Títere que se manipula en elevación. El títere de varillas es, en realidad, un marote –una varilla central de manipulación fijada en la cabeza– a la que se añaden instrumentos de manipulación que pueden unirse a las manos o a otras partes que se vayan a animar. Se pueden distinguir dos tipos de figuras.
Los títeres cuyas varillas se sitúan en el exterior, sujetas a las manos, como es el caso del wayang golek de Indonesia, y que son visibles para el público.
Los títeres cuyas varillas están situadas en el interior de la vestimenta. Los títeres de la provincia de Guangdong en China o incluso ciertos títeres bambara de Malí están equipados de este modo. En este caso, el público no puede ver las varillas.

Asia

El ejemplo más bello de títeres de varillas exteriores es el wayang golek de Indonesia. Este títere de madera policromada, esculpido en alto relieve, está formado por una varilla central que soporta la cabeza y que está tallada en punta en su otro extremo para clavarla a un tronco de bananero (madera fibrosa y blanda). Se coloca en el suelo delante del dalang. Esta varilla principal atraviesa libremente el torso. En los hombros prominentes se atan los brazos. El segmento formado por los antebrazos y las manos está articulado en el codo. Una varilla de manipulación está atada a cada una de las manos con la ayuda de cordeles anudados, al igual que todas las articulaciones. El tronco del títere se estrecha en la cintura para ceñir en él un sarong batik (faldón) muy largo. Estos títeres no tienen piernas. Los títeres, clavados en el bananero y bien visibles al público, están colocados a cada lado del dalang, que está sentado con las piernas cruzadas. Los personajes que representan el Bien están a su derecha (lado jardín) y los que representan el Mal, a su izquierda (lado patio). Los va manejando a medida que avanza la representación; después, los vuelve a colocar en el lateral cuando ya no actúan más. En correspondencia con el wayang golek, con su mismo principio de manipulación, está el wayang kulit: teatro de sombras con títeres de cuero opaco, calado y pintado. Las sombras aparecen detrás de la tela blanca: la cabeza y los brazos de los personajes, recortados en trozos de cuero grueso, se ponen en movimiento mediante varillas. En cuanto al wayang klitik, de cuerpo plano a partir de una pieza de madera en bajorrelieve, que incluye la varilla de manipulación en punta, y con brazos articulados de cuero manipulados con la ayuda de finas varillas de bambú o de cuerno, apareció tardiamente en el oeste de Java y desapareció a comienzos del siglo XX.
China también posee una rica tradición de espectáculos de títeres y de sombras (las famosas «sombras chinescas», manipuladas con la ayuda de varillas verticales). Dependiendo de las regiones, las técnicas de manipulación difieren. En las regiones de Cantón, Nanking y en el centro se utiliza principalmente el títere de varillas. En la región de Chaozhou, encontramos una curiosa técnica de títeres de manipulación equiplana, sobre mesa, animados con la ayuda de barras horizontales. Los títeres de varillas más célebres son los de la provincia de Guangdong, en el sureste de China. Tienen una altura de alrededor de 50 centímetros y están formados por una cabeza y un volumen de hombros (parte alta del torso) de madera de alcanforero esculpida y pintada. La cabeza está hueca en su parte superior para aligerarlo y para poder insertar los mecanismos de los ojos o de la boca, mientras que, en la parte posterior, la nuca es hueca para facilitar su colocación; después, se cierra de nuevo con una placa de madera. La varilla central de manipulación prolonga el cuello. Puede tener pequeñas palancas para manipular los ojos o la boca. Las manos son de madera. Una puede estar cerrada, con un orificio entre el pulgar y el resto de dedos, lo que permite colocar accesorios, mientras que la otra tiene los dedos extendidos. Se fija una varilla de mimbre perpendicularmente en el puño y se pasa al interior de la vestimenta. La manipulación se realiza sujetando con una mano la varilla principal para animar la cabeza y, con la otra, una o las dos varillas que permiten manipular las manos, según corresponda a la acción dramática. En Pekín, los títeres de varillas miden alrededor de un metro de altura. Los muy complejos mecanismos que se utilizan permiten animar los elementos de la cara, pero también los dedos de ciertas figurillas. En su extremo, las barras llevan empuñaduras que están equipadas con teclados, pequeñas palancas o lengüetas que actúan sobre los hilos fijados a los elementos que haya que mover. Ciertos títeres tienen cinco varillas de manipulación que requieren tres titiriteros (para la cabeza, los brazos y las piernas). Xu Hong, directora del Jiangsu Puppet Theatrical Company (Nanjing), presenta un deslumbrante número de manipulación en elevación con títeres de varillas. Baila de forma destacable con un títere vestido con velos cuyos faldones de seda de 10 metros de largo se desenrollan y revolotean graciosamente.
Los títeres hun krabok de Tailandia presentan una constitución particular. Están hechos con un elemento-cabeza de madera esculpida policromada y dorada, decorada con elementos de cuero repujado y coronada con un tocado tradicional en forma de pagoda dorada, con incrustaciones de marcasitas y de piedras talladas para los personajes de príncipe y de princesa. Esta cabeza está fijada sobre una varilla de bambú de alrededor de 40 centímetros de largo y 4 centímetros de diámetro. El cuerpo está vestido con un traje suntuoso de seda bordada con lentejuelas. Tiene forma de saco rectangular de 60 centímetros de ancho, abierto en su base para poder manipular las varillas. Las barras verticales están fijadas a las manos en las esquinas superiores del traje.
En Turquía, se conoce, sobre todo, el karagöz y el teatro de sombras. A este respecto, hay que tener en cuenta que, al contrario que los muñecos del wayang kulit y las sombras chinescas, que son manipuladas con la ayuda de barras verticales, las sombras turcas (y griegas) se manipulan con la ayuda de varillas situadas horizontalmente en los refuerzos de cuero muy gruesos para mantenerlas apoyadas sobre la pantalla. Pero, además del karagöz, existen otro tipo de títeres en Turquía: iskemle kulasi, títere bailarín parecido a los títeres de tablilla; el kuklasi, títere de mano o de guante; ipli kukla, títere de hilos y también títeres gigantes algunos de los cuales son títeres habitables y otros, de manipulación con varillas. «Las crónicas Sûrnâme-Vehbi (Sûrnâme-iVehbi)» del siglo XVII contienen, a su vez, una ilustración que representa títeres que son casi de tamaño humano: media docena de chicos bailando sobre un carro. El texto nos muestra que estaban manipulados desde la parte inferior con ayuda de bastones por titiriteros ocultos (Tugrul Cetiner, «Les divers genres du théâtre de marionnette en Turquie» (Los diversos géneros del teatro de títeres en Turquía), Unima-Informations, 1980).

