Los orígenes y el desarrollo del arte de los títeres en Irán son difíciles de establecer. Los documentos históricos son demasiados escasos para ofrecer una imagen exacta del teatro y de los espectáculos de títeres antes del siglo V de la Hégira (siglo XI de la era cristiana). Además, estas fuentes son a menudo indirectas, lingüísticas y poéticas. Sin embargo, algunos periodos están mejor documentados que otros. En primer lugar, el vocabulario persa para calificar los distintos géneros de títeres presenta una gran diversidad. Uno de los términos más común de la antigua terminología es kheimeh shab bazi, que designa un juego (bazi) presentado bajo una tienda (kheimeh) a la noche (shab). Estos términos podrían hacernos pensar que significaban en su origen un teatro de sombras (algunos están en desacuerdo con esta teoría) y, desde hace unos doscientos años, esta expresión se usa para nombrar cualquier tipo de espectáculo de marionetas de hilos. Entre los otros términos utilizados, encontramos bibi jan en Kurdistán y en el Oeste del país, gigi viji, panj o Pahlavan Kachal en las regiones orientales, en particular en el Fars, Arousak Posht e-Pardeh tanto como haji va-Mobarak en Ispahán, mientras que Salim Bazi o [Shah Salim bazi] (juego del rey Salim) se usa en Teherán, en Tabriz y en el Este del país. [Pahlavan Kachal] y [Mobarak] son los personajes más famosos del teatro de títeres iraní. Además, usan con menos frecuencia los términos khial (sombra) o khial bazi (juego de sombra), pardeh bazi (juego de cortina), lobat bazi (juego de títere o de muñeca).

Religión y arte del títere en Irán

El uso de figuras o de pequeñas estatuas tiene seguramente su origen en los tiempos más antiguos de Persia preislámica. En el antiguo culto a Mitra, de origen indo-iraní, practicado desde el siglo XIV antes de la era cristiana y del que encontramos la divinidad solar en el mazdeísmo (religión de Persia bajo los aqueménides), se usaban máscaras y probablemente muñecas, durante las ceremonias de iniciación de siete rangos y etapas acompañadas siempre por pruebas. Además, aunque el uso de los ídolos y los fetiches no era muy común, encontramos en varias regiones de Irán pequeñas muñecas primitivas de hierro, mientras que en Kurdistán, existía una tradición llamada booka baranah o vaviah baranah, “títeres de lluvia”, con las que los niños corrían por el pueblo durante una sequía, cantando, rezando y entrando en las casas para recoger las ofrendas (comida, cereales o dinero) de los habitantes. No obstante, es durante la ceremonia-teatro chiita del Tazieh, cuando podemos ver espectáculos impresionantes. Solo a partir del siglo XIX están documentados. El historiador del teatro Medjid Rezvani (Le Théâtre et la danse en Iran, “El Teatro y el baile en Irán”, 1912; facsímile, 1962), describía la fiesta de esta forma: “El décimo día del mes del muharram, la gente lleva los martirios de Kerbela (lugar de la famosa batalla en la que el imam Hussein fue matado) en carros tirados por hombres. Son maniquíes de paja, cubiertos de manchas rojas y acribillados de kindzhals (de puñales) […] Sobre las grandes carretas o sobre la plataforma móvil […] se dan escenas enteras…”. En Le Martyr de l’imam Hussein (“El martirio del imam Hussein”), un león llamado Fareh está representado con ropas y una máscara (sooratak) y entra en el escenario después del martirio del imam, empezando a gritar y a destrozar todo lo que encuentra en su camino cuando ve los cuerpos de los martirios. En el Tazieh-e-Ghassem, los actores utilizan un pequeño muñeco para representar al santo recién nacido (Hazrat e Ghassem). En el Hazrat e Ghassem, las cabezas de los martirios – fabricados con una mezcla de viejos libros del Corán y de papel maché- están blandidas sobre lanzas y enseñadas al público.

