliotecas en la difusión del arte del títere en Noruega.
La segunda mitad del siglo XX
Tras la Segunda Guerra mundial, mientras la ocupación de Noruega por Alemania llegaba a su fin, se desarrolló de forma espectacular el arte destinado a los niños, en los ámbitos de la literatura, la música, las artes plásticas y el teatro, incluyendo los títeres: el trabajo de Agnar Mykle y su esposa Jane durante la década de 1950 da ejemplo de ello. Estudiaron el guiñol con Marcel Temporal entre 1948 y 1949 y posteriormente fundaron el Norsk Dukketeater (Teatro de Títeres noruego). Organizaron talleres para adultos y espectáculos de cabaret para títeres, pero sobre todo representaron cuentos de hadas para niños en los parques de Oslo. Intentaron introducir el personaje del perezoso y glotón Smørbukk (Bola de sebo), en el Guiñol. En 1952, el Folketeatret (Teatro del pueblo), que se proponía acercar el teatro a la clase obrera, contrató a los Mykle. Agnar Mykle escribió una pieza basada en el cuento popular Gjete kongens harer (El Pastor de las liebres del rey, 1952), mientras que Jane Mykle fabricaba las figuras y los decorados. El titiritero fue contratado por el equipo de actores del Folketeatret. Poco tiempo después, Agnar Mykle rompió su relación con el teatro y uno de sus actores, Julian Strøm, asumió la dirección de la compañía. Strøm ya era conocido por sus interpretaciones de historias románticas populares y puso su experiencia al servicio de los títeres. Su hija Birgit Strøm, estudió teatro de títeres en Praga y regresó a Oslo para unirse a la compañía de su padre. Algunos años más tarde, el Folketeatret se declaró en quiebra y se integró en el Oslo Nye Teater (Nuevo Teatro de Oslo). La compañía tenía una cierta independencia dentro del nuevo teatro y posteriormente adoptaría el nombre de Oslo nye bukketeatret (Nuevo Teatro de Títeres de Oslo).
En 1976, el Teatro nacional ambulante Riksteatret (Teatro del Estado) dirigido por Gudrun Waadeland inauguró un ciclo de formación de tres años en el arte de los títeres, bajo la supervisión de Mona Wiig (formada en el Oslo Nye Dukketeateatret y con Ţăndărică en Bucarest). En 1989 se estableció un nuevo programa de estudios de tres años de duración con el fin de reclutar nuevos talentos; Irina Niculescu y John Lewandowski fueron los responsables de dirigirlo.
Durante los años 70 se crearon numerosas compañías de teatro independientes. Mientras que sus homólogas en el resto de países escandinavos poseían unas fuertes convicciones ideológicas y políticas, éste no era el caso de las compañías noruegas, lo que favoreció la diversidad del teatro del país. Por el contrario, la menor unión de los grupos hizo que su posición ante las autoridades culturales de Noruega se viera debilitada en cuanto a su situación económica. Entre los teatros de títeres que surgieron en esta época, cabe mencionar al Musidra de Oslo, que empleaba la pedagogía, la participación de los niños y conjugaba las actuaciones con títeres y música. Esta compañía fue dirigida durante unos años por Camilla Torstrup. En los años 70, los maestros mostraron un mayor interés por los títeres y el Estado noruego financió las giras a pequeña escala. Fue una época favorable para los espectáculos en solitario. Otras compañías destacables de este periodo son: Vibeke Helgesens Dukketeater (Teatro de títeres de Vibeke Helgesen), Baldrian og Musa (Baldrian y Musa), Marits Dukketeater (Teatro de títeres de Marit), Ballonteatret (Teatro globo, actualmente conocido como Dårekisten) y Unge Husers Dukketeater. En 1979, el Petrujska Teater se inauguró en Trondheim. Su alto nivel de calidad artística la han hecho la compañía independiente más importante de Noruega.
Los teatros de títeres creados en los años 80 y 90 obedecían a motivaciones estéticas o a un deseo de nuevas experiencias, pero también respondían a un deseo de expresión regional. Klomadu Teater, Dukkenikkerne y Tromsø Dukketeater son ejemplos de compañías regionales que obtuvieron reconocimiento nacional.
