Teatro de títeres checo fundado en Hradec Králové (Bohemia oriental) en 1958; este teatro de títeres es el más reputado de la República checa. Su nombre de origen era Východočeské loutkové divadlo (Teatro de títeres de Bohemia oriental). DRAK es la sigla de Divadlo rozmanitostí, atrakcí a komedie (Teatro de variedad, atracciones y comedias), y es el nombre del teatro desde finales del año 1968. El teatro lanzó sus primeros proyectos en 1958, es decir, diez años más tarde que las demás compañías profesionales checas. Desde su fundación, quiso llevar nuevos aires al escenario teatral del país, y este primer periodo de creación estuvo encarnado por sus fundadores, Vladimír Matoušek y el dramaturgo Jiří Středa. No obstante, hasta la llegada del dramaturgo Jan Dvořak, quien se hizo cargo de la dirección artística efectiva del teatro en 1964, y del director Miroslav Vildman, no se instauró un nuevo estilo; este estilo llegó a ser verdaderamente importante a ojos de los titiriteros checos. En aquella época, el decorador Pavel Kalfus y el escultor František Vítek también  comenzaron a  colaborar con el teatro. En el plano formal, el teatro quiso renovar la tradición del títere de hilos y con su repertorio. Esta elección estética se convertiría en el perfil artístico predominante del escenario teatral de Hradec Králové. El DRAK tuvo su primer éxito con Pohádka z kufru (Cuento de hadas sobre una maleta, 1964), de Jan Vladislav y fue reconocido en 1966 en el Festival de teatro de títeres de Múnich. En 1971, Miroslav Vildman dejó la troupe y fue reemplazado por el director Josef Krofta, cuyo nombre fue en adelante asociado a este teatro. La coherencia de sus elecciones artísticas y la creatividad de su dramaturgia, constantemente mantenidas durante varios decenios por su equipo dirigente (junto a Jan Dvořak, Miloslav Klíma y Josef Krofta, hay que mencionar a Petr Matásek (desde 1975) además de al compositor y actor Jiří Vyšohlíd), fueron las claves para la gran reputación de DRAK. Su programación vincula directamente las tradiciones de la comedia y los método teatrales más modernos, particularmente la confrontación existente entre el títere y el actor de carne y hueso. A mediados de la década de 1990, el teatro conoció una importante transformación cuando Jakub Krofta se unió a su padre como director, acompañado por el decorador Marek Zákostelecký. Junto a el teatro Spejbl y Hurvínek, el DRAK es uno de los teatros checos más conocidos tanto en su país como en el extranjero –en Europa, América y en Asia como troupe invitada– y gracias a varios proyectos internacionales creados por este teatro; entre estos proyectos se encuentran: Královna Dagmar (La reina Dagmar, 1988), Babylonská věž (La Torre de Babel, 1993), además de Korálky z polárky (Camas de helado, 1996). Por su parte, el Instituto Internacional del Teatro de Figuras está también activo y desarrolla sus actividades en colaboración con la Universidad Noruega del Arte del Títere. Entre sus obras importantes caben mencionar Tři volavčí pera (Tres plumas de garza, 1963, dirigido por Jiří Středa), además de, entre las creaciones de Josef Krofta, Jak se Petruška ženil (Cómo se casó Petrushka, 1972), Till l’Espiègle (Till el travieso, 1974), Popelka (Cenicienta, 1975), Janošík (1975), Šípková Růženka (La bella durmiente, 1976), UNIKUM (1978), Píseň života (Canto de vida, 1985), Le Kalevala (1987), Beatles (1991), Pinocchio (Pinocho, 1992), Orfeus v podsvětí (Orfeo en los infiernos, 1994), Všechno lítá, co peří má (Bebés voladores, 2000) o incluso Medardo a Pamela (Medardo y Pamela, 2003).