La Edad Media (Siglos xi- xiv)

Es, sobre todo, gracias a las fuentes escritas dejadas por los poetas persas, que podemos encontrar las huellas de una arte del títere a partir del siglo V de la hégira. La obra de Omar Khayyâm (1047-1122) esconde un gran número de referencias metafóricas de espectáculos de marionetas de hilos o de sombras (Fanous e Khial o sombra chinesca). En dos de sus cuartetos, este poeta y sabio (era filósofo, matemático y astrónomo) describe los hombres como títeres a merced del cielo y destinados a desaparecer tras haber actuado, o la vida como un juego de sombras en el que el sol es la vela, fuente luminosa alrededor de la que los hombres “figuras espectrales, van y desaparecen”. En el siglo XIII, Farîduddîn Attâr, famoso poeta sufí (autor de La Conferencia de los pájaros) habla de un teatro de sombras presentados por actores turco hablantes en el Khorassan (noreste de Irán). Aunque no encontremos señales de este teatro en los trabajos europeos e iraníes, algunos indicios hacen pensar que existía. En lo que respecta a Georg Jacob (Histoire du théâtre d’ombres en Orient et en Occident, “Historia del teatro de sombras en Oriente y en Occidente”, 1925), afirmó que un tal cheikh Kushtari creó en Tabriz la primera obra de [karagöz] en el siglo XV.

La época safávida (1502-1736)

Una fuente importante sobre el arte del títere y en particular sobre los titiriteros individuales (marakeh gir) durante la dinastía safávida es el Fotovat nameh, de Vaez Kashefi. Estos artistas gozaban de un estatus privilegiado: estaban organizados en sociedades, tipos de corporaciones que protegían sus derechos, supervisaban sus espectáculos y descartaban del oficio a las personas no autorizadas. Por otra parte, esta obra menciona la existencia de un teatro de títeres de guante muy similar al bibi jan, espectáculo de títeres digitales del Kurdistán, en el que el titiritero (morshed) manipulaba sus títeres bajo una tienda cilíndrica, acompañado de un flautista (sorna navaz) y de un tambor (dohol zan). Además, usando una metáfora de Omar Khayyâm, el autor comparaba al titiritero (ostad) con Dios, porque las disputas entre los títeres eran fruto simplemente de la única voluntad del titiritero. En cierta medida, estos titiriteros tenían una misión casi religiosa y los habitantes respetaban su función. No se les consideraban como mendigos sino que se les pagaba en función de las posibilidades de los que asistían a sus espectáculos en los bazares y los salones de té. Esto es ciertamente notable, si se tiene en cuenta que la dinastía sefávida era muy rigorista y celosa en cuanto a religión y que algunos dignatarios religiosos eran muy hostiles a cualquier forma de representación figurada. Estos espectáculos de títeres llamaron la atención del viajero y comerciante francés Jean Chardin (1643-1713) durante su estancia en Persia. Comentó en su diario, al referirse al kheime shab bazi actuado en aquella época en Ispahán, que los titiriteros no eran mendigos, lo contrario de lo que pasaba en Francia. Parece que otro espectáculo, titulado khom bazi (juego de a vasija), tuvo también éxito en aquella época, como lo menciona Medjid Rezvani. Parecido al guiñol occidental, se actuaba detrás de un biombo de 1,20 metros por dos titiriteros, uno manipulaba el títere y el otro tocaba un instrumento de música y dialogaba con los títeres. Se llamada de esta forma porque antiguamente, el titiritero usaba una vasija, en vez de un biombo, en la que entraba y de donde hacia su espectáculo.