La formación de los titiriteros mejoró gracias al trabajo del Riksteatret y sus miembros formaron otras compañías. Knut Alfsen fundó Levende Dukker (Títeres vivientes) con la escenógrafa y diseñadora Agnes Schou. Principalmente actúan para niños, pero han tenido éxito con sus producciones musicales. El Teater Figur, centrado en el público adulto, fue fundado por tres estudiantes del Riksteatret. Uno de sus mayores éxitos fue En fredelig mann basado en “Un hombre apacible”, un relato corto de Henri Michaux.
Títeres y televisión
En 1966, Birgit Strøm colaboró con el escenógrafo y director checo Jarmilla Majerová en el espectáculo para niños Journey to the Sun (El Viaje al Sol) y en una obra de Ludvig Holberg para adultos; estos dos espectáculos introdujeron los títeres de varillas y el teatro negro en Noruega. Birgit Strøm trabajó posteriormente para la NRK (televisión noruega) donde desarrolló un estilo personal de diálogo entre títeres y actores. El osito Teodor (un títere de guante creado por Mona Wiig) y Titten Tein, un niño muy maduro (representado por el títere de hilos creado por Karel Hlavaty) se convirtieron en personajes destacados en la pequeña pantalla. Las conversaciones entre Titten Tei y la reina Sonja de Noruega y con la actriz inglesa Julie Andrews se convirtieron en clásicos de la televisión noruega.
Los Mykle. Arne Mykle (hijo de Agnar) sucedió a la familia Strøm en la dirección del Oslo Nye Dukketeatret. Formó una nueva compañía en la que impartió un curso de tres meses de duración a un grupo de jóvenes talentos. El primer espectáculo de Arne Mykle fue Alí Babá y los cuarenta ladrones. Mykle abandonó la compañía poco después y fundó su propio teatro, Dukketeaterverkstedet (Taller de títeres), con su esposa Bjørg hacia 1966 y la ayuda de los consejos paternos. Reperatørene (Los Reparadores), serie televisada surrealista que asustaba o encantaba a los niños, fue su mayor éxito. Más tarde, Bjørg Mykle labró su reputación como educadora y terapeuta, utilizando los títeres para su trabajo con niños maltratados.
La década de 1990
El principio de los años 90 fue favorable, económica y artísticamente, para el títere noruego. En 1991, se creó un curso de formación estatal en Fredrikstad bajo el nombre de Norsk Dukketeaterakademi (Academia de títeres de Noruega), que posteriormente cambiaría por Akademi for Figurteater (Academia del teatro de figuras). En Stamsund, en el norte de Noruega, dio sus primeros pasos el Nordland Dukketeaterverksted (Taller de teatro de títeres de Nordland), conocido en la actualidad como Figurteateret i Nordland (Teatro de figuras en Nordland), que produce espectáculos y organiza giras.
Recientemente, las autoridades noruegas han mostrado más interés hacia los títeres que hacia otras formas de teatro. En la costa oeste, el Hordaland Teater se encarga de realizar representaciones con títeres mientras que en Kristiansand, en el extremo sur del país, el Agder Teater organiza un festival internacional de títeres cada dos años.
El arte del títere ha tenido que luchar contra el estancamiento durante los últimos años del siglo XX. La animación de figuras o de objetos quedó relegada a un segundo plano ante un mayor interés por el cuerpo humano y las instalaciones. La Akademi for Figurteater desarrolló entonces un programa de formación en arte escénico físico y teatro visual y tomó el nombre de Akademi for Scenekuunst (Academia para las artes escénicas). Sin embargo, otras instituciones permanecieron fieles al arte de los títeres. En los últimos años ha surgido un renovado interés por la animación, no solo en las representaciones en vivo, sino también en el cine y en las técnicas digitales.
Tendencias en el teatro de títeres noruego del siglo XXI
Existen algunas compañías independientes que practican el arte de los títeres en Noruega, un género poco común en el ámbito cultural del país. No obstante, existen algunas excepciones destacables.
Una compañía muy productiva y progresista es Figurteatret i Nordland (FIN), que celebró su vigésimo aniversario en 2011. Tiene su sede en Stamsund, Lofoten, un pequeño pueblo de pescadores del norte de Noruega, azotado por fuertes vientos, de sólo 11000 habitantes. FIN ha colaborado con artistas nacionales e internacionales en la producción de numerosas obras interesantes e innovadoras. Desde su fundación, han realizado más de cien representaciones. Sus espectáculos están destinados principalmente a los niños, pero el teatro también realiza obras para jóvenes y adultos. Asimismo, organizan talleres, colaboracioes internacionales y giras nacionales e internacionales. El objetivo de FIN es desarrollar el arte del títere como un género artístico y comunicativo a nivel regional y nacional. Su fundador es Knut Alfsen. Preben Faye-Schöll es su director artístico desde 2004.