África

En África, los títeres de varilla presentan diferencias morfológicas y mecánicas; la principal tradición relativa a esta técnica se encuentra en Malí. «Vestidos con telas indígenas o de algodón de importación, están formados por una varilla que se hincha en forma de un pequeño óvalo para simular el pecho y sobre la cual se fija la cabeza. Dos varas de manipulación se ocultan bajo la ropa y acaban en las manos. Los brazos se representan con las mangas del vestido… Estos títeres no tienen piernas (salvo uno de Segú). La cara es muy alargada, los ojos son botones blancos, los brazos están atados con una cuerda desde el puño hasta el embrión del pecho. Los bastones de manipulación están fijados con un cordel al pie de la varilla» («Cuando los títeres del mundo se dan la mano», catálogo del festival internacional del títere. Títeres de los Bambara, Lieja, 1958). El titiritero también puede encontrarse en la misma situación que la de un portador de títere habitable, a diferencia de que él tiene en las manos las varillas exteriores de manipulación atadas a los puños del títere. Se da también el caso en el que los brazos se articulan en los hombros y la varilla de manipulación exterior del títere está atada a sus puños. Los grandes personajes utilizados por la compañía Ki-Yi Mbock Teatro de Abiyán, en Costa de Marfil, están formados por una cabeza de títere que se lleva como un casco. El titiritero, colocado en el interior de un amplio traje atado al cuello del títere, anima los brazos con la ayuda de varillas. Estos brazos colocados horizontalmente están realizados en madera esculpida, son rectilíneos, y acaban en las manos. Se anudan con la ayuda de un cordel de una a otra parte del cuello. Una barra perpendicular atada en el centro de cada brazo permite los movimientos de éstos en el interior del traje.