La época de los Qadjares (1796-1925)

Fue a finales del siglo XIII cuando el Shah Salim bazi empezó a emplearse como sinónimo de teatro de títeres. Pero este comienzo de renacimiento recibió, al mismo tiempo, la influencia de otros países como Rusia y de su personaje [Petrouchka]. En su obra Histoire d’Ispahan, “Historia de Ispahan”, (1821), Hossein ben Mohammad Ishphani describe las ceremonias nupciales durante las cuales unos titiriteros daban el kheimeh shab bazi (juego nocturno de la tienda). En realidad, se trataba de un espectáculo de marionetas de hilos, dado a la noche, presentado en una caja, abierta del lado del público, y cuyas paredes formaban una habitación que una vez cubierta de una tela, tapaba al titiritero. El espectáculo se acompañaba de músicos de kemantcha y de zerb. Disponemos de un documento que describe el Shah Salim bazi (número de actores, narración, tamaño de los títeres) que enseña su diferencia con los espectáculos actuales: la ausencia de morshed (maestro titiritero) y de navazandeh (músico), así como del personaje de Mobarak, hoy en día central. Además, en su obra Théâtre persan, “Teatro persa”, (París, 1878) Alexandre Chodzko describió el Pahlavan Kachal comparándolo con los espectáculos de [Polichinela]. La influencia occidental en los artes del espectáculo data también de esta época. Los intelectuales iraníes reaccionaron contra las formas más tradicionales y en vez de transformarlas, les dejaron de lado. El kheimeh shab bazi fue de este modo marginado y reducido a un simple divertimiento para los más pobres.

El periodo contemporáneo

Durante la dinastía de los Pahlavi (1925-1979), el interés por el arte del títere volvió a crecer y algunos artistas como Amin Ghezleh o Parviz Kardan (actor y autor de obras para el teatro y el cine) adaptaron fábulas iraníes con títeres. En 1970, el ministerio de Cultura y de Artes creó un departamento dedicado al teatro de títeres e invitó a [Nossrat Karimi] (actor, presentador, escritor y director) y al director checo Oskar Bateck para que formasen a una nueva generación de titiriteros. Karimi se hizo famoso en los años 1966-1969 cuando creó el personaje Don Shaki, que fue muy popular en la televisión. En los años 1970, personalidades del mundo de los artes y de las letras como Janati Attai, Bahram Baizai, Ali Nassirian y [Behrouz Gharibpour] (ver [Aran Puppet Theater Group]) intentaron resucitar el teatro de títeres iraní con sus investigaciones y, en 1971, los artistas comprometidos en el kheimeh shab bazi fueron invitados a la Facultad de Artes de la Universidad de Teherán. Una semana de espectáculos pareció servir al renacimiento, pero hacía falta un público, y tuvieron que hacer esfuerzos para sensibilizar a las nuevas generaciones acerca de este arte tradicional a punto de desaparecer. El Kanoon-e Parvaresh-e Fekri-e Koodakan va Nojavanan (Instituto para la Formación Mental de la Infancia y de la Juventud) jugó un papel importante en estos años en la preservación de las artes del títere y, en 1975, organizó el primer festival internacional de teatro de títeres. En 1987 tuvo lugar el segundo festival, esta vez bajo la supervisión del ministerio de la Cultura y de la Orientación Islámica. Desde entonces, este festival se da cada dos años y acoge a muchos artistas iraníes y extranjeros.
Los titiriteros tradicionales más conocidos en la época contemporánea han sido: maestros del kheimeh shab Bazi, [Ahmad Sheikh Ahmad Khamsei] y su hijo Reza Sheikh Ahmad Khamsei, Akbar Ahmadi, [Asghar Ahmadi], Ali Rabani, Isa Razmjoo y Ghasem Tabrizi; maestro de sombras, Looti Jabbar Ardebili; y titiriteros de guante, Alireza Heidarpour Fard, Khalil Haghighi Fard, Norouz Ali Haghighi Fard, Karamat Haghighi Fard, Ali Javanmardi, Mehdi Faghih, y Hasan Lorestani, así como Mo’men Ali Jozipour, y Hasan Poureidian. Titiriteros de estilo moderno son: Amin Ghezlar, Parviz Kardan, Nosrat Karimi, [Ardeshir Keshavarzi], Javad Zolfaghari, [Homa Jedikar], Marzieh Boroumand, [Kambiz Samimi Mofakham], [Bijan Nematisharif] (diseñador de títeres y fabricante), Majid Mirfakhraie (escenógrafo), Hasan Dadshekar, Hamid Abdolmaleki, [Hengameh Mofid], Maryam Saadat, Azadeh Pourmokhtar, Farnaz Behzadi, Iraj Tahmasb, Hamid Jebelli, Adel Bezdoode y Marzieh Mahboob.