En Trondheim, en el centro de Noruega, existen cuatro compañías que han realizado interesantes contribuciones en este ámbito: Teater Visuell (2003), que utiliza los títeres como principal forma de expresión, Fusentast (1980), Cirka Teater (1984) y Teater Fot (2004), que trabaja con expresiones del teatro físico y visual, incluyendo los títeres. Teater Visuell cuenta con un pequeño escenario permanente para el teatro de títeres en el que acoge a unos 30 niños, siendo uno de los teatros más pequeños del país.
Hasta 2011 se celebraban en Noruega dos festivales de títeres, Fri Figur en Oslo y Den Internasjonale Figurteaterfestivalen (La Bienal internacional sobre el arte de los títeres) en la ciudad sureña de Kristiansand, que se clausuró en 2011 tras 20 años de actividad. Cuando el teatro local y regional Agder Teater inauguró el novedoso y ultramoderno centro cultural Kilden (la fuente), no quedaban fondos para el festival internacional. Esta bienal, que se organizaba desde 1991, supuso un punto de encuentro esencial para los artistas noruegos e internacionales, particularmente para los artistas del mundo de los títeres. La bienal fue muy popular y reunía a público de todas las edades, especialmente niños de las regiones cercanas ya que presentaba nuevas y fascinantes formas teatrales. La clausura de la bienal fue una gran pérdida para el arte noruego de los títeres. Daba la oportunidad a los artistas nacionales de asistir a espectáculos de estrellas internacionales y posibilitaba el intercambio de nuevas tendencias e influencias en el país. Unima Noruega, en colaboración con otras entidades, instituyó el festival nacional de Fri Figur en 2004 y en la actualidad trabaja para ampliarlo e invitar a compañías internacionales. No obstante, tiene desafíos que superar.
Aunque la mayoría de las compañías de títeres independientes tienen su sede en la capital, ésta posee pocos escenarios permanentes para el teatro de títeres. Hasta el momento únicamente una artista solista ha conseguido obtener su propio lugar de representación, el Annes dukketeater (El teatro de títeres de Anne) en el Parque Vigeland, al convertir una guardería infantil en un pequeño teatro en 2000.
Dos teatros tradicionales noruegos han contado con titiriteros de forma permanente en sus filas, el Oslo Nye Trikkestallen (anteriormente conocido como Oslo Nye Dukketeater) y el Riksteatret. Durante los últimos años, ambas compañías han coproducido obras. En 2012 el Ministerio de Cultura concedió una subvención a los dos teatros para fortalecer su colaboración en este género. Estas compañías han expresado oficialmente su necesidad de contratar titiriteros. Al reforzar su unión realizarán más coproducciones y tendrán más posibilidades de actuar en Oslo y de llevar a cabo una gira.
El Consejo de las Artes de Noruega es la fuente más importante que otorga ayudas económicas a todos los tipos de artes escénicas no institucionales. Así, en 2012 el Consejo de las Artes destinó 24 millones de coronas noruegas para la promoción de las artes escénicas al margen de las instituciones oficiales. También gestionarán Den Kulturelle Skolesekken, DKS (La mochila cultural), un “programa nacional para las artes y la cultura impartido por profesionales en las escuelas de Noruega”. En los últimos años las ayudas del DKS han aumentado, alcanzando un total de 162, 5 millones de coronas noruegas en 2012.
Las dos subvenciones mencionadas son las ayudas más importantes para los artistas escénicos de todas las categorías, aunque existen otras opciones de financiación de entidades estatales y regionales, así como internacionales. No obstante, existe una competencia feroz con grandes expectativas de innovación artística.
Bibliografía
- Alfsen, Knut. “Dukketeater.” [Teatro de títeres] En Scenekunst, Nº 1. Oslo: Norges offentlige utredninger, 1988.
- Helgesen, Anne Margrethe. “Animasjonen – Figurteatrets velsignelse og forbannelse. Norsk figurteaterhistori” [Animación. Bendición y maldición del teatro de títeres] tesis de doctorado, Universidad de Oslo, 2003.
- Helgesen, Vibeke, and Ragnhild Wang. Den magiske hand. [La mano mágica] Oslo: Pax Forlag, 2000.