Títeres de hilos de Rajastán, en el Noroeste de India. Las comunidades Bhat y Nat de Rajastán, la mayoría originarias del distrito de Nagaur, tradicionalmente nómadas pero hoy en día casi sedentarios, viajaban en familia por el desierto Thar y por las regiones de Nagaur en las que se practicaba la profesión de putliwallah (titiritero) y de genealogistas. Como genealogistas, guardaban la historia de las familias más importantes de los pueblos y ciudades de Rajastán de donde ellos provenían. La historia de las familias de los mandatarios rurales, por ejemplo, era recitada tres veces al día en la plaza, además de acontecimientos de las vidas de los ancestros de los mandatarios.

Como titiriteros, representan el kathputli ka khel (actuación de kathputli). Los titiriteros de kathputli aseguran que sus ancestros actuaron ante familias reales y recibieron gran honor y prestigio de manos de los mandatarios de Rajastán, Uttar Pradesh, Madhya Pradesh y el Punjab. De hecho, actuaron más en otros estados que en el mismo Rajastán. Viajaron a Uttar Pradesh y a otras áreas donde se hablaba el hindi o el urdu (o hindustani), aunque la lengua para el kathputli ka khel, tanto para las canciones como para los diálogos, era una mezcla de estas dos lenguas.

Los títeres de kathputli (putli significa muñeco y kath madera) los esculpen y pintan los propios titiriteros, y están compuestos por una cabeza insertada en un torso corto y fino de madera. Los brazos, hechos de madera o de tela rellena de algodón, se articulan en los codos y las muñecas, y cuelgan y se mueven libremente en ambos lados del cuerpo. Ya que la mayoría de los kathputli no tienen piernas, sus largas faldas de vuelo hechas de algodón giran cuando se está moviendo. Dos hilos, uno atado alrededor de la cintura y el otro en la parte superior de la cabeza, están unidas a una manivela que el titiritero manipula directamente entre sus dedos o levanta para hacer bailar a los títeres. El títere bailarín, llamado Anarkali, sin embargo, es un títere más complejo que tiene alrededor de seis hilos. Los títeres de hilos kathputli tradicionales no tienen mando de control. Es una técnica de manipulación muy sencilla, y el resultado se intensifica debido a los rápidos movimientos procedentes de arriba y debido al número de títeres reunidos en el escenario de títeres de tela de clores alegres que representa un palacio.

Hoy en día se le llama taj mahal (en referencia a los frecuentes viajes de los kathputliwalas a Uttar Pradesh, hogar del Taj Mahal) a los términos originales que se refieren a las partes individuales del escenario kathputli. Así, a la tela frontal superior de los arcos del proscenio se le llamaba jhalar (banda decorativa, como en voladizo); los arcos (a través de los cuales se veía a los títeres) se unían en la parte inferior, y se llamaban tibara; y a la tela negra de la parte posterior del escenario (entre el titiritero y los títeres) se le llamaba kanath (un término que todavía se utiliza para referirse a las telas de separación). Las tres partes se ataban a la tienda, llamada tambuda (tambú significa carpa). En el pasado, los khandil (candiles/lámparas de queroseno) se ponían dentro de los arcos a ambos lados de la parte frontal del escenario para iluminarlo.

El tema principal de la actuación kathputli relata la historia del héroe rajistaní Amar Singh Rathore, un príncipe rashput del reino de Nagaur que vivió durante el reino del emperador Shah Jahan del imperio mogol en el siglo XVII. En el kathputli ka khel, los personajes rashput se identifican por sus bigotes y a veces por su barba cortada y dividida, mientras que los personajes musulmanes tienen barba puntiaguda. Además de los cortesanos y los nobles guerreros, tanto musulmanes como hindúes, hay bailarinas, músicos, magos, juglares, jinetes de caballos y camellos, payasos y demás animadores que componen el reparto que refleja el esplendor de las cortes del norte de India.

Hay títeres de truco, que actúan para la corte y el público, como el behrupiya, un kahtputli de doble cuerpo o cabeza con dos caras que cambia de hombre a mujer, y el jadugar (mago) que hace malabarismos con su propia cabeza. Otro personaje característico y animador del kathputli ka khel es el sapera, el encantador de serpientes. Tras haber encantado la serpiente con su shehnai (flauta), el encantador de serpientes es mordido y matado por la serpiente, pero vuelve a la vida cuando la serpiente succiona el veneno del cuerpo de éste. Y también está la encantadora chica bailarina, Anarkali, otra animadora popular.

El titiritero principal, la cabeza de familia, utiliza un modificador (boli) de voz hecho de bambú para crear un lenguaje propio de los títeres, el habla silbante (ininteligible para la audiencia) con el que contesta a las preguntas del narrador, que está sentado fuera del escenario (véase Pito). Por otra parte, una de las mujeres de la familia narra y canta el texto en una lengua derivada del hindustani (mezcla entre el hindi y el urdu), una lengua que el público es capaz de entender. El titiritero principal, acompañado por un dholak (un tambor de dos pieles) y por ghungroo (campanas pequeñas), evoca la vida y hazañas de Amar Singh Rathore de la corte mogola, una vida que terminó con su traicionera muerte a manos de un cortesano celoso.

Hoy en día, la vitalidad del kathputli ka khel  no parece estar menguando. Muchas troupes de titiriteros atraviesan Rajastán además de otros estados del norte de India, particularmente desde la “revolución verde” de la década de 1960, cuando una política de riego permitió que los campesinos pudieran tener varias cosechas al año, dando a los campesinos que poseían tierras la ocasión de dar las gracias a los dioses mediante la celebración de festines a los que invitaban a trovadores y a titiriteros. A menudo acompañados por los narradores de cuentos de Bhopa-Bhopi de la troupe Bhil que cuentan sus propias historias, música y bailes con pergaminos (phad o path) pintados como viñetas de comic gigantes; el mayor periodo de actividad de los kathputliwallahs es durante la estación seca.

Desde 1980, varias troupes kathputli recorren el mundo, y son invitadas por instituciones y festivales.

Hoy en día, hay troupes y familias tradicionales que representan kathputli ka khel, y algunos de ellos son maestros titiriteros reconocidos localmente y a veces nacionalmente por su contribución al arte del títere.

(Véase India y Sangeet Natak Akademi, Premios al arte de los títeres de la).