Nueva formación para una nueva generación

En 1972 se creó en la Universidad de Teherán, un Bachillerato de Artes sobre teatro de marionetas, que fue revivido en 1985 después de la revolución. Más tarde, la Universidad de Arte y la Universidad Soureh también desarrollaron programas de bachillerato. Desde 1999, la Universidad de Teherán ha dedicado cuatro cursos en dos semestres para la formación de estudiantes en el teatro de títeres tradicional (kheimeh shab bazi y pahlavn kachal), con muchos estudiantes que desarrollan sus propios guiones y nuevas situaciones de los personajes tradicionales. Algunos de los graduados han creado nuevas compañías para kheimeh shab bazi. En 2010 fue desarrollado en la Universidad de Teherán un programa de MA (Master of Arts) y se invita a un maestro internacional para enseñar cada semestre. Los graduados, en su mayoría mujeres, trabajan en el teatro, la televisión, el cine, y las escuelas (enseñando títeres o trabajando en proyectos de títeres). La mayoría de los artistas que ahora realizan los títeres en teatros o festivales son graduados y, desde 2000, varios han asistido a festivales internacionales de títeres incorporando lo moderno o lo tradicional iraní para un público internacional.

Festivales

El Festival de Teatro Internacional de Títeres de Teherán comenzó en 1989 y desde 1992 se ha realizado cada dos años, incluyendo representaciones, talleres, una conferencia, una revista diaria, y nuevos libros sobre teatro de títeres. Hay programación en diez salas, además de los sitios al aire libre para los títeres de calle. Hay una sección especial para bazi Shab kheimeh y otras formas tradicionales iraníes, que se realizan en su mayoría en áreas abiertas. Después del festival, algunas producciones pueden funcionar durante un máximo de un mes más.
En 1996 se estableció un festival de teatro de títeres para estudiantes (organizado e interpretado por los estudiantes) en la Universidad de Arte y, desde el cambio de milenio, se ha incluido compañías de estudiantes internacionales. El evento incluye talleres, publicaciones, y una sección para que otros estudiantes conozcan y se involucren en los títeres. Un estudiante de títeres es seleccionado como director del festival junto a su propio equipo de gestión para la producción del festival. Las buenas actuaciones de este festival pueden llevar a que los teatros hagan largas giras o asistan a festivales extranjeros.

Teatro de títeres moderno

Estimulado por la energía de estos graduados universitarios, las artes del títere están desarrollando nuevas formas y un contenido más profundo. Los artistas exploran diferentes métodos y materiales para hacer sus títeres. Utilizan obras clásicas y modernas, desde Shakespeare a Beckett, o recrean la literatura antigua de Irán pero con un nuevo estilo, marionetas y narración. La investigación ha avanzado con artículos y seminarios sobre teatro de títeres y su desarrollo. Hamid Reza Ardalan, Ali Pakdast, Maryam Eghbali, Zahra Sabri, Maryam Moini, Shiva Massoudi, Azadeh Ansari, Poupak Azimpour, Zohreh Behroozinia, Rosanak Roshan, Fahimeh y Sima Mirzahosseini y Salma Mohseni Ardehali han contribuido a esta nueva ola.
Unima-Irán (Mobarak Unima), establecida en 1989, tiene uno de los mayores números de miembros de cualquier país, y publica una revista, Mobarak.

Bibliografía

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