Otros títeres de varilla

En Rusia, Serguei Obraztsov necesitaba dos titiriteros para algunos de sus títeres de varilla, como, por ejemplo, la Cantante de ópera. Uno se encargaba del conjunto del personaje animando la varilla principal de la cabeza, mientras que el otro manipulaba las varillas de los brazos. La manipulación de la varilla podía combinarse con la de guante en el caso de su Barítono, que abría ampliamente la boca al cantar y extendía su cuello a la vez que cantaba. Para ello, Obraztsov retiraba su índice de la cabeza y lo remplazaba por una varilla de hierro que utilizaba para elevar el cuello, hecho de un tubo de tela plegado en forma de acordeón dentro del falso cuello.
Los títeres diseñados por Ella Conovici para Les Trois Femmes de Don Cristobal (Las Tres Mujeres de Don Cristobal) en Tandarica, de Bucarest, presentan una autonomía de manipulación que dota al personaje de eficacia dramática y gestualidad cómica. De hecho, el empleo de varillas específicas para cada elemento independiente, una para la cabeza, otra para el cuerpo y la tercera para la porra, permite manipulaciones audaces y graciosas, así como la modificación de la geometría o del «esquema corporal» de los personajes.
Manifole tenía un curioso personaje de caminar contoneante. Era un títere de dos varillas: una, constituida por un tubo de cartón, servía a la vez de cuello (extensible) y de cabeza, deslizándose por el cuello del vestido. Éste estaba atado al cruce de los hombros y era manipulado por una segunda varilla. La impresión de la marcha venía dada al contrariar el movimiento de tubo (cabeza/cuello) y el de la varilla del traje. Este efecto estaba todavía más reforzado por el hecho de que los brazos quedaban colgando, lo que acentuaba, por inercia, el movimiento de la marcha. La compañía Manifole presentaba espectáculos de títeres de varillas muy graciosos para los niños del barrio Mouffetard de París.
Para ilustrar las manipulaciones combinadas, hay que mencionar también al personaje central del Muppet show de Jim Henson, la rana Gustavo (o René), cuyos movimientos de boca se dan con la mano en el interior de la cabeza y los de las patas, con las varillas exteriores. Por último, el Royal de Luxe propone otras singularidades en sus manipulaciones compuestas –de varillas, en elevación, cuando el personaje del astronauta está en el aire, o equiplana, cuando está en el suelo: las barras están, entonces, en posición horizontal (Apollo dans la savane, Apolo en la sabana). Encontramos también otro personaje sentado en un sillón fijado sobre la cabeza del titiritero que anima los brazos de su títere con la ayuda de varillas en los Petits contes nègres (Pequeños cuentos negros, 1999).

Bibliografía

  • Buurman, Peter. Wayang Golek – The Entrancing World of Classical Javanese Puppet Theatre. Singapore, Oxford and New York: Oxford Univ. Press, 1988.
  • Liking, Werewere. Statuettes peintes d’Afrique de l’Ouest. Marionnettes du Mali. “Traditions africaines” series. Paris: Nouvelles Éditions africaines/Arhis, 1987.
  • Pimpaneau, Jacques. Des Poupées à l’Ombre. Le théâtre d’ombres et de poupées en Chine. Paris: Université Paris VII, Centre de publication Asie Orientale, 1977.
  • Stalberg, Roberta Helmer. China’s Puppets. San Francisco: China Books, 1984.
  • Wright, John. Rod, Shadow and Glove Puppets from the Little Angel Theatre. London: Hale, 1986.